"Helloween", el irregular retorno de Kiske y Hansen

El regreso de Kiske y Hansen al grupo alemán de Power Metal

Fue en otoño de 2016 cuando la banda de Power Metal HELLOWEEN anunció el esperado regreso de dos de sus antiguos miembros. Los añorados y queridos Michael Kiske y Kai Hansen volvían a formar parte de la familia de las calabazas y el combo alemán se embarcó en una excitante gira de reunión con la que recorrieron el globo, haciendo parada dos veces en nuestro país, primero en Madrid (con un triunfal concierto) y más adelante en Santiago y Rock Fest Barcelona. Tras el éxito del tour, no dudaron en encerrarse en el estudio para grabar "Helloween", el disco homónimo que nos ocupa.

Voy a confesar, HELLOWEEN es una de las bandas de mi vida. Adoro todas sus etapas, con sus más y sus menos. Desde los crudos y speedicos inicios con Kai Hansen al micro, pasando por la épica más absoluta y arrolladora de los “Keepers” de Kiske, hasta el resurgir de sus cenizas a partir de la segunda mitad de los noventa, remozados por un Andi Deris amado y odiado casi a partes iguales por los seguidores de la banda de Hamburgo.

A pesar de las grandes sensaciones que esta nueva formación de HELLOWEEN nos dejó en vivo, un servidor no era demasiado optimista de cara a este nuevo disco de estudio. Los miembros de la familia de las calabazas, cada uno en sus respectivos proyectos, llevaban algún que otro tiempo de sequía compositiva. Han transcurrido seis largos años desde que el combo alemán lanzara "My God-Given Right", uno de los redondos más flojos de su larga trayectoria musical. Por otro lado, Kai Hansen llevaba muchísimo tiempo perdido y a la deriva con sus GAMMA RAY, hasta que, juntamente con Kiske, dio aire a su carrera sacándose de la manga a UNISONIC.

Michael Kiske da el pistoletazo de salida en "Helloween"

El decimosexto trabajo de los alemanes arranca con “Out For The Glory”, un tema que, como no podía ser de otra manera, lidera Michael Kiske a las voces. Power Metal de manual, emulando a los “Keepers”, con estribillo facilón y que se me antoja un tanto a medio gas para tratarse del encargado de dar el pistoletazo de salida al esperado “Helloween”. Los graznidos innecesarios de Kai Hansen tras la estrofa principal no aportan demasiado, emborronando un tanto el gran trabajo vocal de Michie, así como el conjunto de un corte que no termina de despegar.

Alternancia de vocalistas

Toma el relevo Andi Deris, quien alza la bandera de HELLOWEEN con orgullo para interpretar una veloz “Fear Of The Fallen”, apoyado de forma magnífica por Kiske en el estribillo. La composición nos lleva en volandas hacía la época del “Better Than Raw”, destacando también el buen trabajo de guitarras elaborado por parte de Michael Weikath, Kai Hansen y Sascha Gerstner. Tampoco querría olvidarme de mencionar la gran labor desempeñada a la base rítmica por Markus Grosskopf al bajo y por Dani Löble tras los parches, quien ha usado el kit de batería original del fallecido Ingo Schwichtenberg.

HELLOWEEN levanta el pie del acelerador en una simplona, pero efectiva “Best Time” que recuerda irremediablemente a UNISONIC y en la que Kai Hansen tiene su momento de gloria a través de un verso tan corto como sencillo que termina convirtiéndose en adictivo tras sucesivas escuchas. A continuación, turno para Deris en una socarrona, gamberra y efectiva “Mass Pollution”, que atesora el espíritu de los HELLOWEEN más desenfadados y que puede funcionar bien en la próxima gira.

La larguísima duración del álbum termina pasando factura

Muy en forma a nivel compositivo tiene que estar una banda para completar un disco de una hora y casi cinco minutos de duración como este sin fisuras. No es el caso de HELLOWEEN, que naufraga en cortes espesos y sin ningún tipo de gancho como es el caso de “Angels”. A pesar de sus momentos disfrutables, este nuevo álbum no llega alcanzar los niveles de excelencia que deberíamos exigir a un disco de retorno, entre comillas, como es este.

El disco remonta de nuevo gracias a composiciones que recuperan un tanto la velocidad como es el caso de las poweretas “Rise Without Chains” o “Robot King” y sobre todo de una “Indestructible” ubicada entre medio de las dos anteriores en la que el dueto vocal Kiske/Deris funciona a la perfección. Brilla Michie en un estribillo muy melódico que sigue la senda estilística de los discos que lanzó con UNISONIC. Que un corte en el que destaque Kiske llegue una vez pasado el ecuador del disco dice bastante acerca del nivel general de este “Helloween”.

El desarrollo instrumental de “Skyfall” pone el broche con un final épico

En el tramo final del disco es donde nos sorprende una cruda “Down In The Dumps” que recuerda un tanto a los lejanos tiempos del “Time Of The Oath” y que se convierte en una de las grandes alegrías del disco homónimo de HELLOWEEN. Tras ella, una introducción completamente innecesaria llamada “Orbit” nos abre las puertas de un tema de más de doce minutos de duración como es “Skyfall”. A pesar de que posee algunas melodías un tanto infantiloides en su inicio, esta atesora un desarrollo instrumental que es una delicia. Terminando el corte por todo lo alto con un Kai Hansen que agarra las riendas del micro justo en uno de los momentos más épicos del redondo.

"Helloween", correcto aunque irregular

A pesar de su manifiesta irregularidad, “Helloween” es un buen disco de la banda germana. En él encontraremos canciones disfrutables, pero que están lejos de los clásicos inmortales de los de Hamburgo y que desgraciadamente no creo que les valgan para dar el puñetazo sobre la mesa que demandaba un lanzamiento de estas características. Las pocas dosis de épica y velocidad, sumadas a su larguísima duración hacen mella en un trabajo que me deja cierto sabor amargo, quedándome con la sensación de que se ha quedado en una oportunidad fallida para reinar en la escena y tomar el relevo de los grandes clásicos del género. El tiempo dirá cuál es el sitio de unos HELLOWEEN cuya popularidad no ha hecho más que crecer exponencialmente desde su reformación.

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