"Street Level", recuperando la vertiente más visceral del Sleaze
Con un curioso nombre como DE LA CRUZ, un servidor esperaba que el quinteto que se esconde bajo esa denominación procediese de algún país latinoamericano o de España. Pero no es así y los chavales que tuvieron en su día la ocurrencia de utilizar ese nombre son nativos del país de los canguros y los eucaliptos; Australia, un territorio no excesivamente prolífico en lo que a bandas de Hard Rock se refiere, si bien, las pocas que han emergido, tanto actualmente como hace algunas décadas, son de renombre y sobradamente conocidas, como es el caso de AC/DC, AIRBOURNE y ROSE TATTOO.
DE LA CRUZ es una formación que recupera, por un lado, la vertiente más visceral, canalla y heavy del Sleazy de bandas como SKID ROW, WILDSIDE, SHOTGUN MESSIAH o LILLIAN AXE, siendo esta la estela sonora que mayoritariamente copa el álbum, y por otro, una tendencia más anclada en el Hard Melódico y algo más suave de bandas como DEF LEPPARD y DANGER DANGER.
En cualquier caso, y estudiado a nivel global, "Street Level", el compacto de los australianos, tiene un sonido grueso y poderoso que nos traslada hasta esa amalgama de discos que emergieron entre el año 90 y 92, normalmente perpetrados por grupos que venían de los 80, ya habían editado trabajos anteriormente y endurecieron su propuesta con la entrada de la nueva década sin perder por ello ni un ápice del espíritu ochentero que desde sus inicios venían representando.
Para que nos entendamos, este disco suena a "Detonator" de RATT, a "Slave To The Grind" de SKID ROW, a "Poetic Justice" de LILLIAN AXE o a "Bite, Down, Hard" de BRITNY FOX, por citar algunos ejemplos. Esto es, enérgico, contundente y metalizado.
A decir verdad, el larga duración supura fuerza y calidad a partes iguales, y esto se debe, en parte, a la versatilidad del vocalista Roxxi Catalano, el cual en los compases más heavies y aguerridos me recuerda a Ron Taylor, el que fuera cantante de LILLIAN AXE, y a Joe Elliot de DEF LEPPARD en los temas más sigilosos. A su vez, cabe resaltar el excelente trabajo de guitarras que hay en el álbum y que recupera el espíritu de maestros como Warren DeMartini de RATT o de George Lynch, ex-DOKKEN. Técnica, fraseos rigurosamente marcados y limpios y punteos de guitarra brillantes e inspirados al más puro estilo guitar hero de los 80, en donde vemos fragmentos más sencillos pero efectivos y pegadizos, y otros más enrevesados, típicos del shredding y más propios de guitarristas experimentados en el género que de músicos noveles.
"Street Level" es la pieza encargada de abrir el compacto, siendo una canción cortante y machacona que deja entrever la faceta más macarra y gritona del grupo apoyándose en un certero estribillo, confeccionado mediante unos coros rudos y cazalleros, escupidos más que cantados. A su vez, "Girls Go Wild" es otro tema apabullante, donde Roxxi Catalano me recuerda plausiblemente al anteriormente citado Ron Taylor. En dicho tema queda patente la sabia comunión de unas buenas y envolventes guitarras rítmicas con una melodía vocal penetrante, algo que siempre ha caracterizado al Hard Rock más exitoso y reconocido, y que aquí fluye desde los inicios del compacto.
"Turn It Up" es otro tema cañero y envalentonado, acicalado con un toque más fiestero y coreable que sus predecesores y dotado de una columna vertebral que me recuerda un poco al "Cherry Pie" de WARRANT. Muy bueno e idóneo para que el grupo haga participar al público en sus conciertos, agenciándole el "Everybody Turn It Up" que podemos escuchar en cada estribillo.
"Legions Of Love", por su parte, pisa un poco el freno y nos traslada hasta los DEF LEPPARD de discos como "Euphoria". Por primera vez, se perciben las diversas posibilidades que ofrece Catalano como cantante, mostrándose como un buen instrumentista en su faceta más melódica y templada. "Gimme Love" es más puramente LEPPARD que la anterior, donde hasta los corsos parecen haberlos grabado Phil Collen, Campbell, Elliot y cía de lo que llegan a asemejarse en su buen hacer a los de la banda británica. Canción suave pero efectiva.
"Cherry Bomb" es una pieza correcta, sin demasiado empaque, donde brillan los solventes punteos de guitarra y, una vez más, el bien buscado y encontrado estribillo. Tras esta, nos topamos con "Dreaming", el esperado medio tiempo que todo buen disco de Hard, en la vertiente que sea, ha de tener. Por su estructura, no se le puede denominar balada, dado que es más eléctrica y dinámica de lo que normalmente entendemos por balada, pero es una canción melosa y comercial hasta la médula, tanto como brillante, dado que posee una de las mejores y más adictivas melodías de todo el trabajo. En esta ocasión, en la sencillez está el acierto.
Por el contrario, "Invincible" es una canción que, sin estar mal, podría pasar desapercibida entre las más vistosas y lúcidas del compacto. Correcta, aunque prescindible. Por su parte, "World Collide" y "Sex" devuelven al trabajo su dosis de dinamita explosiva, siendo dos canciones, especialmente la segunda, cañeras y sobradamente convincentes. A su vez, "Set The Night" conserva la dinámica enérgica del tramo final del disco, siendo una canción con la que me vuelvo a rendir ante el cautivador trabajo de guitarras, tan preciso que nos deja en bandeja el poder disfrutar cómodamente del tema.
Finalmente, un guión tantas veces visto como es el basado en la suma de una guitarra acústica y de una azucarada melodía vocal, al más puro estilo "More Then Words" de EXTREME, clausura un grandísimo disco al que pocas pegas le puedo poner.
Magníficas melodías vocales, cien por cien americanas a pesar de su sello australiano, un buen trabajo en los coros (siempre necesario en el género de cara a redondear un trabajo) y unas guitarras de ensueño, hechizantes, trabajadas y sudadas, hacen que este lanzamiento sea una auténtica master piece. De hecho, de haber salido en el año 90 o 91, estaríamos hablando de una obra maestra en su estilo. Esperemos que el tiempo trate bien a este quinteto australiano y que "Street Level" tenga continuidad porque da verdadero gusto descubrir a grupos así.
Jorge Osoro