Los madrileños BLACKTOWN BAND se consolidan como una de las bandas destacadas del Hard Rock español
Tras llamar la atención notablemente con su primer trabajo, "I (One)", editado a finales de aquel fatídico y pandémico 2020, los madrileños BLACKTOWN BAND retornan a la primera línea del frente armados con un arsenal de notable calibre al que han decidido llamar “Moonmaker”. El trío formado por la excelente vocalista Nina Agudo, el polifacético bajista y compositor Alejandro Hervás y el portentoso teclista cántabro Esteban Rabadán, que conforman el “núcleo duro” de la banda, se han hecho acompañar una vez más por el prodigioso guitarrista de origen alemán Marcus Tautz y ha reclutado al sólido batería Glenn Welman conformando así un combo de gran nivel que demuestra en este su segundo larga duración una madurez y un empaque que muchos augurábamos tras escuchar el disco debut. Estamos ante un salto notable en calidad y claridad de ideas y eso se nota en los resultados. Os lo cuento…
"Moonmaker" presenta canciones de Hard Rock directo, sólido y, a la vez, sutil y elaborado
De entrada basta con ver la excelente portada de Chuck Cuevas de Blaqk Design para comprobar que todo en este disco ha sido minuciosamente planeado y ejecutado. También se nota que la decisión de llevarlo a masterizar a los TruStudios de Richard Trubridge para rematar la elaborada producción de Hervás en los M Selva Studios ha sido decisiva a la hora de darle al álbum el punch que notamos ya de entrada en la enérgica “Drive”, un tema excelente para abrir "Moonmaker" y en el que enseguida percibimos el salto de calidad y de claridad de ideas que os comentaba. Directo a la yugular, el tema se abre con energía pulsante merced al infeccioso riff de guitarra de Tautz, el empuje del bajo de Hervás y el vigoroso sonido de órgano Hammond de Rabadán. Tras un perfecto puente instrumental llega el excelente estribillo y ahí estalla la fiesta; esto es exactamente lo que se debe hacer, en mi humilde opinión, con una canción que pones la primera en un disco. Si encima el solo de guitarra es clásico, bien ejecutado y lleno de melodía, ¿qué más podemos pedir? Un rotundo cañonazo, sí señor.
“My Medicine” mantiene la dinámica de su predecesor, aunque da un notable protagonismo al teclado de Rabadán, que hace que la canción recuerde muy gratamente a los legendarios URIAH HEEP de Ken Hensley. Hervás, autor de la música de la canción, suena colosal con su bajo, llenando cada hueco con un sonido cálido, vibrante y orgánico. Y qué decir de Nina… Vamos sólo dos canciones y queda claro que estamos ante una de las voces más destacadas del panorama Hard Rock de este país y su talento no queda sólo en la brillante interpretación que ofrece en cada tema, sino que es autora, además, de las letras de “Moonmaker”.
El tema que da título al disco se abre con uno de esos riffs colosales que se te pegan al alma de manera irremisible y evoluciona con intensidad a lo largo de su partitura de manera sinuosa y enigmática, como un animal peligroso. Quiero destacar aquí la gran labor a las guitarras de Markus Tautz, un guitarrista que brilla con la misma intensidad cuando ataca riffs furiosos que cuando dibuja finas filigranas sonoras como la que protagoniza en el interludio pausado del tema o el que lidera en el uptempo instrumental que nos recuerda a bandas legendarias como DEEP PURPLE.
“Mother” marca un momento de recogimiento y emoción en el que Nina da todo un recital de garra y pasión brillantemente acompañada por el resto de una banda que en esta ocasión demuestra su gran talento para la sutileza y la sensibilidad. El piano de Rabadán va dejando aquí y allí huellas de gran belleza, arropando el gran solo de guitarra de Tautz y liderando melódicamente una canción en la que aparecen, como no podía ser de otra manera, destellos de sus idolatrados PINK FLOYD.
A continuación la banda nos sorprende con una excelente versión del tema de GILLAN “Fighting Man”, publicado originalmente en su legendario disco “Mr. Universe” (1979). Como no podía ser de otra manera los teclados de Rabadán, pletóricos de sonido Hammond, lideran la canción de manera incontestable, como en la versión original lo hizo el gran Colin Towns y el solo de guitarra de Tautz hace justicia a aquel que en su día plasmó el fallecido Steve Byrd justo antes de que entrara en la banda el mismísimo Bernie Torme. Magnífica versión que reivindica el legado en solitario de Mr. Gillan y que demuestra que BLACKTOWN BAND son también unos enamorados de la buena música.
Los amantes de bandas como DEEP PURPLE, URIAH HEEP y PINK FLOYD verán en “Moonmaker” más de un motivo de alegría
Otro tremendo riff purpleliano a más no poder abre “Black Widow” y nos catapulta de lleno a los años 70 justo antes de que el tema se remanse sobre el sutil piano de Rabadán y nos arrulle la bellísima voz de Nina. Los dibujos del bajo de Hervás vuelven a cobrar un protagonismo clave en el desarrollo de un tema que repta sinuoso por nuestros oídos vertiendo en veneno sonoro de las armonías más oscuras de "Moonmaker". Estamos, en mi opinión, ante una de las mejores canciones de este ya más que destacable disco, no sólo por su compleja estructura compositiva, sino por su vigor, energía y brillantez interpretativa. Un tema memorable que nos demuestra que esta banda tiene mucho y muy bueno en su zurrón. Tras la avalancha sonora llega el momento de calma que ofrece “Untold Story”, es un tema en el que el piano y el emotivo violonchelo de Daniel S. Karin describen un escenario lúgubre y apesadumbrado en el que la voz de Nina vuelve a ser la absoluta protagonista de esta historia de amor imposible no contada aunque desesperadamente deseada y la guitarra de Markus deja momentos de gran intensidad melódica.
“Stone” retorna a la senda del Hard Rock clásico, de esencias setenteras y perfecta ejecución, lo cual es ya el santo y seña de BLACKTOWN BAND en este disco que va llegando ya a su fin. El pasaje instrumental tiene ecos de los legendarios THE DOORS y de los añorados THIN LIZZY, aunque todo son matices y reflejos de influencias innegables de bandas que están en el ADN de los madrileños.
El broche final del álbum lo pone “Reach the Stars”, una canción de vocación coral en la que colabora Romina Barba acompañando a Nina y que con su estribillo pegadizo y alegre deja con ganas de más.
En definitiva, estamos ante la consolidación de BLACKTOWN BAND, una banda de raíces clásicas que tiene por delante una gran trayectoria repleta de buena música y muchos conciertos en directo, que es lo que estamos deseando poder disfrutar quienes hemos tenido la ocasión de ver la evolución de esta excelente banda.
Discográfica: Lady Stone Records
Más información sobre BLACKTOWN BAND y su "Moonmaker" en su página de Facebook.