Hay conciertos que traen con ellos el perfume a los viejos tiempos, independientemente del estado de plenitud del cual disfruten las susodichas bandas. Un pensamiento algo subjetivo, sí, pero no se puede negar que lo que vivimos la pasada noche del 2 de diciembre en Madrid no fuera un viaje al más oscuro corazón de los años noventa. Si bien es cierto que no debería extrañarme, ni pecar cayendo en el cinismo, pues desde luego el cartel de la gira ya nos lo advertía bien claro con su título: “Vintage”. Un término que como bien indica su nombre, hace referencia a algo antiguo, relacionado con el arte y muy consciente de su alto grado de calidad.
Y así, conocedores de su facultad cualitativa y sabiendo que no decepcionarían, se presentaron cientos de personas a las puertas de la madrileña Sala Arena para disfrutar del show de los portugueses MOONSPELL acompañados por AVA INFERI, más que conscientes de la buena velada de metal lusitano que prometía la noche, con unos cabeza de cartel cuyo show ya habían indicado que se centraría en dos de sus primeros discos, una pareja de álbumes claves en su carrera musical como fueron “Wolfheart” (1995) e “Irreligious” (1996).
De modo que, con algo de retraso, la sala comenzó a acoger a los asistentes que poco a poco fueron llenando la estancia con la emoción previa al hechizo de luna. Una espera que duró poco, pues no eran apenas las nueve menos diez de la noche cuando aparecieron en escena los músicos de la formación AVA INFERI en un escenario que se había quedado pequeño por la instalación de dos baterías, perteneciendo la más pequeña, situada en primer plano, al baterista de la formación lusa encargada de caldear el ambiente antes de la salida de MOONSPELL. El resto de músicos ya estaban dispuestos en el escenario, la bajista Joana Messias y los dos guitarristas, André Sobral y Rune Eriksen, un nombre éste último que a muchos os dirá algo más si lo cambiamos por “Blasphemer”, más conocido por haber militado hasta el pasado año 2008 en los black metaleros noruegos MAYHEM.
Así, bajo luz tenue y sonidos de grillos, una siniestra figura femenina envuelta en un velo negro y candil en mano se pasea entre el público dirigiéndose hacia el escenario. Es Carmen Simões vocalista de la formación, con la cual comienza el baile de sonidos góticos y oscuros de la mano de temas como "Majesty" y "By Candlelight & Mirrors", pertenecientes a su último trabajo de estudio “Onyx”, editado en 2011. Canciones que muchos de los asistentes parecían no conocer debido a la parsimonia con la que observan el show de AVA INFERI, una formación con una breve pero intensa historia, cuatro discos en su haber y una interesante puesta en escena. Lúgubres y sombríos, el grupo continuó descargando canciones mecidas por la delicada voz de Carmen como fue el místico “A Dança Das Ondas” contenido en su segundo álbum “The Silouette”. No menos oscuros e inquietantes fueron los últimos temas de la banda portuguesa quienes deleitaron a los presentes con “Onyx”, “Blood Of Bacchus” y el gótico “The Living End”.
Una lobreguez casi intimista, rota por los aplausos de un público finalmente convencido, que despedía la poco más de media hora de actuación de AVA INFERI con una música de fondo que, juraría, era parte de la B.S.O. de “Rosemary’s Baby” (“La Semilla Del Diablo”) ambientando la sala para la llegada de la verdadera y densa oscuridad.
Las manecillas del reloj marcaban las 21:30 de la noche, el momento mágico que todos los asistentes estábamos esperando, un instante en el cual una marea viva de gente ya se había instalado en las primeras filas del “foso” de la Arena y bastaba con echar un vistazo hacia atrás para ver que, a nuestras espaldas, el espectáculo no era diferente, ya que una gran multitud abarrotaba la sala deseosa de poder disfrutar del directo de MOONSPELL.
Así dieron comienzo bajo aullidos de lobos los primeros acordes de “Wolfshade (A Werewolf Masquerade)” recibidos con gritos de algarabía por un público impaciente, ansioso y deseoso de poder escuchar en directo más temas del popular álbum “Wolfheart” de la banda. Un disco que continuó sonando con un goteo de canciones que se sucedían una tras otra, gota a gota, como el reguero de sangre en una herida abierta. Así pudimos disfrutar de “Love Crimes” y la coreada “...Of Dream And Drama (Midnight Ride)” todas ellas con una ejecución y sonido impecables.
Pero el show no había hecho más que comenzar cuando el vocalista, Fernando Ribeiro, apareció de nuevo en escena con una pequeña pandereta y, animando a todos los presentes, consiguió arrancar más de un salto y un baile al ritmo de “Trebraruna” un corte también perteneciente a “Wolfheart” con lírica en portugués, que fue inmediatamente seguido por la presentación de su “canción hermana”, como la llamó Fernando, en referencia a “Ataegina” tema que desató de manera imparable los cánticos y la fiesta en la sala con esta pieza de aires festivos y medievales.
Apenas eran las 22:05 de la noche cuando las luces se atenuaron y, de la pantalla gigante que había situada tras la banda, un fondo de gotas de sangre virtuales comenzaron a caer lentamente, momento en el que subió a escena Carmen Simões, vocalista de AVA INFERI, para interpretar junto a Fernando uno de los temas de la noche: “Vampiria”. Una canción que nos trasladó a frías cumbres con bosques húmedos y oscuros, en un corte con lírica simbolista y seductora, cual sueño de Transilvania.
Esto estaba en auge, y así lo hacían notar en el escenario Fernando más en forma que nunca con su pie de micro personalizado con la marca de la banda, Aires Pereira en su bajo, Pedro Paixão en el teclado y más tarde en la guitarra, así como el guitarrista Ricardo Amorim y Mike Gaspar en la percusión (en una batería, todo hay que decirlo, extremadamente colosal con dos bombos y multitud de platos que ocupaba gran parte del escenario). De manera que aprovechando el tirón, la banda continuó el directo con un leve discurso en el que dieron las gracias a sus fans españoles explicando que, a pesar del cansancio, estaban encantados de poder tocar en Madrid. Así, con estas previas palabras comenzaron a sonar los acordes de otro de los grandes temas de la noche: “Alma Mater”. Con una enorme ovación del público que acompañó durante toda la canción la línea vocal de Fernando repitiendo y coreando el estribillo puño en alto y melena al viento.
Y es que si de regresar al pasado se trataba, lo consiguieron y con creces en el siguiente tema, “Opium”, un auténtico viaje a finales de los noventa y la explosión total de la noche. Una revolución en forma de cientos de voces que coreaban “al dedillo” cada parte de la citada canción como una sombra adherida a la voz de Fernando o una mágica bruma que envuelve y no se separa de su esencia.
Llegados a este punto ya no había marcha atrás, el poder del lobo nos había hechizado y para despertar levemente de este letargo nada mejor que “Awake” otro de los temas que junto al anterior “Opium” nos empezaban a informar que “Irreligious” ya estaba aquí y de qué forma, pues prácticamente en orden fueron cayendo uno tras otro, cómo victimas acorraladas, los cortes del álbum de 1996. Siendo uno de los mejores momentos del show el instante en que interpretaron “Raven Claws”, personalmente uno de mis temas favoritos, con ayuda de nuevo de la impecable voz de Carmen Simões, señora esposa de Rune Eriksen (sí, en el Metal también hay sitio para el amor, incluso para un ex MAYHEM).
“Mephisto” fue la siguiente canción en ser interpretada haciendo un previo paréntesis en el cual, Fernando, con su voz profunda y cautivadora, nos habló en portugués de algo así como que “en Portugal somos algo más que fútbol” y “no todos somos como Cristiano o Mourinho”. Ahí queda eso. Unas frases que, a pesar de que pocos supimos a cuento de qué venían, la banda parece que continuó con más fuerza en el último tema antes de los bises finales "Full Moon Madness", con Fernando agarrando unas baquetas y uniéndose en la percusión del, también corte final, del citado disco “Irreligious”.
Tras una breve pausa, despedidas ficticias de rigor y gritos de asistentes en la sala que coreaban el nombre de la banda como si no hubiera mañana, MOONSPELL se hizo muy poco de rogar y saltó en seguida al escenario, (suponemos que conscientes de los estrictos horarios que la sala impone en sus conciertos previos a las enigmáticas fiestas de media noche patrocinadas por una cadena de peluquerías, que han cambiado incluso el nombre al lugar a partir de las 24 h…) Pero hablando de pelos, las melenas volvieron a ondear al viento con los últimos temas que la formación lusitana ofreció a su público ávido de continuar el show.
Así, en los bises finales, pudimos escuchar el brutal “Finisterra” perteneciente a su disco de 2006 “Memorial”, un corte a la vieja escuela de la banda, con voces guturales y desgarradoras, sucedido por “Night Eternal” y el megahit de principios del año 2001 “Nocturna”. Todo ello en un concierto de bastante más de hora y media que cerró pasadas las 23:15 de la noche, con la siempre emotiva y maravillosa “Scorpion Flower” con Carmen haciendo las voces femeninas, una canción que en su día grabara el señor Ribeiro junto a Anneke van Giersbergen (THE GATHERING) en una actuación con el videoclip oficial del tema de fondo.
Desde luego, no podemos negar que no haya sido un viaje al pasado intenso y memorable. Una velada mágica y apasionante, de mano de un concierto que retumbará en nuestros oídos por mucho tiempo, como un peligroso sueño entre lobos o una fantasía de una fría noche de diciembre.
Promotores:
Escalera sin peldaños (ESP Concerts)
Warpig Agency
Crónica: Jessica Tornos-Ybes
Fotos: Enrique Herrero
