Tenemos el orgullo de presentar el que será el 15º disco de estudio de la veterana banda de Grindcore, NAPALM DEATH. Inasequibles al desaliento, fieles a si mismos como pocos pueden o quieren serlo, el cuarteto de Birminghan no baja el pistón ni un ápice.
14 Temas (3 más en la edición especial), directos a la yugular, con algún medio tiempo de tintes industriales, pero ya está, nada más y nada menos.
Comienza la ceremonia de destrucción y confrontación política con la llamada al caos que es la canción que da título al disco, “Apex Predator/Easy Meat”. Ritmos marciales e industriales y voces del averno que recuerdan de nuevo a esos proyectos experimentales en los que Mitch Harris (guitarrista de la banda desde 1990) y Shane Embury (Bajista, el miembro más veterano de la banda, ya estaba en el disco debut Scum allá por 1987) como MEATHOOK SEED y BLOOD FROM THE SOUL.
A partir de ahí, con un sonido más compacto y definido, más de lo mismo, todo sea dicho. Esto no quiere decir que no esté a la altura de su legado, sino que las sorpresas que algunos agradecimos en los 90 a través de discos como "Diatribes" son cosas del pasado y ahora, aunque con tintes nuevos, y pequeños giños al pasado, NAPALM DEATH está aquí para lo de siempre. Dar zurra, y de la buena, como muestran los dos siguientes temas: “Smash A Single Digit” y la sarcásticamente titulada “Metaphorically, Screw You”. Un blast beat constante y efectivo en su precisión por parte de Danny Herrera, unos ritmos abrasivos marca de la casa (Embury y Harris siempre conjuntados) y un Barney Greenway que vocalmente está en buena forma, aunque casi haya abandonado del todo el guturalismo de sus inicios en la banda por un híbrido entre gruñido y lija del siete que surge de su garganta.
El primer momento de relativa pausa lo encontramos en “Timeless Flogging”, un medio tiempo, igualmente violento pero más intenso y con reminiscencias de su gran pero olvidado disco “Far, Emptiness, Despair”. Poco duran, ya que al final, la aceleración preemintente en este disco acaba dominando el tempo del tema. Otro medio tiempo ominoso “Dear Slum Landlord” nos recuerda lo confrontacionales que son hasta cuando reducen la velocidad. Regresan esas voces limpias pero gravees y enterradas en ácido gregoriano que Barney gusta de sacar en estos momentos, y la verdad es que aparte de aportar texturas distintas, le dan un color a la música que la salva de la monotonía dentro de un estilo con pocas variaciones en la mayoría de bandas que lo practican. Pero es que hablamos de unos veteranos que están por la cuarta década de andadura, y han aprendido mucho de tantos años girando, escuchando música y colaborando con infinitos proyectos.
Para el final de “Cesspits” volvemos a lo de siempre. Aceleración perpetua, corrosión sónica y letras políticas que siguen dando cera a la injusticia social como lo hacían ya hace 30 años. En ”Beyond The Pale” siguen sonando referenciales para después ofrecernos un triplete final de asaltos grind con “Stunt Your Growth”, “Hierarchies” (con un estribillo muy melódico y un punteo inédito en la banda) y “One-Eyed”. No vaya a ser que nos relajemos.
Ya en el último tema el bipolar “Adversarial/Copulating Snakes” vemos todas esas influencias que les convierten en únicos. Tras un comienzo a toda pastilla, SWANS, KILLING JOKE, THROBBING GRISTLE, P.I.L., que ya llevaban tiempo siendo referentes más o menos evidentes (sobre todo en el anterior disco “Utilitarian”), se ponen en primer plano con un himno de clausura infernal y mecánico con esos tonos graves que cierra el disco con un mensaje claro. El mundo sigue apestando, y Napalm Death siguen en guerra para demostrarlo. Aunque eso signifique hacer una canción de más de 3 minutos para cerrar el disco.
Pedro Blackearth