“20 Years Of Hardcore”. Desde luego, no se han estrujado la cabeza… PRO-PAIN es uno de esos grupos que entró en mi vida casi sin querer. Cuando el Metal vivía sus peores días, desplazado de los grandes medios, con problemas de ventas de discos y entradas para conciertos, en un estado de indefinición que, afortunadamente, llevó a una regeneración, una serie de nombres llegaron a mi colección durante la década de los noventa: LIFE OF AGONY, PRONG, HELMET, CORROSION OF CONFORMITY o PRO-PAIN. Estos últimos me los había recomendado un amigo pero como también me acercó a LIFE OF AGONY me quedé, inicialmente, tan anonadado con el impacto que me produjo la banda de Keith Caputo y su memorable “River Runs Red” que relegué a PRO-PAIN hasta que un día me compré su debut “Foul Taste Of Freedom”.
Habituado a formaciones como SICK OF IT ALL o BIOHAZARD, PRO-PAIN me atrapó porque sobre su indudable base Hardcore, ahondaba en el Metal incluso más que sus paisanos. Personalmente, “Foul Taste Of Freedom”, a pesar de su cuestionable producción, me parece un clásico de aquellos años, quizá no tan loado como “Scratch The Surface” (SICK OF IT ALL) o “Urban Discipline” (BIOHAZARD) pero, en mi opinión, cuanto menos de similar nivel. No obstante, había un pequeño “truco”. A pesar de ser su carta de presentación, el líder de PRO-PAIN, Gary Meskill, ya había editado dos trabajos con CRUMBSUCKERS, conjunto seminal del Crossover de Nueva York. Por lo tanto, sabía lo que se traían entre manos y logró plasmarlo, no sólo en ese primer esfuerzo, sino también en los posteriores “The Truth Hurts” (su punto álgido en popularidad) o “Contents Under Pressure”.
¿Qué ocurrió entonces? Un cúmulo de circunstancias impidió la consolidación del grupo. Cambios de compañía discográfica, falta de estabilidad en el puesto de guitarrista y, sobre todo, un bajón compositivo remarcable. Todo es opinable pero considero que desde su cuarta y homónima entrega hasta el reciente “Absolute Power” jamás han vuelto a alcanzar las cotas de calidad con las que nos deleitaron en sus inicios. En todas sus obras encuentras dos o tres cortes muy potentes y que recuerdan glorias pasadas pero, salvo “Prophets Of Doom”, que me parece un gran álbum, la solidez de antaño se echa de menos. Como, además, son muy productivos (doce álbumes de estudio más uno de versiones), tienes la sensación esa de “¡Buff! Otra vez estos pesados” y se hace cuesta arriba escuchar un disco completo de esta gente porque el tedio es inevitable.
Con dos recopilatorios y un directo a sus espaldas, el celebrar su vigésimo aniversario con una nueva edición de “lo mejor de…” hubiera sido una idea poco inteligente pero como tampoco tenía sentido pasar la efeméride metiéndose en el estudio a grabar un puñado de nuevas canciones, ha elegido un curioso popurrí que da forma a “20 Years Of Hardcore”. A saber: cuatro cortes compuestos para la ocasión, regrabación de otros tantos clásicos, una versión y catorce temas en directo de un concierto que dieron en Brno (República Checa). Todo este batiburrillo se completa con un DVD que, a priori, parece interesante (no lo hemos visto aún), con un show en Belgrado de 1998, extractos de actuaciones en diversos años en el festival With Full Force, cinco cortes de otro recital en Alemania y las ya típicas tomas filmadas por fans. Un compendio bastante completo para el seguidor medio de los estadounidenses.
El comienzo de “20 Years Of Hardcore” hace referencia al presente, a esa especie de EP dentro de este recopilatorio que han escrito ex profeso. “Damnation” contiene todos los clichés que uno puede esperar en PRO-PAIN, dicho esto en sentido positivo. Paladeas un sabor añejo y percibes una suerte de auto-homenaje a su extensa trayectoria. Lo peor que tiene es el minutaje porque para una banda tan directa, cinco minutos y medio es demasiado y acaba en un bucle absolutamente superfluo. Su lado más Groove aparece en “True Liberation”. Es una vertiente que exploraron desde sus inicios con acierto pero últimamente no habían sabido plasmar en sus composiciones y aquí tampoco cuaja. El tratamiento vocal que da Gary es lo mejor de “Hands In The Jar”, un tema nada espectacular que funciona. De todas las canciones nuevas, llama la atención “Someday Bloody Someday” o cómo presentar dos partes diferenciadas en escaso minuto y medio. Cuarenta segundos de Hardcore intenso dan paso a unos coros “poperos” (¡!) paradójicos para su rudeza habitual.
El póker de regrabaciones nos lleva a sus orígenes, a los tres primeros trabajos que editaron. A diferencia de, por ejemplo, SICK OF IT ALL, sí que oigo elementos distintos en estas versiones, probablemente porque aquellos álbumes carecían de un sonido acorde con su calidad. De ahí que suenen distintas “Foul Taste Of Freedom”, “Make War (Not Love)”, “Denial” o “Shine” y he de reconocer que han salido airosos del experimento. También notable la versión del “Keine Amnestie Für MTV” de los germanos BÖHSE ONKELZ, de quienes ya se acordaron en su “Run For Cover”. Aun siendo el segmento menos atractivo, en teoría, de “20 Years Of Hardcore” es interesante escuchar el resultado.
Es el directo el que no me convence por tres motivos, dos de ellos objetivos, el último desde un plano personal. El griterío del público, o mucho me equivoco, o está metido con calzador. Es cien por cien antinatural. Si a esto le unimos que la música suena excesivamente limpia y poco cruda para algo que sale directamente de un escenario, la impresión general es, cuanto menos, extraña. Es decir, la sensación de estar oyendo algo “en vivo” se difumina. Por último, y esto es cosecha propia, la selección de temas es dudosa. De sus cuatro primeros discos, solo se recoge la omnipresente “Foul Taste Of Freedom” por lo que se concentran en las etapas menos inspiradas, si bien al elegir con acierto, como máximo, un par de cortes de cada álbum, no hay mucho relleno. También el coger canciones más nuevas se deba a que no querían coincidir en demasía con el repertorio de su otro directo, “Road Rage”.
Sea como fuere, “20 Years Of Hardcore” se aproxima más a ser un producto para el fanático del grupo que para un seguidor ocasional que quiera adentrarse en la dilatada carrera de PRO-PAIN. En este último caso, recomendaría comenzar por su obra durante los noventa que os sumergirá en un grupo francamente bueno que, seguramente, no ha conseguido lo que debería, máxime viendo a compañeros de generación y estilo triunfar y tener la categoría de “leyendas”. En ese aspecto, creo que PRO-PAIN también lo son, por méritos propios, aunque la historia no lo refleje como tal. Para cualquier amante del Hardcore más cercano al Metal de la inagotable cantera de Nueva York, trabajos como “Four Taste Of Freedom” o “The Truth Hurts” siempre serán una delicia.
Marco-Antonio Romero
"Con dos recopilatorios y un directo a sus espaldas, el celebrar su vigésimo aniversario con una nueva edición de "lo mejor de…" hubiera sido una idea poco inteligente pero como tampoco tenía sentido pasar la efeméride metiéndose en el estudio a grabar un puñado de nuevas canciones, PRO-PAIN ha elegido un curioso popurrí que da forma a 20 Years Of Hardcore".“20 Years Of Hardcore”. Desde luego, no se han estrujado la cabeza je, je… PRO-PAIN es uno de esos grupos que entró en mi vida casi sin querer. Cuando el Metal vivía sus peores días, desplazado de los grandes medios, con problemas de ventas de discos y entradas para conciertos, en un estado de indefinición que, afortunadamente, llevó a una regeneración, una serie de nombres llegaron a mi colección durante la década de los noventa: LIFE OF AGONY, PRONG, HELMET, CORROSION OF CONFORMITY o PRO-PAIN. Estos últimos me los había recomendado un amigo pero como también me acercó a LIFE OF AGONY me quedé, inicialmente, tan anonadado con el impacto que me produjo la banda de Keith Caputo y su memorable “River Runs Red” que relegué a PRO-PAIN hasta que un día me compré su debut “Foul Taste Of Freedom”.Habituado a formaciones como SICK OF IT ALL o BIOHAZARD, PRO-PAIN me atrapó porque sobre su indudable base Hardcore, ahondaba en el Metal incluso más que sus paisanos. Personalmente, “Foul Taste Of Freedom”, a pesar de su cuestionable producción, me parece un clásico de aquellos años, quizá no tan loado como “Scratch The Surface” (SICK OF IT ALL) o “Urban Discipline” (BIOHAZARD) pero, en mi opinión, cuanto menos de similar nivel. No obstante, había un pequeño “truco”. A pesar de ser su carta de presentación, el líder de PRO-PAIN, Gary Meskill, ya había editado dos trabajos con CRUMBSUCKERS, conjunto seminal del Crossover de Nueva York. Por lo tanto, sabía lo que se traían entre manos y logró plasmarlo, no sólo en ese primer esfuerzo, sino también en los posteriores “The Truth Hurts” (su punto álgido en popularidad) o “Contents Under Pressure”.¿Qué ocurrió entonces? Un cúmulo de circunstancias impidió la consolidación del grupo. Cambios de compañía discográfica, falta de estabilidad en el puesto de guitarrista y, sobre todo, un bajón compositivo remarcable. Todo es opinable pero considero que desde su cuarta y homónima entrega hasta el reciente “Absolute Power” jamás han vuelto a alcanzar las cotas de calidad con las que nos deleitaron en sus inicios. En todas sus obras encuentras dos o tres cortes muy potentes y que recuerdan glorias pasadas pero, salvo “Prophets Of Doom”, que me parece un gran álbum, la solidez de antaño se echa de menos. Como, además, son muy productivos (doce álbumes de estudio más uno de versiones), tienes la sensación esa de “¡Buff! Otra vez estos pesados” y se hace cuesta arriba escuchar un disco completo de esta gente porque el tedio es inevitable.Con dos recopilatorios y un directo a sus espaldas, el celebrar su vigésimo aniversario con una nueva edición de “lo mejor de…” hubiera sido una idea poco inteligente pero como tampoco tenía sentido pasar la efeméride metiéndose en el estudio a grabar un puñado de nuevas canciones, ha elegido un curioso popurrí que da forma a “20 Years Of Hardcore”. A saber: cuatro cortes compuestos para la ocasión, regrabación de otros tantos clásicos, una versión y catorce temas en directo de un concierto que dieron en Brno (República Checa). Todo este batiburrillo se completa con un DVD que, a priori, parece interesante (no lo hemos visto aún), con un show en Belgrado de 1998, extractos de actuaciones en diversos años en el festival With Full Force, cinco cortes de otro recital en Alemania y las ya típicas tomas filmadas por fans. Un compendio bastante completo para el seguidor medio de los estadounidenses.El comienzo de “20 Years Of Hardcore” hace referencia al presente, a esa especie de EP dentro de este recopilatorio que han escrito ex profeso. “Damnation” contiene todos los clichés que uno puede esperar en PRO-PAIN, dicho esto en sentido positivo. Paladeas un sabor añejo y percibes una suerte de auto-homenaje a su extensa trayectoria. Lo peor que tiene es el minutaje porque para una banda tan directa, cinco minutos y medio es demasiado y acaba en un bucle absolutamente superfluo. Su lado más Groove aparece en “True Liberation”. Es una vertiente que exploraron desde sus inicios con acierto pero últimamente no habían sabido plasmar en sus composiciones y aquí tampoco cuaja. El tratamiento vocal que da Gary es lo mejor de “Hands In The Jar”, un tema nada espectacular que funciona. De todas las canciones nuevas, llama la atención “Someday Bloody Someday” o cómo presentar dos partes diferenciadas en escaso minuto y medio. Cuarenta segundos de Hardcore intenso dan paso a unos coros “poperos” (¡!) paradójicos para su rudeza habitual.El póker de regrabaciones nos lleva a sus orígenes, a los tres primeros trabajos que editaron. A diferencia de, por ejemplo, SICK OF IT ALL, sí que oigo elementos distintos en estas versiones, probablemente porque aquellos álbumes carecían de un sonido acorde con su calidad. De ahí que suenen distintas “Foul Taste Of Freedom”, “Make War (Not Love)”, “Denial” o “Shine” y he de reconocer que han salido airosos del experimento. También notable la versión del “Keine Amnestie Für MTV” de los germanos BÖHSE ONKELZ, de quienes ya se acordaron en su “Run For Cover”. Aun siendo el segmento menos atractivo, en teoría, de “20 Years Of Hardcore” es interesante escuchar el resultado.Es el directo el que no me convence por tres motivos, dos de ellos objetivos, el último desde un plano personal. El griterío del público, o mucho me equivoco, o está metido con calzador. Es cien por cien antinatural. Si a esto le unimos que la música suena excesivamente limpia y poco cruda para algo que sale directamente de un escenario, la impresión general es, cuanto menos, extraña. Es decir, la sensación de estar oyendo algo “en vivo” se difumina. Por último, y esto es cosecha propia, la selección de temas es dudosa. De sus cuatro primeros discos, solo se recoge la omnipresente “Foul Taste Of Freedom” por lo que se concentran en las etapas menos inspiradas, si bien al elegir con acierto, como máximo, un par de cortes de cada álbum, no hay mucho relleno. También el coger canciones más nuevas se deba a que no querían coincidir en demasía con el repertorio de su otro directo, “Road Rage”.Sea como fuere, “20 Years Of Hardcore” se aproxima más a ser un producto para el fanático del grupo que para un seguidor ocasional que quiera adentrarse en la dilatada carrera de PRO-PAIN. En este último caso, recomendaría comenzar por su obra durante los noventa que os sumergirá en un grupo francamente bueno que, seguramente, no ha conseguido lo que debería, máxime viendo a compañeros de generación y estilo triunfar y tener la categoría de “leyendas”. En ese aspecto, creo que PRO-PAIN también lo son, por méritos propios, aunque la historia no lo refleje como tal. Para cualquier amante del Hardcore más cercano al Metal de la inagotable cantera de Nueva York, trabajos como “Four Taste Of Freedom” o “The Truth Hurts” siempre serán una delicia.Marco-Antonio Romero