Crónica de los conciertos de KISSIN' DYNAMITE y BLACKRAIN en Madrid - 22 de octubre de 2019 (sala Nazca)
El otoño y las lluvias hicieron su aparición el pasado martes, fecha marcada en nuestros calendarios tiempo atrás, desde el momento en que se anunció que los alemanes KISSIN' DYNAMITE iban a visitar tierras patrias, acompañados en este caso por los franceses BLACKRAIN que, desde luego, fueron unos teloneros de excepción, pues supieron caldear el ambiente como nadie.
Pero no vamos a hacer spoilers de lo que aconteció. Solo comentaremos ahora que debido a un problema con las luces de la sala, la apertura de puertas se vio retrasada una media hora, de tal forma que BLACKRAIN tiró de set corto para que KISSIN' DYNAMITE tuviera tiempo de desplegar todo su potencial ante el público español. Fue por eso que se consiguió que la actuación de los teutones solo se retrasara entre cinco y diez minutos del horario previsto por la organización. Tiempo que, desde luego, mereció la pena esperar.
BLACKRAIN
A eso de las 20:30 horas más o menos hicieron su aparición en escena los franceses BLACKRAIN, banda de Sleaze Rock y Hard Rock que, desde luego, encandiló a propios y extraños con la energía, actitud y macarreo que desprendieron durante la aproximadamente media hora que duró su actuación, compuesta por canciones cañeras, directas y efectivas, que hicieron cabecear a todos los asistentes.
Con ese ambiente intachable que impregnaba la sala Nazca, tocaron temas tanto de su nuevo disco "Dying Breed", como de sus anteriores trabajos. De esta forma cayeron cortes como "Back In Town", "Dying Breed", "Hellfire" (potentísima), "Wild Wild Wild", "Innocent Rosie" (coreada por todos los asistentes), "Nobody Can Change", "Overloaded" y, para finalizar, una versión de "We’re Not Gonna Take It" de TWISTED SISTER, que sorprendió a la par que gustó al respetable.
Con coros pregrabados, mucho humo, un buen sonido y mucha, mucha potencia, BLACKRAIN dio muestras de que, además de ser una banda telonera con mayúsculas, merece su espacio propio dentro del panorama musical y de salas de conciertos. Desde luego, fieles no les va a faltar.
KISSIN’ DYNAMITE
Con tres ventiladores en la parte frontal del escenario, dos cartuchos de dinamita gigantes a ambos lados, una pantalla de led al fondo con el logo de la banda, alguna que otra sorpresa que a continuación desvelaremos, pero sobre todo, con mucha entrega y energía, así se presentó KISSIN’ DYNAMITE ante el público madrileño, que, no es por nada, pero casi llenaba la sala Nazca (salvo por la zona de la barra, pero es que desde ahí no se ve nada).
Los alemanes comenzaron su andadura por el escenario con "I’ve Got The Fire", de su último disco "Ecstasy", que fue el que mayor protagonismo tuvo a lo largo del show (no en vano, era la gira de presentación). Sin descanso y con un Hannes simpatiquísimo, intentando hablar en español siempre que podía, siguieron con "Somebody’s Gonna Do It", "Love Me, Hate Me" y la coreadísima "DNA", a la que sucedió "Sex Is War".
Tras esta dosis de energía (todos estábamos sudando) llegó la primera sorpresa de la noche. Y es que para tocar "Ecstasy", la canción más rápida en la historia de KISSIN' DYNAMITE según Hannes, se trajeron ni más ni menos que a Anna Brunner, cantante de EXIT EDEN, que también colaboró con ellos en "Sleaze Deluxe", demostrando que no está en esto de la música por nada. Impresionante el chorro de voz que sacó en escena.
Pesada y potente llegó "Breaking The Silence", si bien tras ella tocó frenar un poco y dar paso a la segunda sorpresa de la noche: el piano que Hannes tocó a la perfección mientras cantaba la balada "Heart Of Stone" (donde tuvieron que hacerle un cambio de micro).
De todas formas, solo ese fue el momento de respiro, ya que acto seguido llegó el turno de "Waging War", "Six Feet Under" y "I Will Be King", para la que sacaron un trono al escenario y Hannes se atavió con capa de rey e interactuó con uno de los pipas, los presentes y el resto de miembros de la banda comportándose como tal.
Como todo lo bueno tiene un final, en esta ocasión no iba a ser menos. Así, la banda, tras el oportuno abandono del escenario para esperar ser coreada por los asistentes, volvió con "You’re Not Alone" y "Flying Colours", que usaron como fin de fiesta, acompañados de nuevo por Anna Brunner, embutida en sus leggings de cuero rojos y de nuevo, impresionante en escena.
KISSIN’ DYNAMITE salió por la puerta grande de la sala Nazca. Sonidazo, actitud y profesionalidad son sus bazas, y se notaron. Si bien es cierto que algunos cortes los alargaron demasiado con las típicas "tonterías" de hacer cantar al público y demás, lo cierto es que los que allí estuvimos salimos con una cara de satisfacción y felicidad que nadie podía borrarnos.
Ojalá vengan muchos discos más y muchos mas conciertos de los teutones. Estaremos allí para contaroslo.
Crónica y fotos: Laura Ruiz
Edición fotográfica: Herestia
Promotora: Madness Live