Crónica del primer concierto de BEWITCHER y ABSALEM en Madrid (sala Silikona, 30 de marzo de 2024)
La Semana Santa no falla. Da lo mismo cuando caiga, la probabilidad de que la lluvia haga acto de presencia arruinando vacaciones o aumentando la pereza para salir de casa a los que nos habíamos quedado en la capital siempre es cercana al cien por cien. La noche del sábado santo, también pasada por agua, invitaba más bien poco a abandonar la manta y el sofá pero los que teníamos ganas de música en directo encontramos una buena opción con la primera visita a España de los estadounidenses BEWITCHER.
No fui el único que venció la pereza con una primavera convertida otra vez en invierno ya que, en el mejor de los momentos, la sala lució una media entrada que teniendo en cuenta fecha, el tiempo y el grupo en cuestión era bastante más de lo que esperaba, sinceramente. Esto implicó un buen ambiente tanto para la descarga del trío de Portland como para la de ABSALEM, la banda española (sus integrantes proceden cada uno de una Comunidad Autónoma) encargada de abrir sus actuaciones en esta gira, a excepción de la fecha de Barcelona.
Voluntarioso show de ABSALEM
A las 20:30 mientras sonaba por los altavoces de la sala la intro “Anima”, que también abre y da título al último EP del cuarteto, Víctor Villar tomaba posición tras su batería y la bajista Carolina García y el guitarrista Miguel Ángel Gómez (el único que jugaba “en casa” de los cuatro) hacían lo propio a ambos lados del escenario. La vocalista Gina Barbería esperaba pacientemente desde el foso para subirse al escenario como un torbellino y arrancar la actuación, propiamente dicha, con “Obscura”, su sencillo de 2022 recogido también en este nuevo EP que presentaban.
Con tan sólo un disco completo editado hasta la fecha, “Chaosvolution”, parecía lógico que ABSALEM tocara bastantes de sus cortes pese a que va camino de cumplir siete años (aunque supongo que la pandemia y los cambios de formación habrán tenido que ver en ello) en su actuación de tres cuartos de hora que algunos parecieron disfrutar mucho mientras que otros no llegaron a conectar con su música en ningún momento. En estudio, lo que escuché, no me terminó de convencer demasiado y lo cierto es que el sonido esa noche tampoco acompañó, sobre todo, en los cortes iniciales como pasó en “Burned To Ashes” y la citada “Obscura” por lo que mis impresiones no mejoraron.
Lo que es innegable es lo voluntariosa que se mostró toda la banda por agradar en todo momento. Con su vocalista Gina como punta de lanza tratando de animar el cotarro continuamente y sacándole todo el partido posible a su tarima no escatimó en pedir palmas o mover los brazos de lado a lado al público como hizo en “The Forest”, obteniendo para mi sorpresa la reacción positiva de la mayoría de la gente de las primeras filas. Me pareció una frontwoman bastante competente que, en mi opinión, se movió mejor en los guturales que en las voces limpias, apoyada en las tareas vocales por Carolina a los coros.
Para esta actuación contaron con dos colaboraciones especiales. La primera de ellas fue para “Chaosvolution” y corrió a cargo de un total desconocido para mí, de nombre artístico Chevi Jodan (por edad yo me quedé en los Jackass originales pero parece que pertenecer a su versión española le ha granjeado bastantes seguidores y popularidad a pesar de que yo no haya sido capaz de encontrar su nombre real), que se encargó de la segunda guitarra. Y es que, cuando grabaron su primer disco, eran dos los guitarristas en la banda y ahora todas las partes de guitarra corren a cargo de Miguel Ángel exclusivamente. Esto creo que también se notó en el sonido de los temas más antiguos aunque hubiera en algunos momentos también teclados “disparados” tal y como tienen sus canciones en estudio.
La segunda colaboración tuvo como protagonista al vocalista de la banda madrileña SCARS OF OBLIVION, Marcos Gandía, que se subió al escenario para cantar junto a Gina el tema “Haunted” de su EP, si no estoy equivocado. No les quedó mal pero desde mi posición a Marcos se le escuchaba un poco bajo. Sea como fuere fue un bonito gesto aprovechar que tocaban en Madrid para invitarle a cantar con ellos.
En su repertorio también tuvieron cabida “Fear My Wrath” de “Chaosvolution” y “Lord Of The Flies”, que completó la presentación íntegra de “Anima” (el EP tiene tres canciones y la intro) y donde vi a Gina “sufrir” más para sacar adelante los registros vocales limpios. Fueron despedidos con una ovación sonora recompensando su entrega, que fue total como decía al comienzo, pero no estoy muy seguro que fuera la mejor elección para abrir a un grupo de Speed Metal como Bewitcher. Por lo que comentaron durante su actuación en breve sacarán nueva música así que, si te gustaron, sígueles la pista para ver la onda por la que irán sus nuevas composiciones que no creo que difiera demasiado de lo ofrecido en “Anima”.
BEWITCHER se desata
A la hora estipulada todo estaba listo para que BEWITCHER saltara a las tablas dispuestos a no hacer prisioneros. Y, desde luego, no los hicieron porque la intensidad que derrocharon durante toda su descarga fue apabullante. Lo malo es que si el sonido de los teloneros dejó un poco que desear, en el caso de los de Portland fue incluso peor. Está claro que su sonido es crudo y “sucio” pero, por momentos, me costaba reconocer las canciones hasta que llegaba el estribillo. En mi opinión fue una lástima porque su música necesita sonar en condiciones para poder ser disfrutada de la misma manera.
“Deep Cuts & Shallows Graves”, el motivo de esta gira, reúne varias de sus primeras demos junto a material que tenían sin editar y las dos nuevas canciones “Manifesting Darkness” y “Our Lady of Speed” que, obviamente, interpretaron en su breve pero intenso concierto. Y ese fue otro de los “problemas” para mí. La intensidad fue inversamente proporcional a la duración por lo que el vertiginoso ritmo del concierto hizo que el mismo no llegara ni a los sesenta minutos. Siempre me quejo de esto pero creo que un grupo con tres discos editados y numerosas demos se queda muy corto si en directo toca doce canciones (sobre todo teniendo en cuenta lo que duran algunas de ellas…) y un “medley”, por muy intenso y a piñón que toquen.
Así, la instrumental “Ashe” sirvió como intro a “Death Returns…”, primer tema de su anterior “Curse Be Thy Kingdom” provocando mucho movimiento y puños en alto en las primeras filas que, sin duda, vivieron con fervor la descarga del trío. Sin dar ningún tipo de respiro siguieron a lo suyo enlazando una detrás de otra “Our Lady Of Speed”, bastante deudora de VENOM, “Too Fast for the Flames” (y tanto que lo fueron…), y la fugaz “Speed ´til You Bleed” dejándonos prácticamente exhaustos. Y eso que acababan de empezar.
Matt Litton habló lo justo para darnos la bienvenida, agradecer nuestra presencia y presentar “Electric Phantoms”. Mucho mejor dejar hablar a su Epiphone Flying V y seguir dando tralla con la oscura “Valley Of The Ravens”, algo menos rápida que sus predecesoras pero ideal igualmente para dejarse las cervicales, y “Manifesting Darkness”, una de esas canciones de nuevo cuño que me parece magistral y que el mejorable sonido impidió disfrutar en todo su esplendor. El grupo seguía imparable y a la mayoría de la gente poco parecía importarle que no estuvieran teniendo, como decía, el mejor de los sonidos por la forma en la que recibían las canciones.
No sólo Matt fue protagonista de la descarga pues su compañero de andanzas desde los orígenes de BEWITCHER, el bajista Andy Mercil, también acaparó muchas miradas sin parar de moverse, acercarse al borde del escenario y apoyar al guitarrista en las tareas vocales haciendo coros a lo largo de todo el bolo. Muy buena su actuación y presencia escénica, sin duda. Por su parte, el chico “nuevo” a las baquetas (que lleva ya un lustro) Aris Wales cumplió a la perfección con su cometido aportando contundencia y precisión tras su kit.
Nuevo momento de presentaciones para, en este caso, recalar de nuevo en su disco “Under The Witching Cross” y tocar varios temas del mismo en formato medley. No acabé de entender por qué mutilar el que le da título, “Hexenkrieg” y la tremenda “In the Sign Of The Goat” en lugar de tocarlas todas ellas de forma completa y haber dado un concierto de algo más de una hora, pero es lo que hay. Una lástima porque justo después siguieron incidiendo en el mismo disco con “Heathen Woman”.
Como comentaba anteriormente, el endiablado ritmo que llevaba la actuación me hacía sospechar, como así era, que estábamos llegando al final. Menos mal que no se dejaron en el tintero “Bewitcher” (me parecía imposible que la dejaran fuera pero vaya usted a saber), aunque sin la siniestra parte inicial, cuyo estribillo fue coreado a rabiar por los presentes ni “Sin Is In Her Blood”, siguiente en caer y tras la que hicieron un amago de terminar mientras la sala coreaba el nombre del grupo y empezaban los típicos “oooeeesss”.
Ni siquiera se bajaron del escenario para rematar la faena a golpe de otra dupla de “Curse Be Thy Kingdom” compuesta por la homónima y la heavy “Satanic Magick Attack” que dejó satisfechos a muchos pero que a mí me dejó con ganas de que se alargara un poco más su concierto porque se dejaron “Mystifier”, “Wild Blasphemy” o “Rebellion at the Gates of Heaven” que me flipan, por citar sólo algunas. De cualquier modo disfruté todo lo que la sala y su sonido me permitió y con eso me quedo. Si no conoces a BEWITCHER aún y te gusta el Heavy Speed con tintes Black ya estás tardando, porque los de Oregon son más que recomendables. A ver si como me comentó el bajista al término del concierto ensayan más y la próxima vez llegamos a los setenta minutos.
Promotora: ITP Promotions
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