Desde que Alice Cooper y Kiss inventaran el Shock-Rock en los 70 y los apocalípticos GWAR y el maestro King Diamond lo sublimaran en los ochenta y noventa, siempre ha habido bandas dispuestas a hacer de sus espectáculos en directo toda una experiencia multisensorial basada, principalmente, en el horror como hilo conductor de sus teatrales shows en vivo. Maquillaje, efectos especiales, atrezzo de películas de terror y sobre todo, sangre, mucha sangre, han sido siempre aderezos indispensables en los impactantes conciertos de estos grupos. Eso sí, siempre sustentados por música de innegable calidad. Y ese es también el caso de los fineses LORDI.
Así como quien no quiere la cosa los monstruosos metaleros alcanzan con este “Monsterephonic: Theaterror Vs. Demonarchy” la nada despreciable cifra de ocho discos de estudio, algo que confirma que estamos ante una banda asentada sobre una sólida base musical. Ocho discos que siempre han ofrecido una calidad contrastada independientemente de su terrorífico maquillaje y su espectacular puesta en escena. El hecho de que ganaran Eurovisión en 2006 sin duda les aupó a una liga superior gracias a la enorme exposición mediática de la que se beneficiaron, pero creo que a estas alturas ya nadie duda de la enorme calidad de los fineses.
“Monsterephonic…” podría ser visto como un compendio de lo mejor de la banda de Mr. Lordi, líder absoluto del grupo y alma mater de la banda. Repuestos ya del duro golpe que supuso la muerte en 2012 de su batería Otus, la banda se ha liado la manta a la cabeza y ha trabajado duro por ofrecernos un gran disco repleto de melodías pegadizas, riffs terroríficos y, sobre todo, una teatralidad tan marcada que se traslada a la propia estructura del disco. Y es que “Monsterephonic…” se divide en dos partes (como si fueran las dos caras de un vinilo) y en ellas nos ofrecen también sus dos caras musicales: “Theaterror” nos acercan a los LORDI más accesibles, más festivos y pegadizos, mientras que “Demonarchy” nos ofrece una poderosa muestra del lado más oscuro y tétrico de la banda, rozando en ocasiones el Horror Metal del maestro King Diamond. La producción detallista y sólida de Nino Laurenne, quien también les produjo “Deadache” en 2008, nos permite disfrutar completamente del universo delirante, terrorífico y sin embargo divertido de LORDI. Como decía Jack el Destripador: “Vayamos por partes…”
“Theaterror”, la primera parte del disco podría ser vista como el lado más accesible y comercial de la banda, aunque también aquí nos encontramos trallazos metaleros nada “radio-friendly”. Con un aterrador mensaje grabado en un contestador automático por un psicópata asesino arranca el disco para, sin solución de continuidad, dar paso a la contagiosa “Let´s Go Slaughter He-Man (I Wanna Be The Beast-Man in the Masters of the Universe)”, un tema perfecto para abrir el disco. Ágil, guitarrero, con teclados que matizan las partes más melódicas y, sobre todo, con un estribillo marca de la casa: coral, melódico y lleno de detalles. Que nadie piense que estamos ante un pastiche de usar y tirar, en esto hay muchísimo trabajo y mucho talento. El solo de guitarra de Amen es corto pero perfecto en la estructura de la canción y las transiciones entre estrofas y estribillos nos muestran a una banda conjuntada al máximo y capaz de seguir haciendo contagiosos hit-singles. “Hug your Hardcore”, el tema que han escogido como single de adelanto y videoclip es otro ejemplo de la versatilidad de LORDI. Si el riff principal te parece horroroso, que es verdad que puede llegar a cansar, el estribillo y la brutalidad de los riffs que soportan el solo de guitarra, así como la agresiva voz de Mr. Lordi hacen que el tema sea absolutamente infeccioso. Una apuesta arriesgada así y todo que seguro que no es del agrado de todos. En “Down With the Devil” volvemos al LORDI más clásico, tal vez el más predecible. Riffs herederos de ACCEPT y JUDAS PRIEST hacen de hilo conductor de un tema de neto Heavy Metal ochentero que se adorna con coros polifónicos y teclados majestuosos. Esto sí que podría ser un primer single y tal vez no “Hug You Hardcore”, aunque esto es sólo mi humilde opinión.
Más denso y siniestro es “Mary is Dead”, un medio tiempo en el que los teclados de Hella brillan con luz propia, así como los magníficos coros que acercan al grupo a los terrenos del Hard Rock melódico. El Hammond que sirve de base al emotivo solo de Amen nos ofrece una cara “vintage” de un grupo que siempre ha reivindicado unas claras raíces ochenteras. Uno de los mejores temas de esta primera parte del disco es el metalero “Sick Flick”, una canción en la que la guitarra de Amen suena afilada como en pocos momentos y los coros que arropan el pegadizo estribillo son de una grandilocuencia asombrosa. La agresiva voz de Mr. Lordi, rota y aguardentosa, se suaviza en las partes más melódicas y juega con las texturas de una manera admirable. La primera parte de “Monsterephonic…” se cierra con otro gran tema que tiene todos los atributos para erigirse en un clásico de la banda. “None For One” tiene uno de los mejores estribillos de todo el disco y un desarrollo melódico tan coherente que encaja perfectamente con el clásico esquema de hit-single. Y es que en esto de hacer canciones cortas, directas y pegadizas LORDI son verdaderas máquinas.
La segunda parte del disco, “Demonarchy”, nos ofrece el lado más agresivo y perverso de la banda, aunque no por ello las canciones incluidas en esta segunda parte adolecen de la musicalidad y la minuciosa elaboración de los temas que conforman la primera parte. “SCF 8 Opening Scene” abre la mini película de horror que nos ofrecen con unos teclados de una belleza bizarra e inquietante que dan paso a una verdadera locomotora de Horror Metal llamada “Demonarchy”. Tremendo cañonazo de puro Metal que en directo puede castigar seriamente las cervicales de los fans. Trallero, pero eso sí, con una musicalidad asombrosa en el estribillo (uno de los mejores del disco) y en el desarrollo de las estrofas que estructuran la canción. “The Unholy Gathering” continúa la avalancha sónica con unas guitarras colosales y unos teclados siniestros que arropan la salvaje y sin embargo melódica voz de Mr. Lordi. La gran capacidad de crear ambientes tétricos y, a continuación, abrirse a estribillos deslumbrantes sin que ello genere contradicción es una de las grandes virtudes de esta banda, que ha hecho de la versatilidad y la riqueza musical su santo y seña. El arranque de “Heaven Sent Hell on Earth” es puro JUDAS PRIEST, una locomotora de Metal que frena en seco para ofrecer un interludio casi acústico que de nuevo se torna en agresiva bofetada sonora con un Mr. Lordi transmutado en el mismísimo Udo Dirkschneider. El tema, uno de los más heterogéneos del disco, ofrece todo lo que LORDI es a día de hoy en apenas cinco minutos; tal es la variedad de pasajes que integran esta mini opera-rock que, así y todo, nos vuelve a regalar un magnífico estribillo lleno de melodía y sentimiento.
Llegando a la recta final del disco, “And the Zombie Says” nos ofrece uno de los pasajes más tétricos de todo el disco. El mismísimo King Diamond se sentiría orgulloso de ver qué aventajados alumnos tiene si oyera el abigarrado y oscuro castillo sonoro que ha construido LORDI en esta canción. El riff principal de Amen es salvaje como pocos y los arreglos de teclado de Hella conforman un aterrador tapiz musical tejido con melodías tan siniestras como hipnóticas que hacen de esta canción probablemente el mejor ejemplo del extraordinario momento de forma en el que se hayan los fineses. “Break of Dawn” tampoco le va a la zaga en capacidad emotiva en la bella y siniestra intro que da paso a un arrollador riff de guitarra que cabalga sobre la demoledora base rítmica de Mana a la batería y Ox al bajo. Este es sin duda el tema más salvaje de todo el disco y parecía que lo reservaban para demostrar a todos que tras ocho lanzamientos el grupo no atraviesa ninguna crisis creativa ni por asomo. Una vez más la canción es de todo menos lineal pues está compuesta por tantas partes que uno puede llegar a perderse. Puede que haya quien se sorprenda que un grupo como LORDI pueda llegar a elaborar temas tan complejos de tan reducido minutaje, pero es que hablamos de una banda que luce ya muchos galones y que ha crecido mucho incluso para poder ser clasificadas sólo como Horror Metal. El cierre del disco lo pone “The Night the Monsters Died”, una excelente manera de cerrar este gran disco. Dotada de un dramatismo absolutamente tétrico, la canción se abre con un pasaje pausado y oscuro que se va desarrollando hacia terrenos más épicos gracias a las cuidadas voces y también hacia terrenos más metaleros y agresivos. Aquí hay que destacar la clarísima influencia del mismísimo Alice Cooper en la forma de cantar de Mr.Lordi y en la emotividad que transmite. Lo dicho una forma perfecta para poner punto y final a esta historia de terror romántico en el que el salvajismo sonoro se mezcla con la belleza bizarra e inquietante de una mente privilegiada como es la de Mr. Lordi y su tropa de monstruos metaleros. Un disco variado, muy trabajado y repleto de grandes canciones. En directo seguro que no dejarán indiferentes ni a los zombies de Walking Dead…
Carlos Fernández
Muy buena crítica. Me encanta el disco, creo que es el mejor trabajo que han hecho en años. Sin desprestigiar la primera parte, me quedo con “Demonarchy” por su mayor complejidad e innovación. Bien jugado por parte de Lordi…
Un saludo.