Crónica y fotos de los conciertos de PHIL CAMPBELL & THE BASTARD SONS, FURY y CRASH BONES (sala Salamandra, L’Hospitalet de Llobregat, 26 de septiembre de 2023)
Phil Campbell es una auténtica institución dentro de la escena rockera y metálica. No en vano, el galés fue guitarrista de MOTÖRHEAD durante más de 30 años, desde que en 1984 sustituyera al gran Brian Robertson (ex THIN LIZZY), convirtiéndose en el miembro más longevo de la formación junto al añorado Lemmy Kilmister. Esos tiempos de gloria ya forman parte del pasado y, hoy en día, Phil recorre el mundo tocando en salas de pequeño aforo bajo el nombre de PHIL CAMPBELL & THE BASTARD SONS presentando un sorprendente “Kings Of The Asylum”.
CRASH BONES prendió la mecha del directo
CRASH BONES fue la banda encargada de arrancar la velada. La formación de Hard Rock barcelonesa se enfrentó a una sala que todavía se estaba llenando en el momento en el que iniciaron su concierto de la mano de una “A Fuego” a la que le siguió “La Puerta De Atrás”. Con un sonido potente pero un tanto saturado fueron desgranando canciones como “El Hombre De La Máscara De Hierro” sin apenas parones, a sabiendas que tenían asignado poco tiempo para su concierto.
Danny Bones, guitarrista y vocalista de la formación, agradeció encarecidamente a FURY por prestarles parte del backline para poder actuar. Acto seguido siguieron deleitando a los presentes a ritmo de Hard Rock, desgranando cortes como la aplaudida “Tendencia Homicida”, “De Que Quieres Hablar” y “Sueño”.
Acto seguido llegó el turno para “Gasolina”, presentada por Danny como la primera canción que compuso CRASH BONES como banda. Tras ella llegó una “Quiero Más” que puso el punto final a un concierto breve pero intenso de los barceloneses que demostraron su buen nivel en vivo, dejándonos con ganas de más.
FURY dio la sorpresa
Lo de los británicos FURY fue una sorpresa total. Los que hasta ese momento eran unos auténticos desconocidos para gran parte del público presente consiguieron meterse a todo el mundo en el bolsillo gracias a una efectividad y entrega demoledora sobre las tablas. Liderados por Julian Jenkins desplegaron su Heavy Metal festivo y con tintes de Rock And Roll desgranando piezas de su discografía más reciente como fueron la desenfrenada “If You Get To Hell First” y la vacilona pero adictiva “Hell Of A Night”, que pusieron en marcha un auténtico torbellino sobre las tablas.
La propuesta de FURY es tan simple como efectiva. La formación británica sabe jugar sus cartas a la perfección a través de un Heavy Metal de corte desenfadado. No inventan nada nuevo y poco importa porque tienen el don de saber conectar con el público gracias a su intensidad, desparpajo y poderío escénico. “Burnout” y “Rock Lives In My Soul” llegaron a la perfección al público de PHIL CAMPBELL & THE BASTARD SONS, que aplaudió calurosamente la actuación de la formación inglesa.
“Road Warrior” y “Casino Soleil” cerraron por todo lo alto la intensa actuación de unos FURY que fueron ovacionados intensamente.
La banda demostró su buen saber hacer gracias a canciones directas y a una pareja de vocalistas, Julian y Nyah, que aportan frescura y que están muy bien escudados por una banda que realiza los coros en vivo, algo que cada vez cuesta más de encontrar en pleno 2023 y que se agradece de corazón.
PHIL CAMPBELL & THE BASTARD SONS reinó en la velada barcelonesa con sus temas y homenajes a MOTÖRHEAD
A las 10 de la noche, con puntualidad británica, empezó a sonar “Speed King” de DEEP PURPLE por los altavoces de la Sala Salamandra. A continuación, los miembros de PHIL CAMPBELL & THE BASTARD SONS hicieron acto de presencia, saludando victoriosos, sobre un escenario engalanado con un telón que mostraba la portada de “Kings Of The Asylum” y una bandera de Gales que cubría uno de los amplificadores, justo a la derecha de la batería.
El mismo público que no consiguió llenar la sala Salamandra un martes por la noche jaleó a Phil Campbell, situado en la parte izquierda del escenario, justo antes de que la banda iniciara el concierto de la mano de una “We’re The Bastards” que se convirtió en un nostálgico a la vez que poético paralelismo de cuando MOTÖRHEAD arrancaba sus actuaciones con la furiosa “We Are Motörhead”.
Acto seguido y sin perder apenas tiempo se ejecutaron una correosa “Schizophrenia”, perteneciente a su más reciente trabajo de estudio, que desembocó en una “Going To Brazil” que desató la primera ovación de la noche.
Joel Peters ejerció como maestro de ceremonias sin quitarse en ningún momento sus gafas de sol. Curiosamente, el mismísimo vocalista, último fichaje de la banda, había formado parte de FURY en sus inicios, llegando a grabar dos EPs con ellos. Tras un breve parón de hidratación, la banda retomó su concierto con una “Freak Show” que palideció frente al clásico inmortal de MOTÖRHEAD “Born To Raise Hell” que fue cantado a pleno pulmón por los presentes.
La bluesera “Dark Days” rebajó una intensidad inicial que fue retomada gracias a “Hammer & Dance”, erigida como una de las mejores composiciones de “Kings Of The Asylum”. A continuación, “High Rule” paso un tanto desapercibida ante la avalancha causada por una “Ace Of Spades” que curiosamente no fue grabada por el bueno de Phil, pero que este sigue ejecutando en directo a modo de tributo para su viejo amigo, el gran Lemmy Kilmister.
“Strike The Match”, otro tema perteneciente a su último álbum, aguanto el tipo sobradamente y tras ella desempolvaron “Heroes”, la versión de David Bowie que MOTÖRHEAD inmortalizó en su álbum “Motörizer” y a la que le siguió “Rock Out”, otra de las canciones que también vieron la luz en el mismo trabajo publicado por la banda de Lemmy Kilmister en 2008 y que funcionó a la perfección, activando unos tímidos pogos entre unos pocos asistentes de las primeras filas.
En el tramo final llegó una desangelada “Ringleader” que fue embestida sin piedad por el gran clásico que es “Killed By Death”, cuyo solo final fue alargado provocando una gran ovación de los presentes. Tras el caluroso aplauso ejecutaron “Maniac”, otro de los temas de reciente factura que tan buena impresión nos dejó en su notable último trabajo de estudio y que supuso el final de la actuación de PHIL CAMPELL & THE BASTARD SONS.
Phil Campbell dio un concierto tan breve como directo junto a su banda, apenas 75 minutos de duración, y con algunos altibajos debidos a la diferencia cualitativa a la que se enfrentan algunas de las canciones que componen su repertorio. Las composiciones de la primera época de PHIL CAMPBELL & THE BASTARD SONS quedan un tanto deslucidas en comparación con las canciones del nuevo disco y sobre todo con los clásicos de MOTÖRHEAD. De todos modos, es un placer seguir disfrutando de Phil sobre los escenarios y aplaudo fuertemente que las canciones de esta nueva etapa musical hayan ganado terreno frente a los viejos clásicos que parió junto a Lemmy.
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Buen disco el de Phil Campbell, digno de un Motorhead.