Crónica del concierto en Madrid de ASAGRAUM, HELLERUIN y REGENT DEATH (sala Silikona, 18 de febrero de 2024)
Noche dominical de música extrema en la Silikona, algo que lleva siendo habitual desde hace algún tiempo y que no siempre obtiene una amplia respuesta por parte del público madrileño. En esta ocasión me alegré al ver que la sala presentó un aspecto bastante mejor que en otras citas a las que he asistido allí el mismo día de la semana, llegándose a llenar algo más de la mitad de su aforo así a ojo de buen cubero. Es cierto que el Black Metal suele atraer a más público que otros estilos extremos pero supongo que había interés por ver de nuevo a las neerlandesas Obscura y A. Morthaemer o lo que es lo mismo, ASAGRAUM, presentar el notable, en mi opinión, “Veil Of Death, Ruptured”.
Si además le sumamos a su compatriota Niels Kuiper, Carchost para los amigos, y sus HELLERUIN el atractivo aumentaba para los seguidores del Black Metal más crudo. Y como no hay dos sin tres, que reza el dicho, los locales REGENT DEATH se sumaron a la cita de forma un tanto sorpresiva (no los recuerdo en el cartel inicial de la gira y no tocaron en todas las fechas tampoco) completando el trío de bandas que nos harían disfrutar de una noche de Black Metal de diferente corte, según el grupo, pero de calidad.
REGENT DEATH abre las puertas al caos
Con diez minutos de retraso sobre los horarios anunciados, y un escenario decorado con candelabros, velas negras (que costó un triunfo encender), huesos y olor a incienso, aparecían Belphegor y sus compañeros para presentar su recién editado EP “Vacuum: Chaos Is The Purpose” y, precisamente, con la intro que le da título arrancaron su actuación. Una actuación muy seria en la que REGENT DEATH desgranó al completo todo el material de dicho EP junto con algún tema más para completar el repertorio.
Tras sonar “Vacuum: Chaos is the Purpose” como intro, “Defeating Death And Daring Gods” nos mostró a un grupo que, pese a llevar poco tiempo desde su creación, sonó muy conjuntado y compacto imagino que por el bagaje previo de cada uno de sus miembros. Eso sí, desde la parte delantera del escenario, las guitarras de King Abraxas (que debió tener un problema con su instrumento porque se ausentó del escenario durante un buen rato en la tercera canción) y Svarthamar quedaban en numerosos momentos tapadas por el bajo de Cr6ne, que estaba altísimo. No sé si en el resto de la sala se percibía igual pero fue una pena ya que muchas de las buenas melodías que tiene REGENT DEATH apenas se escucharon desde mi posición.
Es digna de elogiar la labor tras los parches de N3uromanc3r, creo que era él y si no que me corrijan, sustituyendo al baterista del grupo Lord V Sarghatan que parece que sigue lesionado (él seguro que no era porque no se parecen físicamente y porque es diestro y el chaval que tocó era zurdo) ya que no es tarea fácil. Creo que cumplió con su labor aunque me hubiera gustado ver al colombiano tras el kit. Que se recupere pronto para seguir defendiendo y aportando al proyecto.
“Hedonistic Virtues (by Death)” prosiguió con su la presentación de su material y, aunque me convenció, sin duda me quedo con la dupla “Cathar/VI” y “Despectum Mundi”. Sobre todo esta última creo que es donde mejor han plasmado sus influencias y la verdad es que, para mí, es el mejor tema de todo su EP, además les quedó muy bien en directo con esos continuos cambios de ritmo. Concierto muy digno el de REGENT DEATH, sin duda, y una banda a tener en cuenta si te gusta el Black Metal nórdico de la vieja escuela.
HELLERUIN, explosión de Black Metal para quemar Madrid
No sé si estábamos preparados para lo que avecinaba, al menos yo no lo estaba, charlando tranquilamente mientras los acompañantes de Carchost probaban sus instrumentos y hacían los últimos ajustes de manera lenta pero sin pausa. Lo que sucedió desde diez minutos antes de las nueve de la noche hasta casi tres cuartos de hora después fue un despliegue de rabia y brutalidad sonora como hacía tiempo que no vivía. Fue aparecer la figura de Carchost, mientras la instrumental de su último trabajo “All Shades Of Ferocity” sonaba a modo de intro para irnos metiendo en ambiente, y arrancar con “Riddles In Devil's Tongues”, también perteneciente a “Devils, Death And Dark Arts”, y el escenario pareció convertirse en un campo de batalla infernal con los músicos de HELLERUIN poseídos por demonios. No hubo tregua en ningún momento de su descarga.
“None Of Us” nos transportó a su primer disco e “Invincible” hizo lo propio con su sencillo de 2021 (que también forma parte del compartido que sacaron con De Gevreesde Ziekte) pero daba absolutamente igual si sonaba un tema u otro. Todos fueron ejecutados con una furia desmedida y una intensidad que parecía que a los músicos de HELLERUIN les iba la vida en ello. Llevábamos tres temas y seguía sin salir de mi asombro por lo que nos estaban ofreciendo los neerlandeses.
Además, me parecía imposible que lo que estaba tocando Ate de Vries, Misaer, Gammel y David Shermann, increíble a la batería este último, hubiera sido ideado e interpretado en estudio únicamente por Niels. Desde luego no se le puede negar un talento increíble al multiinstrumentista. Para colmo, su actitud en escena me pareció tremenda y en conjunto, los cinco músicos no dejaron títere con cabeza intercambiando posiciones y moviéndose frenéticamente por el diminuto escenario que la sala tiene. Sin duda se les quedó muy pequeño, aunque no les importó lo más mínimo para desplegar todo su potencial escénico.
La presentación de “Devil, Death And Dark Arts” prosiguió sin demora con el tema que le da título y, sin apenas pausa, nos golpearon con “No Lights Shines Through” de “War Upon Man”, bajando algo las revoluciones de la descarga aunque no por mucho tiempo. Concretamente el tiempo que tardaron en arremeter con la extensa “The Flame Still Burns Within Me” empalmada con “Faces Of War” de su primera demo de 2016 quedando exhaustos ellos y destrozados nosotros por semejante despliegue. Sin duda, uno de los mejores conciertos del estilo que veré este año, y eso que eran teloneros. Apabullantes.
Poco poso de ASAGRAUM tras la devastación previa
No voy a mentir. Tras el paso del huracán HELLERUIN pocas, más bien ninguna, eran mis esperanzas de que Obscura y sus compañeras de ASAGRAUM lograran ni tan siquiera acercarse al nivel mostrado por sus antecesores. Mis temores se cumplieron pero, como no las había visto con anterioridad, al menos, esperaba que dieran lo mejor de sí mismas para hacer valer su categoría de cabeza de cartel. En mi opinión tampoco lo lograron y me explico.
Sin dar un mal concierto creo que las sensaciones que me transmitió ASAGRAUM se vieron muy condicionadas por lo que acabábamos de presenciar, sí, pero también por lo estáticas y “sosas” (entiéndase el contexto en el que lo digo, que ya sé que el Black Metal no es alegría y felicidad) que se mostraron en todo momento. Vale que Obscura tuviera el “problema” de cantar y tocar pero es que sus compañeras no aportaron absolutamente nada en mejorar el aspecto visual de su descarga y se limitaron a tocar sin apenas moverse de su sitio. Por momentos parecía un ensayo con público más que un concierto. Tal vez ese sea su planteamiento en directo, en ese caso lo bordaron, pero a mí no me convenció para nada su actitud más allá de algún momento puntual de la bajista Alexandra Rutkowski, la más activa en escena ya que Morgane Rake estaba clavada al suelo, directamente, y apenas levantaba la vista del mástil.
Con bastante expectación, todas de espaldas con los brazos en alto y el gesto de los cuernos mientras sonaba la intro de rigor, ASAGRAUM inició su concierto tal y como lo hace su última entrega discográfica, es decir, de la mano de “Ignem Purificat Lilitu”. Lo cierto es que su último disco me ha terminado convenciendo aunque haya sacrificado cierta velocidad en aras de añadir más melodías o pasajes más relajados. Este tema podría ser un ejemplo, pero no el único, ya que incluso la propia “Veil Of Death, Raptured”, aunque más en la línea cruda de “Dawn of Infinite Fire”, me resulta más melódica que, por ejemplo, “They Crawl From The Broken Circle”, que también interpretó en esta parte inicial.
El sonido fue bueno, más tratándose de Silikona y de música extrema, y estuvo bien ecualizado por lo que pudimos apreciar todas las bondades tanto vocales como instrumentales del cuarteto. Todas cumplieron en el apartado de la ejecución de las canciones pero, personalmente, me quedo con la labor tras los parches de la fiel “escudera” de Obscura, Amber de Buijzer (A. Morthaemer) que me pareció muy competente. No es habitual ver a mujeres tras un kit de batería y ella lo hizo francamente bien.
ASAGRAUM despachó rápido los dos temas de su primer trabajo “Potestas Magicum Diaboli” ya que, antes de llegar al ecuador de su descarga, ya habían sonado la tremenda “Daar Waar Ik Sterf”, una de las mejores canciones de la velada, seguida por la frenética “Black Sun Prayer” que arrancó algún que otro pogo y cosecharon muchos aplausos a su término. Me sorprendió que cayeran tan pronto, y ambas seguidas, pero viendo como prosiguió parece claro que apuesta fuerte por su nuevo material, que para algo es lo que venía a presentar en esta gira.
De este modo, a partir de aquí y hasta casi el final de la actuación, ASAGRAUM siguió desgranando su último disco a conciencia con más cortes del mismo como la trallera “Impure Fire”; la instrumental “Opus Ad Errantem”, tocada por Obscura al lado de la batería y que sirvió de introducción a “De Verloren Tijd”; y “De Waanzin Roept Mijn Naam”, con la que volvió a dar más cera para regocijo del personal que parecía estar disfrutando mucho del combo, sobre todo las primeras filas.
La recta final del concierto de ASAGRAUM corrió a cargo de la dupla formada por “Dawn of Infinite Fire” y “Waar Ik Ben Komt De Dood” que puso el punto y final tras 66 minutos (¿lo harían a propósito?) de concierto que, si bien es cierto que fue a piñón y con poca pérdida de tiempo entre temas, supo a poco.
Musicalmente me gustó cómo sonó y clavó las canciones ASAGRAUM pero, como comentaba, eché en falta un poco más de sangre en su puesta en escena tras el impacto causado por HELLERUIN. Siendo sinceros, tampoco se hubieran llevado el gato al agua en ese caso porque antes de salir a tocar ya había un vencedor nato para la velada. De cualquier modo, una noche muy completa la que nos ofrecieron las tres bandas, así que con eso me quedo.
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