"Here Comes The Rain", el último disco de MAGNUM con Tony Clarkin

Gracias por tanta magia

Sin duda, la crítica de "Here Comes The Rain" no puede ser una reseña al uso. Es imposible empezar estas líneas sin manifestar el estado de shock en que aún me hallo tras la reciente muerte de Tony Clarkin, guitarrista, compositor, productor y colíder de los legendarios hard rockers melódicos británicos MAGNUM.

La noticia de que la banda no giraría para presentar su nuevo trabajo por problemas de movilidad de Tony no podía hacer imaginar a nadie que el desenlace sería tan súbito y fatal y que “Here Comes The Rain”, el flamante nuevo disco de la banda de Birmingham, estaría llamado a ser el epitafio de una trayectoria musical inigualable. Pero aquí estamos, tecleando, escuchando el disco, maravillándome por la grandiosidad de sus melodías y lamentándome de que este disco será, con toda probabilidad, el último que podré reseñar de la banda. Descanse en Paz, Mr. Clarkin. Gracias por tanta música y tanta magia.

"Here Comes the Rain nace cubierto de luto por la trágica y súbita desaparición de Tony Clarkin, alma mater de los veteranos y aún vigentes MAGNUM"

Rodney Matthews, la carta de presentación de "Here Comes The Rain"

“Here Comes The Rain”, marcado pues por la tragedia de la desaparición de su factótum, es un disco que enraíza con los orígenes de la banda sin dejar de sonar contemporáneo y fresco. Antes de entrar a analizar su música y sus elaboradas letras (absolutamente todo escrito en exclusiva por Clarkin) conviene que empecemos hablando de la maravillosa portada que el gran Rodney Matthews ha firmado para la banda. Autor ya de otros trabajos soberbios para la banda como “On a Storyteller´s Night”, “The Eleventh Hour”, “Chase The Dragon” o el más reciente “The Serpent Rings” así como de discos para bandas como PRAYING MANTIS, AVANTASIA, NAZARETH o ASIA, Matthews enamora con ese estilo suyo tan colorista y abigarrado como, a la vez, detallista y minucioso.

Sus portadas son ventanas a un mundo de fantasía que entronca directamente con el contenido lírico del disco. Por lo tanto, el primer acercamiento al disco es ya un deleite visual. Pero es que el deleite sonoro es incluso mayor cuando comienzan los primeros compases del teclado de Rick Benton en “Run Into The Shadows”, la inconfundible guitarra de Clarkin ofrece sus sólidos y elaborados riffs y la maravillosa voz del eterno Bob Catley acaricia nuestros oídos con su inconfundible timbre.

La producción del propio Clarkin es impecable; todo suena nítido, compacto y directo ofreciendo al oyente la posibilidad de disfrutar de la soberbia interpretación de los músicos. Dinámico, melódico y pegadizo al máximo (qué maravilla de estribillo…), así es el corte con el que abren el disco y esta es una jugada magistral pues nuestra atención está capturada desde los primeros compases del disco.

Tras el estelar arranque MAGNUM se arropa con sus ropajes más majestuosos y nos ofrecen su lado más épico y señorial con “Here Comes The Rain”, un tema a medio tiempo con pasajes impulsados por la guitarra acústica de Clarkin y los teclados de Benton, que se apoyan en el sólido trabajo de Lee Morris a la batería y del gran Dennis Ward (PINK CREAM 69, UNISONIC…) al bajo. El final del tema, con esos maravillosos arreglos de cuerdas y vientos ponen la piel de gallina por su majestuosidad y su aire cinematográfico, remata un corte en el que la banda, como hizo en el tema de apertura, se lamenta por el horror provocado por tanta guerra y destrucción.

Baladas, tiempos pausados, energía y mucha clase en las canciones del nuevo álbum de MAGNUM

Siempre comprometido con la paz, la defensa de los derechos humanos y del medioambiente, Clarkin no sólo deja tras de si un enorme legado musical, sino que también ha escrito algunas de las más bellas letras de la historia del Hard Rock. MAGNUM también será recordado por haber firmado algunas de las baladas más bellas y con “Some Kind Of Treachury” siguen la senda de míticas canciones del pasado como “Les Morts Dansants” o “Need a Lot Of Love”. La aportación de los vientos metales de Chris Aldridge y Nick Dewhurst, así como la orquestación del propio Benton con el apoyo de la ingeniera de sonido del disco y mezcladora Sheena Sear aportan un plus de grandiosidad a una canción teñida de melancolía en la que el piano de Benton y la voz de Catley brillan de manera estelar a lo largo de toda la partitura.

“After The Silence” combina un tiempo pausado en las estrofas y se acelera en el pegadizo estribillo donde, una vez más, disfrutamos de los solemnes arreglos orquestales de Benton y Sear. Pese a no ser un tema tal vez tan deslumbrante como sus antecesores, estamos ante un claro ejemplo del trabajo de orfebre de Clarkin en la composición: todo está en su sitio, todo encaja y todo suena como una perfecta máquina de hacernos vibrar con energía positiva.

"Tras una larga trayectoria jalonada de grandes trabajos MAGNUM afrontan su futuro con enorme incertidumbre pese a firmar uno de los mejores discos de los últimos veinte años"

Llegados al ecuador del disco nos sale al paso “Blue Tango” el tema que salió como adelanto del disco a finales de 2023. El corte es dinámico, enérgico y lleva la marca “Magnum” grabada en cada segundo de su duración gracias a los colosales riffs de Clarkin y a la excelsa voz de un Catley por el que parece que no pasan los años. El solo de órgano Hammond de Rick Benton nos demuestra que es una gran incorporación para una banda que en 2016 perdió al gran Mark Stanway tras más de veinte años haciéndose cargo de los teclados de la banda.

“The Day He Lied” nos habla de la violencia machista contra las mujeres y cómo se puede salir de ella a ritmo de medio tiempo lleno de dramatismo (soberbio Bob Catley una vez más) y desbordante de un lirismo abrumador gracias a los grandiosos teclados y las pétreas guitarras que, discretamente, como todo lo que hacía Clarkin, sustentan una composición gloriosa que merece toda la atención posible.

El segundo single extraído de “Here Comes the Rain” es el medio tiempo “The Seventh Darkness” que sorprendió a muchos por la valiente inclusión de trompetas y saxofones de la mano de los ya citados Aldridge y Dewhurst. Tal vez en otra canción podría haber quedado forzado, pero en esta encajan como un guante y el dueto de saxofón y guitarra en los solos es de lo más asombroso de este magnífico disco. En esta canción tal vez sea donde más brilla la guitarra de Clarkin, siempre en un discreto segundo plano, sin excesivos lucimientos, pero cuando toca dar un paso al frente su sonido es nítido y su ejecución impecable, repleta de emoción y aromas clásicos. En esta canción duele aún más si cabe entender que nunca más vamos a poder disfrutar de tanto talento porque está claro que el caudal creativo de Clarkin, como tantos veteranos músicos de su generación, no estaba en absoluto seco, sino que desbordaba riqueza sonora e innovación musical.

"Dotado de una producción deslumbrante y armado con un imbatible arsenal de melodías y letras comprometidas, Here Comes the Rain es uno de los mejores discos de la larga trayectoria de MAGNUM"

Más himnos y temas emotivos en "Here Comes The Rain"

Sobrecoge el dramatismo de “Broken City” con su desconsolado llanto por la guerra y la miseria que asola a tantos millones de seres humanos. Un grito de espanto que se arropa de arpegios de guitarra y arreglos de piano delicados y sutiles ofreciendo a Bob Catley la posibilidad de demostrarnos una vez más por qué es uno de los más grandes vocalistas de Hard Rock de todos los tiempos. Tras un corte tan estremecedor como su antecesor “I Wanna Live” tiene el desafío de levantar el ánimo e insuflar positivismo a un disco que ya atesora muchos momentos dramáticos. Y lo logra, vaya si lo logra. Sin pisar el acelerador, pero con una actitud luminosa y entusiasta, la canción se adscribe a la categoría de himno que tanto ha cultivado MAGNUM a lo largo de su carrera.

El emotivo solo de guitarra de Clarkin maravilla por su aparente sencillez aunque es todo un trabajo de artesanía sonora. Los teclados omnipresentes de Rick Benton (bellísimo el solo del final de la canción) y el maravilloso estribillo hacen de esta canción una de las mejores del disco por su desarrollo y su brillantez.

“Borderline” pone punto final al disco al más puro estilo MAGNUM: haciendo de una sencilla melodía una enorme canción que va creciendo, añadiendo matices sin perder el norte y atrapando al oyente con su elegancia señorial. Los solos tanto de Clarkin como de Benton son melódicos, sin alardes técnicos, perfectos para reforzar la melodía principal de un tema que, llegando al final, cambia súbitamente de tiempo y finalmente se remansa en un lecho de pianos que ponen la coda final a un disco maravilloso.

Si "Here Comes The Rain" ha de ser el final de MAGNUM (cosa que aún no se ha confirmado) sería el mejor imaginable: un disco a la altura de los mejores de su extensa y magnífica discografía. Well done, Mr. Clarkin. God bless you!

Discográfica: SPV/Steamhammer

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