VISIGOTH - The Revenant King

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Mis paupérrimos conocimientos de historia sobre los visigodos se reducen a los comentarios de sobremesa que mi padre ha hecho en varias ocasiones sobre este pueblo europeo de guerreros. Azote en ocasiones del otrora vasto y poderoso imperio romano, acabaron ocupando el territorio de lo que, aún a día de hoy, llamamos España. Posteriormente llegó su ocaso a manos de los musulmanes. VISIGOTH toma de aquellos hombres su nombre y, de alguna manera, su espíritu batallador.

Y es así, el nombre de VISIGOTH habla por sí mismo, Heavy Metal ideal para la narración de grandes gestas y tragedias históricas. Esta imagen se refuerza gracias a una magnífica portada de Kris Verwimp, que anticipa de un simple vistazo lo que luego vas a escuchar en "The Revenant King", sonido épico a la par que dramático. Esto se debe en buena parte a las melodías vocales y los toques Doom que aparecen de manera puntual entre una vorágine de Heavy Metal clásico. Esta manera de hacer música me hace recordar a otras bandas de Metal Épico norteamericano como, por poner un ejemplo, sus ya extintos compatriotas CRESCENT SHIELD.

En las primeras escuchas vas a encontrar muy rápido tres canciones a las que aferrarte, difíciles de olvidar por su pegada. La primera sería la vibrante "Dungeon Master" (¿un tributo a los juegos de rol?) y "Iron Brotherhood", un himno con un estribillo antológico o el típico éxito para bares como "Creature Of Desire". Luego vas descubriendo los temas que van calando más despacio, como la propia "Revenant King", la pétrea "Mammoth Rider", "Blood Sacrifice"... vamos, sin desperdicio alguno.


Todo en VISIGOTH brilla de algún modo u otro. El sonido en general es bastante convincente y sin sobreproducción alguna, con riffs sencillos, pegadizos... y una voz que considero elemento imprescindible para que todo funcione tan bien, la de Jake Roberts. Este cantante te cautiva porque encaja a la absoluta perfección con el estilo del grupo y con sus letras, cargadas de fantasía, rituales y batallas.

Lo menos destacable del álbum sería la versión de "Necropolis", probablemente el mayor éxito de MANILLA ROAD, que además se encuentra en mitad del álbum, no como tema extra para ediciones especiales. No es mala versión, es muy fiel al original y tiene sentido con las maneras del grupo, pero es un mero regalito entre la abundante calidad que atesoran las propias composiciones de VISIGOTH. No hacía falta, la verdad.


En resumidas cuentas, una pedazo de banda que lleva poco tiempo rondando por la escena (a penas cinco años desde su primera demo) y que puede ser un referente del Heavy Metal épico en los próximos años si no pierden esa línea compositiva tan genial que han alcanzado en este primer larga duración. Toma tu cota de malla, espada, escudo, casco y prepárate para una aventura de las buenas, porque con VISIGOTH la batalla está asegurada.

 

Carlos Herrero

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