Crítica de "Shine", el innovador disco de GIANT REV

La embaucadora magia de la música de GIANT REV

Hay discos que tienen la virtud, y sí, recalco virtud, de no dejarte ver o intuir de primeras hacia dónde se dirige la propuesta musical que atesoran. Discos que te ponen verdaderas trabas a la hora de comprender y asimilar cuál es el concepto que pretenden defender. Sin embargo, en el caótico y, puntualmente, incómodo trayecto que nos deparan sus escuchas, se logra vislumbrar entre tanta humareda auditiva un atractivo y embaucador encanto que acaba ejerciendo de base con la que hallar tu personal interpretación de lo que te estás llevando a los oídos y con la que trazar un hilo conductor que aúne y genere un poderoso vínculo entre tanta disparidad de elementos. El cuarteto barcelonés GIANT REV, al cual sacamos a la palestra tras editar recientemente “Shine”, su segundo y último largo, se mueve en esta tendencia descrita en líneas anteriores.

Dice la nota de prensa que nuestros cuatro amigos catalanes hacen Rock. Bueno, bien. Tan correcto como impreciso e insuficiente quizás, y más teniendo en cuenta el grandilocuente bailoteo musical al que nos somete la agrupación durante todo el lanzamiento. Como quise dejar patente más arriba, hay mucha ambigüedad en este trabajo. Hay Rock Melódico, Modern Rock, cierto gusto por el Rock Sinfónico e incluso puntuales incursiones en el Pop clásico de cadencia más guitarrera o en el Rock Progresivo. Igualmente, y por momentos, en "Shine" reina cierta anarquía bien medida y un espíritu innovador y vanguardista que, diría, podrá seducir a un público escrupulosamente clásico dentro del ámbito rockero como a uno más contemporáneo y familiarizado con otro tipo de patrones.

Pero, principalmente, la gran virtud que atesora "Shine" es la de resultar valiente y, a su modo, original, pero nunca pretencioso. Esta gente juega a muchas cosas pero, desde luego, juega más que bien.

Las canciones de “Shine” huyen de la ortodoxia y el acomodamiento al darse la mano el Rock Melódico, el Modern Rock o el Rock Sinfónico

Estamos ante cuatro músicos que logran salirse con la suya una y otra y otra vez, evidenciando tener un importante bagaje en el mundillo, bastante cultura del gremio y unas más que reconocibles aptitudes premiadas con el necesario talento de base como para sacar a flote un lanzamiento de estas características, que huye de la ortodoxia y el acomodamiento. A su vez, el sonido del álbum, a mi modo de ver, roza la perfección, hallándose en el ecuador entre la indispensable esencia orgánica que aupe y abrillante los matices más clásicos y un acabado más moderno para que el resultado final no se antoje como desfasado pero tampoco empalagoso.

Por otra parte, y dejando de lado todo el buen hacer que hay a nivel individual, el trabajo coral en los estribillos me ha parecido tan soberbio y sorprendente como para mencionarlo aquí. En lo que a esto respecta, no es difícil acordarse de QUEEN y de tantas otras formaciones que, en su día, elevaron un peldaño esta labor y le lograron dar un sello tan personal e inimitable a sus polifonías vocales en los estudios de grabación.

Con “Chances Ahead” te dejas atrapar por el piano y los violines iniciales y ese aroma a medio tiempo templado al que le ayuda a dar forma la sigilosa voz de Pau, apoyado recurrentemente en unos llamativos falsetes que nos recuerdan a los de Justin de THE DARKNESS.

En otros temas como “Nothing's Really What It Seems” o “King Of The World” nos encontramos una dinámica más moderna y un sonido con bastante más cuerpo. En “Shine” nos podemos acordar de Elton John, GHOST, quizás, al aterrizar el estribillo o de QUEEN en la época de “Innuendo” en ese brillante puente intermedio orquestal que nos ofrece la banda cerca del tramo final.

“Death Is Not Real” es otro medio tiempo de claro perfil MUSE, tanto en lo instrumental como en el apartado vocal, mientras que “Cosmic Dawn” se abre paso con unas guitarras propias del Southern Rock más vigente, teniendo en su haber un acabado muy americano, como a su vez lo tiene “Rock On”, una pieza elegante y con un groove muy especial que hasta podrá recordarte a los EXTREME más actuales.

“Live” es un sucedáneo de Rock noventero “a la californiana”, pero dotado de un estribillo más clásico. Con “Find Yourself” te podrías ubicar perfectamente en las sonoridades de BON JOVI de finales de los 90 y primeros 2000 y, finalmente, “We're All One”es un corte estiloso cuya batuta la llevan el piano y la voz de Pau, el cual me llega a recordar en esta ocasión al estrafalario cantante neerlandés Robby Valentine, ahijado musical de QUEEN donde los haya.

“Shine”, un álbum variado y polifacético

Difícil aburrirse o sentirse indiferente ante un trabajo tan polifacético como lo es “Shine”.

Es cierto que, de primeras, puede resultar tan confuso como abrumador, pero todo lo que te vas encontrando en el camino está tan cuidado y trabajado que, a poco que tengas el oído medianamente trabajado y curtido, el cuerpo te pedirá otra escucha al finalizar la primera toma de contacto. Banda muy interesante ya a tener en cuenta.

Puedes comprar "Shine" en la tienda de The Fish Factory.

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