JEFF LYNNE - Armchair Theater

"No estamos ante un disco fundamental, pero, entre tanta ocupación, el artista sacó tiempo para editar un puñado de canciones agradables en Armchair Theater, su nuevo álbum”

El producto ante el que nos encontramos no entra dentro de los parámetros habituales de HELLPRESS. Normalmente, aquí se tratan los estilos relacionados con el Rock Duro y el Heavy Metal, desde sus vertientes más suaves, como pueda ser el AOR, a los extremos del Brutal Death, Grind, etc. Sin embargo, es necesario, de antemano, comentar que este álbum de JEFF LYNNE nada tiene que ver, ni tan siquiera con el AOR. “Armchair Theater” es una reedición que hace el sello italiano Frontiers del debut en solitario del afamado cantante, multiinstrumentista y productor británico, veintitrés años después de aparición, aprovechando la salida, hace menos de un año de su continuación, “Long Wave”, un disco de versiones de temas que marcaron su adolescencia y posterior educación musical.

Es necesario contextualizar el tiempo y el momento en que se encontraba la carrera de JEFF LYNNE. La ELECTRIC LIGHT ORCHESTRA (popularmente ELO) era un cadáver andante a mediados de los ochenta. Su última entrega, “Balance Of Power”, no tuvo los resultados esperados y Jeff decidió finiquitar la banda durante un largo período. Hasta prácticamente el siglo XXI no se reunieron. Paradójicamente, esto llevó a LYNNE a vivir sus años de mayor gloria, en su doble faceta de músico y productor. Inicialmente, ayudó a relanzar de GEORGE HARRISON, estando tras los controles en “Cloud Nine”, uno de los trabajos exitosos del ex de THE BEATLES. La cúspide la alcanzó con el increíble “Full Moon Fever” de TOM PETTY (“Free Fallin´” me parece una de las mejores composiciones que he oído) en el que Jeff produjo y compuso junto a Tom una buena parte de esa maravillosa obra, y también del posterior “Into The Great Wide Open”, otro pelotazo de Petty.

No contento con eso, articuló una de las mayores superbandas de la historia, THE TRAVELLING WILBURYS, con cinco monstruos como ROY ORBISON, DYLAN y los mencionados HARRISON, PETTY, más él mismo, que nos regalaron dos tremendos álbumes. Entre medias, y gracias a ese renacimiento, JEFF LYNNE sacó al mercado este “Armchair Theater”. Desgraciadamente, y a pesar de que, a priori, tenía todos los parabienes para triunfar, pasó muy desapercibido. Ni tan siquiera la ayuda de sus colegas Harrison, Petty y hasta el legendario Del Shannon (a quien le estaba produciendo su despedida de la industria, “Rock On!” justo cuando el pobre Del decidió quitarse de en medio volándose los sesos) hicieron que aquello despuntara.


Dos son los problemas fundamentales de “Armchair Theater”. El primero, la indefinición. No sabes si va o viene. Es un disco que discurre entre el Rock suave de esa época y, de repente, te topas con un corte de uno de los padrinos del Rock'N'Roll, nada menos que el bluesman Jesse Stone. No pinta en exceso, si bien no está mal, pero más coherencia tendría en un trabajo de, por ejemplo, STRAY CATS. Esta querencia por los sonidos antiguos se repetía con dos versiones de clásicos de los años treinta, “Stormy Weather” y “September Song”, dos grandísimas composiciones que carecen de la conexión con los aires más comerciales (hablamos de 1990 y eso es decir mucho) que JEFF LYNNE quiso dar a “Armchair Theater”. Digamos que se quería parece a su amigo TOM PETTY pero le salió el tiro por la culata.

La segunda tara es precisamente esa. Estamos ante una obra que buscaba ser un producto potencialmente vendible y adolece de un single de gancho. Por supuesto, la inicial “Every Little Thing” es una canción notable (de hecho, fue elegida como sencillo). También la “Pettyana” “Lift Me Up” poseía ese punto pero no lo suficiente para reventar las listas. Seguramente, ese éxito del que hemos hablado hiciera daño a “Armchair Theater” porque además de estas dos, hay otro par de cortes sensacionales. Por una parte, “Now You´re Gone”, con un aire oriental y un violín indio delicioso. Pura melancolía. Por otra, “Blown Away” (escrita junto a PETTY) cuya melodía de piano domina el tempo y JEFF realiza una de las interpretaciones más sentidas de su carrera.

Dos décadas después, a mucha gente le podrá sonar atávico este “Armchair Theater”. No estamos ante un disco fundamental, ni mucho menos, ni tampoco una referencia a la que asirse para cualquier curioso seguidor de HELLPRESS que quiera expandir sus horizontes musicales, pero JEFF LYNNE, entre tanta ocupación, sacó tiempo para editar un puñado de canciones agradables y, desde luego, para este que escribe, mejores que cualquier cosa que grabó con la ELO, aquella banda (su banda) nunca terminó de convencerme, salvo dos o tres cortes sueltos.

Marco-Antonio Romero

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