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Crítica de LEO JIMÉNEZ - La Factoría del Contraste

Decía Leo en las entrevistas y promoción de este álbum que los fans iban a encontrarse con un disco ecléctico a la vez que 100% metal. Tras quemar el LP y saborear cada uno de sus 12 cortes principales (más 4 bonus tracks) damos fe no solo de que esta afirmación es acertada sino que incluso peca quedarse algo corta con el resultado final: la barbaridad de contrastes y mixturas que ofrece este trabajo es digna de decirse en voz alta y ser repetida hasta la saciedad.

El trallazo que sirve de primer corte al álbum es ya toda una patada en el cráneo. En “Soy Libertad” las voces guturales de Toni Mero Mero se mezclan con el característico tono de Leo acompañado de dos guitarras pesadas y una batería contundente. Toda una declaración de principios y con una letra de alegoría política social que en el tramo de los solos enloquece hasta llegar al tremendo final. Es “Hambre”, el siguiente corte del disco, uno de mis temas favoritos no solo por su letra de denuncia y su apego a la situación de descontento social actual, sino también por sus conseguidos fraseos de guitarra, amén del potente doble bombo que marca las secciones más aceleradas. La selección de temas con los que inician el trabajo podemos decir que se completa con “Con Razón y Sin Razón”, tema muy SARATOGA por si hay que enmarcarlo dentro del estilo de sus bandas anteriores. Los rifs de guitarra, la voz aguda, la potente batería y base rítmica del bajo trae ese aroma nostálgico de esos trabajos con los que descubríamos a este cantante.

“D.E.P.” inicia la que es para mi la segunda sección de este disco. Con un principio muy metalero y doble riff que da paso a unas guitarras muy thraserash el tema se convierte en un medio tiempo más metalcore que otra cosa, gran cambio del registro ofrecido en los primeros minutos y que va a marcar la pauta a seguir del resto del LP. “Caballo Viejo” es el primer baladón que nos regala la formación; el solo que inicia el tema pasa a una composición de hermosos arpegios sobre los que cabalga la letra y que va subiendo de tempo a medida que progresa hasta llegar a una sección final donde desata el grupo su vena más rockera. Y tras esta gran tema llega uno de las sorpresas, “Ojos Así”, cover de SHAKIRA, que LEO JIMÉNEZ se lleva a su terreno, metaliza respetando los coros y ambiente étnico del tema original y le permite al cantante hacer unas cuantas florituras vocales que pocas veces le hemos visto en sus discos. Un tema valiente y potente.


“El dilema” recupera el pulso metálico de este lanzamiento. Las dobles voces, momentos guturales y registros limpios van a hacer las delicias de los amantes de la mezcla de estilos. Las guitarras cambian de rítmicas pesadas a afilados fraseos, dando como resultado una canción emocionante. Además, la base rítmica (batería y bajo) vuelven a tener una importancia fundamental en el acabado final del conjunto. Tras esto, en lugar de subir las revoluciones, la banda vuelve a pisar el freno y descarga otro medio tiempo maravilloso titulado “Un día más” donde el registro limpio y claro de Leo predomina sobre los agudos. Sabemos que Leo puede alcanzar niveles sobrehumanos con su voz, pero cuando regala estos momentos pausados como los que ofrece aquí podemos apreciar en verdad el talento de nuestro querido fuenlabreño. Cerraría esta sección del disco otro de sus temas más contundentes “Quién le pregunta a él”, de contenido de denuncia contra el maltrato animal y que es uno de los más heavys de este trabajo, si nos ceñimos a la etiqueta en cuestión (rifs, guitarras y base rítmica).

La parte final de "La Factoría del Contraste" se inicia con “Que me digas ven”, baladore rockero/popero compuesto e interpretado a medias con la cantante Merche. Tema romanticote, muy eficaz, donde el dúo de artistas exploran las posibilidades de mezclar sus registros. Y por señalar, es uno de los más emotivos y favoritos de quien esto escribe. “Keroseno” vuelve a las riendas metaleras, dándole a los oyentes un tema explosivo que sirve de justo y perfecto cierre para la montaña rusa que es la escucha de este disco, aunque es “Ascensión” (tema heavy e instrumental) el que tiene el verdadero honor de terminar este trabajo.


La sección extra del disco, por así decirlo, nos ofrece cuatro bonus tracks que también son un buen ejemplo de lo que puede hacer esta banda. De su proyecto Heavy Metal Orchestra recuperan “Neon Nights” (BLACK SABBATH) y “Tierra de Nadie” (BARÓN ROJO), adaptados al tono y estilo del grupo, con sus propios matices y siendo perfectos homenajes a los temas originales. Les acompaña la versión de estudio de “Getsemani” que ningún fan de la ópera rock Jesucristo Superstar debe perderse (tremendísimo, brutal, un lujazo) y por último la demo de un tema de CÓMPLICES, “Es por ti”, que no llegó a la manufactura final pero que aún así suena de maravilla. Cuatro temas bien dispares que completan un ejercicio estético y formal excelente, un disco absoluto, de esos que no se agotan en ningún momento y que no se lleva más puntuación porque estamos seguros (sin lugar a dudas) de que este no es el techo creativo de LEO JIMÉNEZ y sus compañeros.

Samuel González

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