CALLIOPHIS es una banda de Doom Metal en la acepción extrema del término, que lanza su segundo disco "Cor Serpentis" nueve años después de su debut. Los alemanes han dotado a las canciones de pura desazón a base de la grave afinación de guitarras y de un registro vocal a cargo de Thomas, a medio camino entre la voz rasgada y la gutural.
En este segundo disco, se puede catar Doom en la onda de los mejores KATATONIA o GHOST BRIGADE, con algo más de presencia del Death Metal. Su música está inundada por las vibraciones del pesar y el decaimiento. A todas luces, es una banda ideal para fichar por el festival Madrid Is The Dark en futuras ediciones. CALLIOPHIS hará las delicias de aquellos que gustan de sumergirse en ambientes espesos, pantanosos y depresivos, de esos en los que tu mente y espíritu entran en un estado de ánimo óptimo y al atravesar el territorio quemado que proponen sales casi sin fuerzas y desesperanzado, a la par que relajado.
Desde luego en "Cor Serpentis" no hay un Doom apto para todos los públicos, aunque se pueda disfrutar puntualmente por cualquier seguidor medio del Metal Extremo. Se trata de una obra muy cerrada en el estilo y excesivamente homogénea, con nulo espacio para dotar de matices: no hay pasajes de ritmos rápidos, no hay arreglos, no hay voces de contrapunto.
CALLIOPHIS ofrece en "Cor Serpentis" un álbum demasiado homogéneo
Las piezas se mueven todas entre los nueve y los doce minutos de duración, sin ninguna canción especialmente destacable. Dada la pétrea uniformidad de las composiciones, no recomendaría ninguna por encima de las otras, pues en todas uno acaba imbuido en esa dimensión oscura que propone CALLIOPHIS.
"Cor Serpentis" queda recomendado a los que disfruten respirando despacio en las atmósferas opresivas del Doom Death Metal. CALLIOPHIS es un grupo ideal para evadirse, relajar la mente y dejar que afloren esos pensamientos mucho más allá de lo trivial y lo mundano del día a día.