Crónica del miércoles: HYPOCRISIY, SOILWORK, ENSLAVED...
Crónica del jueves: IN FLAMES y AVANTASIA lideran la jornada
El concierto fue muy divertido por la complicidad con la que los alemanes se tomaron la actuación de los dinos, una banda creada desde el respeto al Heavy Metal y una forma suave de acercar esta música a los más pequeños. Tras la intro de "Parque Jurásico" interpretaron varias de sus canciones -cantadas en este caso en alemán-, sin faltar guiños a DEEP PURPLE y JUDAS PRIEST, así como a Joe Cocker... Si sois de los que tenéis ya chavales al cargo, no dejéis de llevarles a una de sus fiestas si tenéis la oportunidad.
Enrique Herrero
“Ashes Of The Dawn”, “Heroes Of Our Time” o “Seasons” fueron los primeros ataques de los ingleses. El cantante Marc Hudson precisamente presentó este corte como “lo más parecido a una balada” que había hecho la banda. El tema fue compuesto por Patrice Leclercq, hecho subrayado por el vocalista, ya que este era uno de los últimos shows del músico con DRAGONFORCE (el penúltimo, si no me equivoco).
La gente se lo pasaba genial a pesar del calor, por ejemplo generando dos circle pits simultáneos en “Judgement Day” o imparables crowdsurfings. Pudimos ver cómo un fan, con el culo al aire, era llevado en volandas durante “Cry Thunder” mientras era cacheteado sin piedad por sus transportistas.
“Fury Of The Storm” y “Through The Fire And Flames” pusieron el punto y final a una cañera actuación, que nos mostró a unos músicos muy entregados, con Herman Li haciendo virguerías con las cuerdas (tocando incluso con la lengua) y subiéndose continuamente sobre las recreativas. Muy divertido.
E. H.
El T-Stage casi se les quedó pequeño a los holandeses LEGION OF THE DAMNED. Tralla sin parar, thrashers y público dándolo todo... Su recital empezó con el voltaje al máximo con “Warhounds Of Hades” pero se paró casi de sopetón en “Son Of The Jackal” por un problema con la guitarra.
Sin embargo, no cundió el pánico, una vez solucionado la formación volvió al ataque y de qué manera, con “Palace Of Sin”, “Bleed For Me”, “Slaves Of The Southern Cross”, “The Widows Breed”, “Pray And Suffer” y “Legion Of The Damned”, dejando innumerables cuellos quebrados. Pese al sol, se podría decir que poco importa el calor cuando te están apuñalando, cosa que LEGION OF THE DAMNED hizo con saña.
E. H.
Los griegos nunca fallan en directo e hicieron crecer las llamas en el T-Stage en más de un sentido. La banda presentaba nuevo disco, "The Heretics", del que sonaron “Hallowed By Thy Name” y “Fire, God And Fear”. El primer circle pit no llegó a consumarse, pero según avanzaba el show, con temas como “Kata Ton Demona Eautou”, “Elthe Kyrie” o “Apage Satana”, los fans empezaron a tomarse las cosas más en serio.
Así, la intensidad de los pogos fue in crescendo y los circle pits convirtiéndose en tornados. Lo cierto es que los temas más modernos de ROTTING CHRIST en ocasiones no dan pie a pensar en situaciones tan furiosas, por sus ritmos tan marcados, pero precisamente por eso las explosiones de furia sonora calaban tan bien en el público. "Dies Irae", "Societas Satanas" (versión de THOU ART LORD, la formación previa a ROTTING), "King Of A Stellar War", "In Yumen-Xibalba" y "Grandis Spiritus Diavolos" pusieron la puntilla a un fenomenal concierto.
E. H.
Los viejos rockeros nunca mueren. Mientras KING DIAMOND demostraba en el escenario principal por qué es uno de los pilares del Metal, los padres del Grindcore NAPALM DEATH repartían con rabia e ímpetu su carga musical. Vamos, lo habitual en ellos. Su directo es fiero y vivo, además de toda una demostración de lucha constante con reivindicaciones a favor de la humanidad y la libertad.
Si bien los años pasan y perjudican como le ocurre a un servidor, a NAPALM DEATH esto no le parece afectar. Será que la veteranía es un grado, damos gracias por ello y que continúen unas cuantas primaveras más.
Nacho Martín
El corazón de Kim Bendix Petersen a punto estuvo de darnos un gran susto hace ya tiempo. Una operación coronaria, un matrimonio y un hijo después, tenemos a King Diamond de vuelta a los escenarios desde hace unos años. Si la teatralidad que ya disfrutamos antes de su despedida temporal tenía magia y detalle en su día, lo que está haciendo ahora en los grandes festivales es para hacerle una reverencia: un escenario de varias alturas, cuidado y lleno de detalles es solo la guinda del pastel a un concierto de un nivel altísimo si nos ceñimos a lo estrictamente musical.
Desde que King sale solo a la palestra empujado por su “enfermera”, aquello es una maravilla visual cargada de referencias a su personal universo de terror y ocultismo. Mientras permanece encamillado, inconsciente y conectado a una bolsa de suero, con miles de ojos expectantes, suena la pista “St. Lucifer’s Hospital”. Aparentemente, esta será utilizada como intro de su próximo álbum, “The Institute”. King se despierta en shock, activa una alarma colocada en el decorado, y Wead, LaRocque y los otros miembros entran en escena para interpretar “The Candle”, seguida de “Voodoo”, que quizá debería reservarse para la zona central del show, porque corta un poco el ritmo.
Es de agradecer el esfuerzo, no solo en preparar una producción tan buena visualmente, ni tampoco por sacar un sonido tan pulcro, y ya es difícil conjugar esas dos cosas… el esfuerzo es la renovación. KING DIAMOND ha variado el set list respecto a la grabación de su álbum en vivo “Songs For The Dead”, registrado en las giras previas. Además de “Voodoo”, paladeamos “Behind This Walls” y “The Lake” no estaban en ese reciente directo… y fueron asombrosas interpretaciones de temas clásicos que rara vez, o nunca, se habían interpretado antes. Como extra para redondear la fiesta del terror, KING DIAMOND nos dejó impresionados con su inédita canción “Masquerade Of Madness”, una pieza que nos deja con las ganas de hincarle el diente al que será su próximo disco.
Copas de cristal, cuchillos, crucifijos, bebés, camas de hospital, lámparas de quirófano, candelas de aceite… todo estaba repartido por el escenario o aparecía justo para usarse en el momento oportuno, según qué canción fuera. El dramatismo que aportan estos elementos y cómo juegan con ellos King y la actriz-bailarina que acompaña a la banda desde hace “siglos” (Jodi Cachia) consiguen ofrecer algo más allá de la propuesta musical, convirtiendo este show de Heavy Metal en algo inolvidable. No debo obviar la ayuda que presta al grupo Livia Zita como cantante de apoyo, aunque el noventa por ciento de las líneas son íntegramente realizadas por su esposo, que estuvo genial de voz.
Impecable concierto, que debió empezar entrada la noche para realzar aún más su atmósfera de horror. No sé por qué no cuidó ese detalle en cuanto a los horarios la organización, pudiendo subir una posición a KING DIAMOND en el cartel, pero incluso esto supo aprovechar King, que hizo un comentario sobre la luz solar al inicio del show y, casi una hora después, sobre la oscuridad que ya le empezaba a rodear. Así es la genialidad de un animal escénico.
Como curiosidad, durante la interpretación de “Burn”, la quema de la bruja se realizó totalmente de forma figurada (lo cual parece obvio) a base de luces anaranjadas y humo en la terraza superior del escenario. ¿Por qué resulta raro? Bueno, el escenario principal disponía de sus chorros de humo y fuego instalados y preconfigurados, y KING DIAMOND no hizo uso alguno de ellos. No quiero decir con esto que Jodi deba acabar prendida en llamas, más bien digo que quizá King escarmentó con el accidente que pudo resultarle fatal aquella vez que hacían un truco de escapismo sobre el escenario…
Que a esta edad, tras sus problemas de salud, podamos haber visto una actuación tan perfecta, no puede más que enorgullecernos a los seguidores de su trayectoria musical. Este señor demostró que es el puto rey, y su banda la corte ideal. Majestuoso.
Carlos Herrero
Enésimo concierto que veía de los suecos. Otros que no fallan, ya sea a base de hits o de recordar canciones que en su día quedaron un poco sepultadas, que es casi normal teniendo en cuenta lo que llevan ya en sus espaldas. De hecho, haber recuperado acertadamente una canción como “Legion” y encima para empezar su show ratifica lo dicho: siempre mezclan temas inamovibles como “Last Man Standing” o “Hearts On Fire” con canciones que llevan años sin tocar.
Especialmente bien recibidas fueron “Hero's Return” o “Templars Of Steel”, y más frialdad recibieron canciones como “(We Make) Sweden Rock” o “One Against The World”. Evidentemente estas aún no han tenido tiempo de aposentarse en la memoria colectiva de los templarios que siguen a la banda, habiendo salido "Dominion" este mismo mes.
Por lo demás, reinó la actitud simpática de Cans y la profesionalidad conjunta de todo el grupo, que sabe dominar la puesta en escena con sus coreografías, o con Dronjak cambiando a su guitarra martillo durante el concierto. Eso sí, percibí una cierta frialdad por parte del público (igual que con KING DIAMOND) lo cuál me lleva a una reflexión sobre el cambio generacional que sufre la escena, y que se refleja en este festival en particularmente.
Y esto lo digo porque la última vez que vi a HAMMERFALL en este mismo escenario, corrían otros tiempos. A principios de esta década, cuando aún no había tanto interés en cosas como PARKWAY DRIVE, los suecos recibían una posición aún más privilegiada en el cartel, y dispusieron de sus propios efectos pirotécnicos, limitándose esta vez a los básicos (que no es poco) ofrecidos por el escenario principal.
La asistencia y actitud un tanto pasiva del público al concierto de los suecos, así como al de KING DIAMOND, me hizo darme cuenta de que ya vamos peinando canas, que la atención ahora mismo la acaparan otros estilos y bandas jóvenes, y eso es algo que Summer Breeze maneja al diseñar sus carteles y, especialmente, al configurar sus horarios. Vale, eso puede ser cierto, pero yo todavía prefiero darme de cabezazos contra la pared y seguir la vena clásica que dicta mi corazón. HAMMERFALL estará ahí para mi, y yo para ellos si sus conciertos siguen siendo de este nivel de solvencia.
C. H.
El público se volvió rabioso con “Prey”, “Vice Grip”, “Karma” y las innumerables llamaradas que prendían fuego al Main Stage en los lugares más insospechados. Winston Thomas McCall llegó a lanzar un cóctel molotov contra el suelo, “prendiéndolo” a lo largo. No faltó la pirotecnia e incluso enormes cañones de fuego sobre el techo del escenario, mientras los músicos tocaban sobre distintas plataformas. Hay que recordar que hace unos años el grupo tocaba en Summer Breeze en los escenarios pequeños y en los peores horarios, lo que hace su crecimiento a lo largo del tiempo más llamativo.
Toda esta espectacularidad se puso al servicio de unos PARKWAY DRIVE poderosísimos, que se dejaban la piel con temas como “Absolute Power” y la interpretación, con sección de cuerda, de "Writings On The Wall" y "Shadow Boxing". Su esfuerzo y tanta llama tuvieron su reflejo en una de las mayores asistencias al festival junto a la de IN FLAMES. La cosa terminó con "Crushed" y “Bottom Feeder” dejando un regalo a EMPEROR en forma de retraso de 35 minutos. De lo más llamativo y luminoso del festival.
E. H.
Aquí llegamos a las palabras mayores, “from Telemark, Norway, EMPEROR!”. El atractivo definitivo para ir a Summer Breeze era quitarme la espinita de ver una de las escasas apariciones de los noruegos. Que digo espinita… ¡una lanza entera era lo que me atravesaba el pecho! Pude disfrutar como un poseído de la impresionante descarga de Black Metal técnico y ambiental que proponen Ishan, Samoth y Trym (con momentos de locura absoluta, ¡vaya un baterista!) además de sus dos amigos para las apariciones en directo, Secthdamon y Munkeby.
Para lo poco que se presentan delante del público, estos músicos sonaron perfectamente cohesionados, e interpretaron las canciones de una manera muy fiel a las que puedes escuchar en sus discos de estudio o sus varias grabaciones en directo, casi como un reloj. Esta gente debe tomarse muy en serio los ensayos, porque tampoco creo que le dediquen mucho tiempo a día de hoy a EMPEROR, teniendo en cuenta su baja actividad en directo y la nula en estudio.
Los tonos verdes dominaron el escenario para la introducción y primeros minutos del concierto, recordando el arte de la portada de “Anthems To The Welking At Dusk”. No era para menos, ya que la primera parte del concierto estuvo centrada en la interpretación al completo precisamente de este álbum. Rozando la perfección, solo hubo una interrupción para subsanar un problema técnico justo antes de "Thus Spake The Nightspirit", y el resto fue como la seda. Sí aprecié algo ligeramente diferente respecto a su sonido clásico, y fueron los teclados, que sonaban más retorcidos de lo que recordaba, pero cumpliendo con la función esperada en el grupo: ambientación y conducción con sus melodías en muchos momentos de las canciones.
Después de entrar en trance con todas esas legendarias piezas de su segundo álbum, los noruegos aún nos dejaron asombrados con “Curse You All Men!”, “I Am The Black Wizards” e “Inno A Satana”. Aquellos que no estuvieran y deseen gozar con la imperial lección de Black Metal a cargo de estos señores, pueden probar a buscar el concierto completo que ofreció Rockpalast para todo el mundo de su paso por Summer Breeze, disponible en internet, y en la cuál se ha capturado perfectamente la emoción de esa mágica noche.
EMPEROR fue uno de los triunfadores del festival. Que las fuerzas del caos protejan por siempre las tierras sagradas de Telemark y nos permitan el privilegio de ver este espectáculo, aunque sea con cuentagotas, al menos una vez más.
C. H.
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