El Leyendas Del Rock se ha hecho grande amigos. Si era un festival que ya apuntaba maneras gracias a la impecable gestión de Marcos Rubio y Sufriendo & Gozando, se ha ganado la confianza de medios y aficionados con su transparencia y su cercanía a los mismos.
La edición del 2013 se ha celebrado en la alicantina localidad de Villena y una vez más ha estado alejada de la costa, pero sin duda se trata de un cambio a mejor. Las instalaciones de este año están años luz por encima de la mayoría de eventos de este tipo. Un amplio polideportivo con césped, abundancia de aseos, precios asequibles, dos escenarios amplios y uno pequeño que no es otra cosa que el que han usado hasta ahora, esto es un indicativo de que el Leyendas ha crecido.
30.000 personas se han acercado hasta Villena para disfrutar de lo mejor del Heavy Rock nacional e internacional, más internacional que nunca con un buen puñado de bandas de alto calibre y lo mejor es que esta es la línea a seguir a partir de ahora, aunque sin más dilación vamos con las crónicas de los conciertos.
Crónica de Txema Sáez y Jorge Osoro
Fotos de Yalinku, por cortesía de Metaltrip.com
ANKHARA
Una de las cosas magníficas del Leyendas Del Rock es que cada año suele ofrecer algún concierto de reunión. Este año tocaba la de los madrileños ANKHARA, la denostada por muchos y querida por pocos (entre los que me encuentro) banda de Heavy se marcó un bolo muy profesional pese a los evidentes problemas que registró ese escenario durante todo el festival.
En concreto el amplificador del guitarrista Cecilio no sonaba y muchas veces las guitarras pasaban desapercibidas, pero pese a esto da gusto ver el estado de forma de su vocalista Pacho Brea que estos años ha estado girando con su banda HYBRIS.
Con un set formado principalmente por temas de sus dos primeros discos la gente que estábamos allí torrándonos al sol lo pasamos bastante bien con canciones como “No Mires Atrás”, “Hasta El Fin” o “Mente Atormentada”, dejando para el final un par de perlitas como una genial versión del “Nightcrawler” de JUDAS PRIEST y su superhit “Acordes Mágicos”.
Txema Sáez
LEO JIMÉNEZ
Meritorio es que el músico madrileño reuniera a un público realmente numeroso cuando todavía pegaba el sol. Lo de LEO JIMÉNEZ es un caso de superación personal, de asumir retos cada vez más grandes y desde luego trabajo, trabajo y más trabajo.
Su concierto sonó impresionante y además tuvo un set donde no faltó de nada, desde temas de su trabajo más reciente “Animal Solitario” a versiones de METALLICA, cortes de su etapa con 037 como la sensacional “Volar” o canciones de STRAVAGANZZA como la versión de “Hijo De La Luna” de MECANO.
Culminó con una bonita mención a SARATOGA, banda que desaparecerá próximamente, con el tema “Resurrección” del disco “Agotarás” que en mi opinión fue el álbum donde LEO JIMÉNEZ dio el do de pecho como vocalista.
Txema Sáez
GUADAÑA
La demora en el viaje de ida al Leyendas Del Rock desde Madrid, así como otros asuntos, no hicieron posible que llegara a tiempo al recinto ubicado en la localidad alicantina de Villena para ver la actuación de los madrileños CICLÓN, a la cual le tenía ganas, dado que me gustó “Sol Naciente”, su álbum de debut. De este modo, y tras una larga vuelta por el excesivamente recalentado lugar, decidí acercarme a ver a los gaditanos GUADAÑA, los cuales comenzaron su actuación a eso de las 19:15 en un escenario Mark Reale no especialmente abarrotado de gente.
Hace unos años, disfruté de la propuesta musical de HUMA, una banda de puro y duro Heavy Metal de cuyas cenizas resurge ahora el esqueleto y parte del esquema de GUADAÑA, si bien cabe resaltar que, aunque Gloria y Salva sean las voces de esta nueva andadura, hay notorias diferencias compositivas en el grueso musical de ambas bandas. Yo, para ser totalmente honesto, seguiré siendo algo más de HUMA aún hallando cosas interesantes en GUADAÑA.
Tras una alargada intro, con varios músicos en el escenario, pero aún sin voces de por medio, arrancó un concierto que, de primeras, presentaba un sonido potente y voluminoso, con mucha pegada, que hacía presagiar que por lo menos disfrutaríamos de un buen show en lo que a este aspecto se refiere. Desgraciadamente, de los 45 minutos de actuación que tenían programados GUADAÑA, solo pude presenciar cerca de 30, dado que DORO actuaba en el escenario Azucena a las 20:00 y se solapaban los horarios de ambos bolos. Cosas habituales de los festivales a las que uno está ya más que acostumbrado.
“Sin Rostro”, “Tu Propio Final” y “Heavy Metal”, con el cual creo recordar que inicié mi andadura hacia el otro escenario, fueron algunos de los pocos temas que vi de la banda gaditana, los cuales me sirvieron para cerciorarme de que la formación tiene un sonido muy corpulento en directo, apoyado en unas guitarras graves y metalizadas y en ese dinámico juego de voces que ofrecen Salva y Gloria, pero a los temas les falta algo de vida, gancho y variedad, y lo dice alguien a quien no le disgustó para nada “El Grito Del Silencio”, el primer compacto de los andaluces.
A su vez, la imagen de Gloria cojea un poco y a la susodicha, aunque de voz vaya sobrada, le falta un poco de agresividad escénica y de espíritu metalero. Sin ánimo de ofender ni de querer generar polémica, creo firmemente que si me hubiera tapados los oídos para apreciar el concierto solo con mis ojos, habría tenido la extraña sensación de estar ante una cantante de Pop español tipo Ana Torroja arropada por un grupo de Heavy Metal. Aún con todo, y a pesar de haberme quedado con ganas de escuchar la magnífica versión del “Resurrección” de SANTA que nos dejaron en su último trabajo discográfico, la cual no sé si llegaron a interpretar durante este concierto, disfruté del leve rato y del buen sonido que acompañó el show de los gaditanos GUADAÑA antes de ir a ver a DORO, concierto del cual os comentará su parecer mi compañero y amigo Txema Sáez.
Jorge Osoro
DORO
Llegadas las ocho de la tarde era el momento de que la reina del Heavy Metal DORO saliera al escenario y con ella llegó el primer concierto del Leyendas totalmente multitudinario. DORO ha venido mucho a España, ha tocado en infinidad de festivales pero aún así se la sigue queriendo. Parece que por ella no pasan los años y junto a su banda firmó una de las mejores actuaciones de todo el Leyendas, si bien su set fue algo discutible y un poco soso la verdad predominando temas de su último disco “Raise Your Fist”.
Tuvo la suerte de tocar en el escenario Azucena donde el grueso de bandas gozó por lo general de un sonido mucho mejor que en el que estaba situado justo a su izquierda. En lo tocante al set lo rompieron con una de las nuevas canciones como fue “Revenge”, su versión de “Breaking The Law”, que siempre suena como un cañonazo y me sobró (como casi siempre) “Fur Immer”, más que nada por la estrofa cantada en castellano.
Como no podría ser de otra forma los clásicos de WARLOCK estuvieron presentes e hicieron las delicias de todos, especialmente de la chavalería allí reunida: “Earthsaker Rock”, “I Rule the Rules”, “Burning The WitcHes”, o temas de cuando decidió cambiar el nombre a DORO como “Burn It Up” o “Night Of The Warlock”. Se despidieron con la eterna “All We Are”, que para mi sorpresa no alargaron en exceso, y a modo de golosina nos obsequiaron con un tema extra en forma de “Metal Racer”.
Txema Sáez
SABATON
La fiesta no decaía y era el momento de los suecos SABATON, convertidos en toda una institución de la música en nuestro país, su última gira fue un completo sold out y en el Leyendas debutaron por todo lo alto, presentando su último trabajo “Carolus Rex”. Hoy en día SABATON es, pese a su práctica renovación casi total de miembros, una apisonadora sobre el escenario, capitaneados por el gran Joakin y su enorme carisma (aunque eche de menos el chaleco de Thor).
Tras la habitual intro de “The Final Countdown” de su compatriotas EUROPE, el grupo empezó fortísimo con “Ghost Division” o la propia “Carolus Rex”. Continuando con una buena ristra de clásicos como “40:1”, “Attero Dominatus” o “Panzer Batallion” y dejo de poner “o” porque el setlist que eligieron los suecos fue tremendo en mi opinión.
En los bises se marcaron una de las escenas más carismáticas del festival con Joakin subiendo al hijo de algún tío trompa y dándole sus gafas de sol. El crío, que no llegaría a los cinco años, metaleó como un campeón a ritmo de “Metal Crue”.
Txema Sáez
TESTAMENT
Prácticamente a las diez en punto de la noche salían al escenario Azucena uno de los grandes atractivos del festival, los todopoderosos TESTAMENT. Con un telón de fondo que evidenciaba que íbamos a escuchar algún que otro tema de “The Dark Roots Of Earth”, su último e insulso lanzamiento, los de San Francisco tenían una ocasión única para romper el hielo en lo que a caña se refería en el marco del Leyendas Del Rock, así como para quitarse ese tedioso y molesto sambenito de que suenan a rabiar en disco pero mal en directo.
A nivel particular, he de reconocer que TESTAMENT me fascina, aunque también es cierto que de las tres veces que he visto al grupo en directo antes de esta actuación, en las tres el sonido se ha cebado con ellos, especialmente hace unos cincos años en la madrileña sala Heineken, donde la infumable bola sonora hipersaturada de graves que me tuve que tragar hizo que llegara a cabrearme ligeramente.
Pues bien, esta vez sí el quinteto comandado por ese enorme voceras que es Chuck Billy y el guitarrista Eric Peterson pudo ofrecer un show con la calidad auditiva que siempre debería de tener una banda de la talla de TESTAMENT, la cual tendría que haber sido incluida, desde mi punto de vista, en ese denominado Big Four del Thrash Metal que se gestó hará un par de años de cara a unos cuantos y esporádicos conciertos, aunque eso ya es otra historia.
Como comentaba al principio, estaba convencido de que TESTAMENT le iba a dar cobertura a sus dos últimos lanzamientos y así lo evidenció con canciones como la reivindicativa “Native Blood”, la mastodóntica y coreable “More Then Meets The Eye” o “True American Hate”, las cuales creo que podrían haberse combinado mejor y de otro modo en el set list de cara a equilibrar el contenido del mismo. Pero, en fin, los de la Bay Area quisieron ofrecernos una primera parte del show centrada en sus dos últimos trabajos, donde he de reconocer que algunas canciones ganan en fuerza y pegada con respecto a su versión en disco, y una segunda parte donde un dicharachero Chuck Billy nos dijo en tono amable si queríamos escuchar algo más old school. Y es ahí cuando arrancó de pleno el concierto, dado que TESTAMENT, con temas como “The Preacher”, “Into The Pit”, “The New Order” y “Practice What You Preach”, es capaz de reconvertir un concierto solamente asequible para los que han seguido sus últimos trabajos en uno difícilmente superable. Si a ello le añadimos que en el punto álgido del bolo, los norteamericanos se cascan todo un “DNR”, con intro incluida, pues blanco y en botella: conciertazo al canto.
Chuck Billy sigue manteniendo la esencia de antaño, defendiendo perfectamente los temas antiguos y ejecutando también con solvencia los de su reciente etapa, ofreciendo todo un recital de guturales y de voces rasgadas y llenas de groove que se acrecientan con la abominable presencia que aportan sus dos metros de altura. El combo Peterson/Skolnick, a su vez, es de lo mejor que puedes ver en lo que a Thrash Metal se refiere sobre un escenario, fusionando técnica, agilidad y abrumadora efectividad.
En definitiva, la noche del viernes 9 de agosto nos ofreció un concierto para recordar, donde sí que es cierto que eché de menos temas del “Low”, el disco que introdujo a los de San Francisco en su etapa más groovie, pero no por ello peor. Y es que, si alguien mantuvo la cabeza bien alta adentrándose en sonidos, durante mediados de los 90, más modernos, esos fueron las huestes de Chuck Billy.
“Three Days In Darkness” cerró una magnífica actuación de una banda tremendamente demoledora, profesional y con las pilas más recargadas que nunca.
Jorge Osoro
KREATOR
Pues si en el escenario Azucena habíamos presenciado toda una tormenta sonora a cargo de uno de los pilares del Thrash americano de los 80, en esta ocasión, y justo en el escenario de al lado, llegaba el turno de otro peso pesado, eso sí, del Thrash alemán.
Bien es sabido que Mille Petrozza no está en su mejor momento como vocalista y que en muchas ocasiones, sobre todo en los temas más speedicos como “Pleasure To Kill”, acusa la asfixia y le cuesta seguir la dinámica de los mismos, pero tampoco es algo que desluzca especialmente las actuaciones de los teutones, que siempre suenan a matar y que, toquen lo que toquen, salen airosos, dado que toda su discografía es de recibo, dejando un poco de lado esos discos menores como “Endorama”, que ellos mismos apartan de su repertorio.
Dicho esto, la actuación arrancó con fuerza y un sonido atronador alrededor de las 23:30 pero, en pocos minutos, la PA de sonido dejó de funcionar para sorpresa de los allí presentes, haciendo que, por segundos, el grupo solo se oyera por los monitores interiores del escenario. Evidentemente, la banda se percató de esta circunstancia y no le quedó más remedio que abandonar el escenario.
La verdad es que no creo que sean muchas las posibilidades de que esto suceda en un concierto de grandes magnitudes, donde suele haber potentes generadores, bien equipados y preparados para soportar toda la cantidad de vatios que escupen las PA’S laterales de sonido, pero pasar puede pasar. De hecho, yo es la segunda vez que me topo con esta desafortunada circunstancia. La anterior fue durante un concierto de HELLOWEEN en un Wacken Open Air.
Pues bien, cuando ya nos estábamos quedando algo fríos en el foso, y tras algo más de 20 minutos de espera, los de Petrozza regresaron al escenario y, lejos de hacerlo sin ganas, se mostraron casi más combativos de lo que cabía esperar. “Phantom Antichrist”, “Enemy OF God”, “United In Hate”, “Pleasure To Kill”, “Death To The World” y “People Of The Lie”, entre otras, fueron cayendo sin piedad sobre nuestras cabezas, en un set list casi calcado al que interpretó KREATOR el año pasado durante la gira junto a MORBID ANGEL, FUELED BY FIRE y NILE que también pasó por España. Clásicos de siempre intercalados con temas de su última etapa, la cual comprende desde el “Violent Revolution” hasta el “Phantom Antichrist”, que vio la luz el pasado curso.
Si hay algo que no se le puede achacar a KREATOR es el nivel de ejecución de las canciones. Ventor sigue siendo un animal desbocado a la batería y la herramienta perfecta para que la maquinaria siga funcionando sin fisuras casi tres décadas después de sus inicios.
En el tramo final, y como cabía esperar, los germanos nos deleitaron con “Violent Revolution” y un “Flag Of Hate” unido, como ya es costumbre, a “Tormentor”, dejándonos un muy buen sabor de boca. Da igual las veces que se haya visto a KREATOR en directo, por lo menos por mi parte, dado que es una banda que se prodiga mucho por los escenarios. Nunca cansan, rara vez defraudan.
Jorge Osoro
CENTINELA
Sin duda una cita obligada para mi puesto que nunca había visto a los de Albacete en vivo y en directo, CENTINELA es por desgracia uno más de los casos de bandas nacionales de gran calidad que sobreviven a duras penas en activo. De hecho los mensajes de agradecimiento fueron continuos a los que estábamos allí viéndoles a ellos en lugar de a KREATOR. CENTINELA presentaba esa noche “Regresiones”, su disco de versiones, y como tal iniciaron el show con “Abre Fuego” de SANGRE AZUL y continuaron con “Yo me rindo” (“I Surrender” de RAINBOW) o “Fuego al Corazón” (“Burning Heart” de SURVIVOR) con un sonido impecable y una rabia desgarradora.
Su cantante Cano hizo que todo el mundo alabase su actuación, un público bastante numeroso para tratarse del escenario “pequeño”. De los temas propios de CENTINELA sonaron los imprescindibles “Como un Huracán”, “La Herida” o mi favorito “Pánico”.
Desde luego una de las mejores actuaciones del festival.
Txema Sáez
VENOM
Había mucho misticismo y cierta sensación de misterio en torno a la actuación de VENOM en el Leyendas Del Rock, lo cual es lógico si tenemos en cuenta que era el primer bolo que ofrecían los británicos en nuestro país desde que comenzaran su andadura hace más de 30 años. Circunstancia extraña y peculiar, pero verídica.
Durante todo el día, y desde que me planté en el recinto, llegaron a mis oídos todo tipo de comentarios de diversas personas. Desde “sin Mantas esto no es VENOM” a “yo vengo a ver a VENOM y después me piro a mi casa”. Curioso comprobar el hechizo que había entre el público más acérrimo del Metal Extremo e incluso de la New Wave británica. De los amantes del underground, en definitiva,
Yo me mantenía tranquilo, dado que nunca me he considerado un grandísimo fan del trío británico, si bien, sí que tengo en alta estima y consideración esos dos trabajos que fueron “Welcome To Hell” y “Black Metal”, los cuales, junto a los primeros álbumes de los también británicos MOTÖRHEAD, forjaron una manera “especial” de entender el Rock Duro y el Heavy Metal a través de una inimitable suciedad sonora y de una emblemática imagen que tuvieron como resultado la gestación de posteriores géneros, como fueron el Speed, el Thrash y el Black Metal.
Personalmente, tenía ganas de ver a Cronos, el líder de la banda, sobre el escenario, presenciar su inquietante y oscura figura y comprobar cómo sonaban a día de hoy algunos de esos temas que hace décadas parecían haber sido incubados en el mismísimo infierno.
El trío de Newcastle no se andó con chiquitas y sobre la 1:00 de la madrugada abrió fuego con “Black Metal”, el cual sirvió para desatar la locura entre los allí presentes y, por mi parte, comprobar como Cronos parecía haber estado congelado en el tiempo. Su calva prominente que deja al trasluz su media melena, su cinturón de balas y su amplia colección de pinchos, tachuelas y demás parafernalia a modo de galones que siempre ha portado el vocalista seguían intactos. Viejuno, quizás, pero con ganas de dar guerra. Así se mostró ante los miles de fieles allí congregados la voz de VENOM.
Poco a poco fueron cayendo más piezas como “At War With Satan”, “Bloodlust”, “Hail Satanas”, “Rip Ride”, “Buried Alive”, “Leave Me In Hell” y “Hammerhead” entre otras, lo cual nos hacía entender que gran parte del peso del setlist, lógico al tratarse de un festival, se hallaba en los tres primeros álbumes del trío británico, sin dejar por ello de lado otros trabajos más recientes de la formación.
Si hay algo que me estaba gustando especialmente del bolo era la agilidad con la que VENOM enlazaba los temas, sin apenas parones, con una actitud muy propia del viejo Rock & Roll, algo que siempre ha acompañado a la banda desde sus inicios, por mucha temática esotérica y/o demoníaca que hallemos en sus textos y una estética agresiva y punzante, propia de formaciones de puro y duro Black Metal. Pero no nos engañemos, Cronos, y en su día Mantas y Abbadon, crearon la base para posteriores géneros con matices más extremos, como comenté antes, pero viéndoles en aquel escenario Azucena, me quedaba claro una vez más que ellos vienen Del Rock Duro macarra, de un modo visionario de entender el Heavy Metal y de la sencillez de cuatro acordes poco perfeccionistas redecorados con una atmósfera ácida y visceral, lo cual se percibía en la cruda voz de Cronos, para nada cascada a pesar de los años.
Como punto negativo del show, y a pesar del buen ambiente que se estaba viviendo entre los asistentes y de la buena calidad del sonido, era el hecho de que algunas de las canciones eran cortadas para entremezclarse con otras, y de este modo hacer esos medleys que nunca terminan de satisfacer a nadie.
En el tramo final del bolo, y tras algo más de una hora de actuación, cayeron “Warhead”, “Fallen Angels” y “Welcome To Hell”, esta última bastante ralentizada, desconozco si por agotamiento de la banda o tocada así adrede.
En definitiva, el trío encabezado por Cronos cumplió con creces en la madrugada del viernes. Buen sonido, buena ejecución, una selección de temas variada, de amplio recorrido, pero con especial atención a los primeros y genuinos discos de la banda y un concierto, a fin de cuentas, que quedará en las retinas de todos los que tuvimos el placer de enfrentarnos cara a cara con los padres de la música blasfema, malencarada y solo apta para los oídos más ensangrentados del Heavy Metal.
Jorge Osoro
AZRAEL
Otro gran show fue el de AZRAEL, banda que aunque a muchos pueda sorprenderle, lleva en activo veinte años intentando hacerse un hueco en el escenario principal. Los granadinos tocaron con menos público del deseado ya que coincidían con BARÓN ROJO (razón por la que me perdí parte del bolo) pero me gustaron bastante, además me sorprendió ver de nuevo sobre las tablas a Enrique Rosales.
Un set repleto de clásicos con temas muy coreables que pese a registrar algún problemilla de sonido con la guitarra me gustaron como sonaron. Destacaron “Alas De Cristal” o “Rockstar”.
Txema Sáez
BARÓN ROJO
Y he aquí que me lleve uno de los mayores chascos no sólo del festival, sino del año, vale que en ese escenario el sonido era regulero pero lo de BARÓN ROJO en los últimos años, gira de reunión sacacuartos aparte, es de vergüenza ajena con un De Castro que no debería cantar y punto.
Al parecer Carlos tuvo un problema con su nariz sangrante (no voy a especular con las causas) y el comienzo paso de ser su habitual “Obertura” instrumental a todo un ejercicio de improvisación que tiene mucho mérito pero que provocó el aburrimiento hasta del más puesto del lugar.
De hecho no aguanté todo el concierto, me gustaron las pinceladas de su álbum “Tommy Barón” y se marcaron algún clásico distinto de lo que suele ser habitual en ellos, pero me temo que cualquier rectificación con un comienzo tan aburrido… llegó tarde. No obstante siempre es un placer disfrutar del virtuosismo de Armando a la guitarra.
Txema Sáez
