Conciertos de LIV SIN, OLVIDO Y GRIM COMET - 19 de octubre de 2017 - Madrid (sala Silikona)
El derroche de energía de Liv Jagrell es impresionante y ya era palpable con SISTER SIN. De hecho el jarro de agua fría que muchos sufrimos al saber que la banda sueca se separaba hizo que la reencarnación de Liv en su propio pecaminoso proyecto LIV SIN la acogiésemos con fervor.
El resultado fue "Follow Me", un disco más Heavy en sentido estricto que lo que hizo Liv en SISTER SIN pero que deja muy buen sabor de boca de cara a la continuidad de esta cantante de, además, singular belleza y enorme presencia. Por eso esperaba más asistencia para ver a LIV SIN en Madrid, precedida su descarga de las buenas sensaciones que dejó en el festival Atalaya Rock 2017. También esperaba que Liv fuese más generosa en su tiempo sobre las tablas… Al final me quedaría con las ganas.
OLVIDO
La banda de Roses (Girona) ya era la tercera vez que se plantaba en la Sala Silikona para presentar los temas de su bipolar disco "Cupido Mors". Sin embargo, era la primera vez que yo me ponía frente a OLVIDO cuyo disco ya pude reseñar y de cuya charla con Néstor, su cantante, podéis dar buena cuenta en esta entrevista. Tenía ganas porque aunque el tercer trabajo de la banda me parecía muy rico pero excesivamente comprimido, en escena estaba seguro (y ya me habían puesto sobre aviso), que me iba a gustar mucho más. Efectivamente, ante un desolador panorama inicial de no más de 20 personas salieron a escena OLVIDO y ya estoy totalmente convencido de que es una de las bandas más interesantes de este territorio geográfico.
Con puntualidad británica salían a escena todos de negro riguroso debatiéndose entre la elegancia de Ernest y Víctor (cuyas americanas no tardaron en quitarse dado el calor reinante en la Sala Silikona) y la sobriedad del resto, incluyendo las enigmáticas gafas de Daniel detrás de sus teclados. El nuevo miembro era Ramón Ibáñez detrás de los parches y aún con las partituras a mano para no perderse. Todos atacaron de inicio un "Posando En Llamas" que una vez se ecualizó todo en su sitio mostró lo que yo ya me figuraba, que OLVIDO es sobre todo una banda de directo. La teatralidad de la voz de Néstor gana enteros y musicalmente todo suena más luminoso y amplio de espectro.
En el plano individual, la sobriedad fue la nota dominante, siendo los más desmelenados Nacho y Victor detrás de sus mástiles. Por su parte Ramón dio muestras de ser un batería de casta y formación clásica por su forma de coger las baquetas y dio una buena lección de percusión, mientras que Ernest tuvo una labor fundamental no sólo instrumentalmente sino también como apoyo vocal de Néstor, que llena todo lo demás del escenario con su camiseta lovecraftiana.
La versión del clásico inefable del Rock, como ellos la llamaron, "La Mataré" de LOQUILLO fue la siguiente en caer, sonando brutal con esos cambios de ritmo que le han añadido, mientras que "El Reflejo De Werther" destacó por su trasfondo rítmico. "Caronte" brilló por las muchas inflexiones vocales de Néstor, que además acompañó la canción con gestos de remo reflejo del "barquero más Heavy", como lo presentó, mientras pedía que nos acercásemos y diésemos calor al grupo.
La propia "Cupido Mors" también estuvo representada, con sus voces rasgadas y como no "La Fin Absolue Du Monde" con su aire de ópera cabaretera. El primer trabajo de OLVIDO estuvo representado por la íntima "Mis Noches Más Bellas", dedicada a los que ya se han ido y que el grupo nos invitó a cantar aunque sólo fuera moviendo los labios. El contraste lo puso la brutal "Mascarada" de "Luto" y el final vino con "Ultreya" que les invitaba a ir más allá, en concreto al día siguiente a Valencia…
Cada vez más fan de OLVIDO. Su descarga fue notabílisima y carente de tachas. Lástima que ni treinta personas fuéramos testigos y que aún estuviese la gente muy fría.
GRIM COMET
Los siguientes en salir fueron los locales GRIM COMET con Guillermo al frente y en su última encarnación Juanma a la batería y Raúl al bajo. Este power trío fue uno de los que mejor sabor de boca dejó en el Hellpress Fest 2016 y desde entonces los dos discos que tienen me han dejado sorprendido. Practican un estilo muy orgánico y directo, heredero de los setenta, de BLACK SABBATH y de JIMI HENDRIX, de THE DOORS y de LED ZEPPELIN, pero luego tenemos la voz rasgada de Willy que es como si Mustaine de MEGADETH se juntara con Lemmy.
El mayor protagonismo recayó en los 45 minutos en escena en "God Is Dead, Let's Eat Him", aunque su primer EP "Pray For Victims" también estaría muy bien representado con dos de sus mejores temas. Nada más empezar la energía de "Echoes" nos inundaba, con un sonido alto pero bien ecualizado aunque la voz de Willy al principio estaba un poco tapada. Envuelto en su camiseta de Blade Runner, el guitarrista y cantante es el alma de GRIM COMET, no parando ni un momento quieto y embebiéndose del espíritu efectista de los setenta que le hace tocar con los dientes, con la guitarra por la espalda o entre el público, haciendo solos cargados de electricidad.
"Inner Halls" fue la siguiente, marcando un inicio absolutamente electrizante que bajó revoluciones con "The Path We Ride", más Doom y donde ya el sonido fue perfecto para deleite de los presentes. El single "Overdriven Reality" fue la siguiente teniéndonos a todos meneando la cabeza y cantando su estribillo, mientras que la tranquilidad vino con "Warming The Sun", primera referencia al primer EP y que es pura belleza y sentimiento tanto en sus punteos como en el solo de Willy, que acabó tocando la guitarra con los dientes cual Jimi Hendrix.
El aire Blues y la voz rota a lo HOWLIN’ WOLF de "This Mourning" fue la continuación, enlazándola con la bestial "Worn Out", en la que Guillermo se pasó todo el tema tocando la guitarra por la espalda. Ya estaban llegando al final y Willy lo anunció, presentando a la banda, dando las gracias a todos y presentando las dos siguientes canciones que tocarían, todo muy atropellado como si tuviera prisa. Esas canciones eran "Ghost", muy BLACK SABBATH y la infaltable "Virgins Of Madness", cuyo riff y estribillo son sencillamente perfectos.
Acabamos la actuación de GRIM COMET exhaustos. La energía que transmitieron a los 50-60 asistentes a su descarga fue difícil de mantener después y de hecho creo que con LIV SIN las unidades de la sala menguaron en cierta medida. Un valor en alza que no se puede desaprovechar.
LIV SIN
El plato fuerte de la noche en medio de una extensa gira ibérica por parte de la buena de Liv Jagrell. La vocalista de SISTER SIN no tardó en dar continuidad por su cuenta a su forma de entender el Heavy Metal ahora en una encarnación aún más dura si cabe, LIV SIN. En el Atalaya Rock me chivaron que su descarga fue descomunal en energía y presencia y efectivamente en Madrid no iba a ser menos, envuelta en una capa de la que pronto se despojó y con un ceñido vestido que enseñaba todo lo que la gente quisiera imaginar o mirar. Liv es consciente de esta presencia física y ella sola es LIV SIN aunque el alto y rubio guitarrista Christoffer Bertzell, le apoya como maestro de ceremonias incetivando la compra de merch en mitad del concierto y Per Bjelovuk trata de animar al personal también todo lo que puede.
En el Atalaya tocaron once cortes, luego era de esperar que al menos caerían esos mismos y alguno más para completar. Mi sorpresa fue cuando pusieron un par de setlist en el suelo del escenario de la sala y vi esos mismos once temas impresos, e incluso uno de ellos, "Black Souls" tachado. Mis peores temores se confirmarían justo 52 minutos más tarde de empezar cuando LIV SIN se despedían después de una brutal "The Fall" que les puso punto y final a su actuación, despejando toda posible duda con música de ambiente a todo trapo. Era llamativo que a la gente no le sorprendiese esta paupérrima duración lo más mínimo, lo cual me lleva a pensar que muchos de los allí presentes fueron por las bandas locales o que estamos en una fase de conformismo con la duración de los conciertos que me perece peligrosa.
Sea como fuere, comenzaron con "Godless Utopia", sin poner toda la carne en el asador para que Liv calentara la voz. Todos de negro riguroso, con el símbolo de un ojo con pestañas muy grandes dibujado en las camisas y los bordes de los ojos maquillados en todos con sombras negras. Ese halo siniestro a lo BACKYARD BABIES es muy sueco y es el enlace visual con lo que fue SISTER SIN. Lo demás es todo Liv, que desde que apareció en escena no paró todo lo que duró su botella de agua o zumo naranja, a la que en un momento dado perdió de vista temporalmente y creyéndola perdida se puso a buscarla como loca por el escenario.
El single "Let Me Out" hizo que el público reaccionara, aunque me daba la impresión de que la sala estaba menos poblada que con GRIM COMET y también con la gente más parada incluso con el primero de los dos temas de SISTER SIN, "Outrage". Sin "Black Souls" en el setlist la siguiente fue "I'm Your Sin", más heavy en su concepción presentada en castellano por una Liv que siempre estuvo risueña y dispuesta a sonreír.
El nuevo single "King Of The Damned" continuó el programa, intentando agradecer la presencia del público en castellano, pero se trabó y volvió al inglés rápidamente. Era el momento de ponerse la gorra de cuero a lo Rob Halford y atacar la versión del "Immortal Sin" de FIGHT que, sin la colaboración de Jyrki 69 de THE 69 EYES, asumiendo su papel el imponente pero estático Patrick Ankermark, suena rara. "Killing Ourselves To Live", en la que no se echó tanto de menos la anecdótica presencia de Schmier de DESTRUCTION dio paso a "Hypocrite", cuya letra da título al disco y que sirvió a Liv a bajarse entre el público y pedir que "la siguieran".
Otro clásico de SISTER SIN caería a continuación con "Fight Song", que fue la más celebrada de la noche con un buen puñado del público saltando y coreando. Previamente le habían cantado públicamente el cumpleaños feliz en sueco a su tour manager y fue así como Liv nos despertó y nos hizo ver la realidad: se marchaban ya, con poco más de tres cuartos de hora de concierto, con la brutal "The Fall" que, sin embargo, supo a muy poco.
Me parece ser muy rácano el tocar tan poco tiempo aunque solo tengas realmente un disco y no quieras abusar de tu etapa previa en SISTER SIN. Dejarte cuatro temas de ese debut que bien podrían haber entrado y así redondear 75 minutos no me parece justificado. Vale que LIV SIN fue pura dinamita y que sonó muy bien, aunque un poco alto, pero creo que el público se merecía más. Esperemos que sea porque Liv nos quiso dejar con ganas de más…
Fotos: Gema Gómez (Cortesía de Metaltrip.com)
Promotora: Kivents