Si no sabes absolutamente nada acerca de MASTERSTROKE estás como yo cuando cayó en mis manos “Broken”. Como lleva el sello de Dyamic Arts no me costó imaginar que la procedencia era Finlandia. Este sello se ha especializado en trabajar las abundantes tierras del productivo país nórdico en ese lapso que separa la primera de la segunda división, una especie de terreno de nadie en el que desde luego se hace buena música. A este sello pertenecen grupos más o menos afamados pero reconocidos como TORTURE KILLER, DEATHBOUND, DEATHCHAIN, SHADE EMPIRE… o MASTERSTROKE.
Así que de Finlandia y, ahora lo sé, con una carrera de una década y con este “Broken” cuatro discos de estudio. En mi primera indagación me hice el esquema mental: grupo de Heavy / Power Metal clásico en evolución hacia un sonido más moderno y agresivo pero siempre melódico. Es decir: no esperaba nada que llamara demasiado mi atención. Y el hecho después de unas cuantas escuchas es que ese atisbo inicial de cinismo ha dado paso a un buen sabor de boca. MASTERSTROKE ha hecho un buen disco que seguramente no le alcanzará para cambiar de forma dramática su status de Finlandia hacia fuera pero que tiene nivel para sorprender positivamente a muchos de los que quieran darle una oportunidad. Conmigo lo ha conseguido.
La definición que atisbaba unas líneas más arriba no es errónea en el trazo grueso. Este quinteto no disimula que procede de la cantera del Power / Heavy Metal muy melódico y de devaneos Progresivos y Neoclásicos. Pero en “Broken” trasladan su sonido a un terreno extremadamente melódico y atmosférico pero más agresivo, con tintes de Melodeath de segunda generación y más allá, en el cruce de caminos que eclosionó con la evolución posmodernista de IN FLAMES y el surgimiento de la New Wave Of American Heavy Metal. Término que siempre he detestado, por cierto. Con recuerdos evidentes y nutritivos a MERCENARY o NEVERMORE, uno de los éxitos de este disco es saltar de puntillas de charco en charco, mojándose en todos pero sin empaparse en ninguno. Lo que para otros es una maldición a MASTERSTROKE le resulta. Y así tenemos ecos de los citados pero también de EVERGREY o hasta, y muy vagamente, MESHUGGAH en algunas de las partes más modernas y precisas en lo técnico.
El éxito moderado de este disco es que a las composiciones les cubre un manto de melancolía y elegancia que sacude los atisbos de serie B que les podrían amenazar. Canciones bien hechas con melodías emocionales, solos heroicos, líneas vocales destacadas y estribillos contagiosos que surcan los clichés sin ser demasiado empalagosos: buenas canciones. Agresivas y melodicas, con grooves modernos y esencia clásica, elaboradas sin resultar cargantes y un registro vocal lo suficientemente recio pero modulado entre la agresividad y la épica de la música.
La mitad de las canciones se terminan agarrando a la memoria y el resto cumple para completar un disco superior a lo digno, que no es tremendamente adictivo pero que da para unas cuantas y agradables escuchas, ya se acerque más a los IN FLAMES de los que me alejé (“The Eye”), a NEVERMORE y EVERGREY (“I Condemn You”, “Broken”…), o cuando se limita a dar un giro a su Heavy Metal con un toque actual y una estructura directa y sencilla basada en un buen estribillo. Una fórmula aparentemente sencilla pero que a tantos se atraganta. Buenos ejemplos son “My Last Day” o “Seed Of Chaos”, quizá la más eficiente como single.
En definitiva buenas canciones, bien tocadas y bien presentadas con una producción de primera. “Broken” me ha sorprendido positivamente y aunque ni estoy enamorado de este disco ni creo que siga hablando maravillas de él dentro de unos meses, tiene un buen puñado de buenos momentos que merecen al menos una escucha de los seguidores de los sonidos y grupos a los que se acerca. Seguramente se lleven una sorpresa agradable. Que no es demasiado pero desde luego tampoco es poco.
Juanma Rubio