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Crítica de "Where The Scum Becomes Dinner" de MURDERWORKER

MURDERWORKER, asesinos profesionales

Nuevos, pero no novatos. Nunca pensé que empezaría una crítica de un disco de Death Metal con la adaptación de una cita de Grease, pero aquí estamos. Los miembros de MURDERWORKER llevan tiempo machándose la escena underground andaluza así que este grupo tiene un lustro de vida, pero sus raíces se extienden mucho más allá. Pues eso: nuevos, pero no novatos; y se nota. Además de un par de splits y un EP, “Where The Scum Becomes Dinner” es el segundo disco de este grupo sevillano que transmite una pulida y precisa profesionalidad. Suena muy bien y es sólido como el cemento. Death lo suficientemente peligroso y perverso sin saltar al terreno del Goregrind. Nunca, de hecho, demasiado cerca de la frontera.

En realidad, el sonido de “Where The Scum Becomes Dinner” es más clásico de lo que parecen anticipar portada y temática. No lo digo como algo malo, desde luego. Si acaso, todo lo contrario. Sencillamente, esperaba más Grindcore y más vísceras escupidas por los auriculares (que las hay). Y, también cosa mía, me sorprendió agradablemente la conexión directa con el Swedish Death Metal más purista y old school. Mucho ENTOMBED (mucho), GRAVE, algún groove más OBITUARY/SIX FEET UNDER y generosos descensos al sótano de oscuridad maliciosa y viscosa de AUTOPSY. Y esa, básicamente, es la fórmula. Y funciona, con energía y un conocimiento obvio de lo que se tiene entre manos. Un bueno disco, francamente divertido, muy bien interpretado, bien producido y con gancho. Uno que se queda a un par de pasos de ser excelente de verdad. A un poco más de distinción compositiva, ese pellizco de intangibles que suele marcar la diferencia entre el notable y el sobresaliente.

Esto funciona, pero pierde cierta efectividad después de las primeras escuchas, avanza con cierta fatiga cuando se consumen de forma sostenida sus casi 40 minutos. Esa es, al menos para mí, la asignatura final, el desvío definitivo que hay que coger hacia el primer nivel. Una realización plena que puede estar en camino: MURDERWORKER ya ha hecho mucho trecho y se ha puesto, desde luego, en la senda correcta. Está en ello. Nuevos, pero no… ya me entendéis.


Las recetas de cocina para mentes perturbadas de "Where The Scum Becomes Dinner"

Los samples iniciales afilan el cuchillo (literalmente) ante la masacre que se avecina, un rastro de casquería gore que conforma una especie de libro de recetas de cocina depravadas e imposibles (¿improbables?). Ojos marinados, hígado con sésamo, gelatina de sangre de monja con sorbete de cerebro, testículos de pedófilo… una vez más, MURDERWORKER pone su perturbado sentido del humor al servicio de su asesino en serie particular, Jeffrery Killmer. Con un simple vistazo a la portada de José Antonio Vives, es fácil imaginarle anotando sus tan particulares recetas con su tan particular sentido de la justicia y su obviamente abominable estilo en los fogones. Y es fácil, como decía, esperar algo más cercano al Goregrind y a un sonido más sucio y menos clásico que el que finalmente emana de “Where The Scum Becomes Dinner”.

Todo encaja y funciona. Abundan las cabalgadas suecas con los riffs de serrucho/HM-2 al estilo Sunligth, pero también hay pasajes de grooves más persistentes, melodías y algunas atmósferas lo suficientemente macabras.

Nunca se estira la cosa tanto como para llegar ni al Melodeath ni al Doom, y se prefiere jugar con una serie de recursos muy concentrados y claros. Que se exprimen y se reordenan en composiciones que, vuelvo otra vez a esto, acaban resultando algo monótonas después de las primeras escuchas. Esa última capa de lustre compositivo es el ingrediente (nunca mejor dicho, en este caso) definitivo, lo único que falta para que MURDERWORKER haga click de forma integral. El resto, lo tiene. Y quien quiera convencerse, que escuche “Grandma's Culinary Secrets”, “Banker's Cancerous Lung Pie”, “Pedophile's Testicles with Barbecued Mushrooms” o la final “Mommy Style Smoked Spleen”, con muy evidentes injerencias de la vieja escuela estadounidense.


En la casi siempre excelente pero casi nunca reconocida escena del Metal Extremo español, MURDERWORKER se gana su lugar definitivamente con este segundo disco. Buen trabajo, buen Death Metal, sonido añejo, mucha energía y una clara zona de confort para los amantes de la vieja escuela sueca. Este grupo de Sevilla es uno de los buenos. Y la sensación es que, con otra vuelta de tuerca, puede convertirse en uno de los mejores. Así, que, eso sin ninguna duda, estaremos muy pendientes de lo que venga.


Discográfica: Base Records Production

Más sobre MURDERWORKER en su Bandcamp y Facebook.

RESUMEN

Un muy buen disco, a solo un par de pasos de ser verdaderamente brillante, de Death Metal muy clásico, muy sueco… y lo suficientemente perverso.
Juanma Rubio
Juanma Rubiohttps://www.hellpress.com
De la vieja guardia a base de cumplir años, y ya van suficientes como para que cumplirlos sea una putada. Me gano la vida escribiendo y llevo más de un cuarto de siglo escuchando Metal. La gran constante de una vida que me paso intentando cumplir aquello de que hay que ser de los buenos porque ya hay demasiados de los malos en el mundo.

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