Como una visión del pasado. Un arañazo en la piel por el que penetra de nuevo la sensación de oscuridad. Ese podría ser el boceto para empezar a desgranar el nuevo álbum de los ingleses PARADISE LOST: “The Plague Within”, el cual presentarán en directo este noviembre (más sobre la gira española de PARADISE LOST). Y es que hablar de PARADISE LOST es mencionar un pesado nombre que lleva a sus hombros la carga de ser uno de los pioneros del género Death/Doom que, desde los inicios de los años noventa, nos ofreció ese denso y oscuro sonido junto a bandas del calibre de MY DYING BRIDE o ANATHEMA.
Vídeo de "No Hope In Sight"
Más de veinticinco años a sus espaldas rubrican la historia de la banda, que nos sitúa con este “The Plague Within” ante, nada menos que, su 14º trabajo discográfico. Una senda por la que han transitado sonidos muy volubles y épocas en forma de paréntesis (que parecían alargarse más de la cuenta) coqueteando con la electrónica a lo DEPECHE MODE, junto a unos inicios más extremos que han querido recuperar en los últimos años, asentando el sonido de aquel óptimo “Tragid Idol” de 2012, y antes de éste “In Requiem”, que mostraban ya los propósitos de volver a sus raíces de la banda de Nick Holmes -vocalista también de BLOODBATH desde 2014 y hecho que quizá ya nos daba una pista sobre las intenciones de Holmes de regresar a las voces más extremas y guturales-.
Pero entonces, ¿podemos afirmar que estamos ante una regresión a los orígenes más indómitos de PARADISE LOST? Bueno, quizá eso sea mucho decir. No obstante es innegable la avidez del grupo (y de los fans) por ello, y es indudable que las canciones del plástico hablan por sí mismas. Sabor a puro Death/Doom desde su arranque con “No Hope In Sight”, tema single que ya nos golpea con dureza; melodías densas y pegadizas, growls y guturales por parte del señor Holmes que se entremezclan con voces limpias y unas impecables guitarras extremadamente inconfundibles por parte de Gregor Mackintosh. Un tema cien por cien PARADISE LOST.
No obstante la oscuridad melódica no ha hecho más que empezar, pues en el plástico siguen rodando temas como es el caso de los dos más extremos del disco, los cuales caminan hacia la brutalidad como son “Terminal” con riffs rápidos y cortos aderezados con voz gutural y “Flesh From Bone”, un corte de sabor a Death Metal crudo y despiadado, con un ritmo que no da tregua.
Mucho más rockeras y dentro de un estilo casi Stoner/Rock and Roll se podrían englobar otra pareja de canciones como son “Punishment Through Time” y “Cry Out”, dos piezas bastante originales con una calidad encomiable. Aunque si de sobresalientes hablamos, habría que mencionar uno de los temas más destacados para quien escribe estas líneas, ese es “Victim Of The Past”. Un corte que -creo- tiene algo especial. Una inquietud casi mágica. Una pieza que conserva la tensión durante toda su duración en forma de un anhelo convertido en riffs rompedores de guitarras que se entremezclan con violines y orquestaciones. Una canción de voz limpia que hacia el final se va tornando en cada vez más agresiva y extrema, todo en ello dentro de una atmósfera muy tensa y lúgubre.
Vídeo de "Broken Earth"
Dramática y delicada (y algo chirriante dentro del disco- a mi parecer-) es “An Eternity Of Lies” una pista muy gótica aderezada con voces femeninas en un estilo muy LACUNA COIL, corte que junto a la extremadamente Doom “Beneath Broken Earth” conforman algunas de las piezas más lentas del álbum; sin olvidarnos de mencionar “Sacrifice The Flame”, pura nostalgia Doom Metal, densa y lóbrega que nos recuerda a discos como “Icon” o el mismísimo “Draconian Times”.
Para cerrar el círculo de oscura toxicidad, PARADISE LOST rubrica su firma final en el último tema del álbum: “Return To The Sun”. Un corte cuyo arranque parece propio de la banda sonora de una película de terror. Una especie de profecía cumplida. Y es que ese es el camino que parece han querido tomar. Un regreso deseado. Una reencarnación de sí mismos en un tiempo nuevo.
Jessica Tornos
