AT THE GATES trae bajo el seductor título "To Drink From The Night Itself" su segunda obra tras la reunión en 2007. Siguiendo la fórmula, en la versión más estandarizada que les recuerdo, los suecos no han arriesgado lo más mínimo en esta ocasión, empleando estructuras y melodías más sencillas y en cierto modo repetitivas. Precisamente, es quizá en lo que más han ahondado, el uso de melodías por doquier, efectivas, con gancho, aunque poco retorcidas en comparación con lo que es su catálogo previo.
La primera impresión que me dejó no era demasiado buena. Creo que influyó mucho meter un single tan evidente como "To Drink From The Night Itself" de primeras, que opacaba con su poderoso estribillo lo que venía detrás. Es con las sucesivas escuchas en las que encuentras que todas las canciones, como ya pasó en "At War With Reality", tienen su propia fuerza. AT THE GATES ha bajado un punto la complejidad y aspereza de su sonido, pero aún sin Anders Björler sigue siendo puro AT THE GATES.
El disco está plagado de un tono retenido, con una agresividad limitada y más emotividad que nunca. "Palace Of Lepers", "Daggers Of Black Haze", "In Nameless Sleep" o "A Labyrinth Of Tombs" son muy buenas canciones, pero no veo que sean superiores al resto. Se ha vuelto a lograr un nivel uniforme que no decae, equilibrado en calidad y por desgracia también un tanto homogéneo en las composiciones, demasiado estandarizadas. Quizá destacaría "In Death They Shall Burn" por el giro en la melodía que entra hacia la mitad de la canción y que te despierta.
En cuanto a las letras, la decadencia humana sigue campando a sus anchas por los textos que solo evocan pesar, desesperación, enfermedad, muerte. Todas ellas, como es habitual, libres en su interpretación y significado, pero sin un resquicio de luz. En la voz de Tomas Lindberg, oro puro. AT THE GATES sigue siendo una banda para afrontarla con el estado de ánimo adecuado, o bien para sumirte en su mundo, empatizando con las ondas cerebrales de estos suecos en el momento de crear música bajo este nombre.
AT THE GATES sigue un camino seguro en “To Drink From The Night Itself”
Los seguidores de toda la vida se van a poder aferrar a este trabajo por mantener la identidad, el sonido y la producción no sobredimensionada, natural, que propugna la formación sueca. Death Metal Melódico de Gotemburgo en su mejor versión.
Los adelantos eran esperanzadores en cuanto a lo que se nos venía encima, y a cada escucha esa posición ha ido mejorando hasta dejarme conforme. Después de haber repasado varias veces el trabajo, puedo decir que no siendo su mejor obra, está a la altura de su nombre y leyenda. Ya queda menos para poder ver de nuevo a AT THE GATES en directo, y hay ganas.
Discográfica: Century Media