El primer día de agosto en Madrid y encima lunes. La ola de calor daba un pequeño respiro y aunque las cosas ya no son lo que eran, la capital suele vaciarse bastante en esta época. Esto me provocaba incertidumbre. Es verdad que íbamos a asistir al estreno en España de ANIMALS AS LEADERS, o lo que es lo mismo de Tosin Abasi y su virtuosismo estratosférico, y de ese jovencísimo guitarrista australiano que es PLINI (los terceros en discordia, INTERVALS ya vinieron de teloneros de PROTEST THE HERO y TESSERACT hace un par de años). Pero ningún grupo tenía nada editado recientemente, los medios no habían dado mucha cancha al evento y ¿qué tirón podía tener un concierto de tres bandas totalmente instrumentales? Pues lo tuvo, mucho y además con un público muy joven, como se pudo comprobar a falta de casi una hora para abrir puertas en las afueras de la céntrica sala But. Sorpresas que se lleva uno de vez en cuando.
PLINI
El encargado de abrir la noche iba a ser el jovencísimo guitarrista australiano Plini. Se da la circunstancia además de que este músico de 23 años es el segundo guitarra de INTERVALS con lo que haría doblete. Aunque como pudimos comprobar no sólo él. Salía puntual a las 8 de la tarde y junto a Plini, aún con la música de ambiente sin cortar pero el público muy contento de verle salir, aparecieron también Simon Grove, el bajista de INTERVALS y el propio Aaron Marshall, que es el líder de INTERVALS. Solamente no repitió el batería, trayéndose Plini al mercenario Troy Wright, que dio buenas muestras de brillo detrás de los parches y tuvo momentos de protagonismo solista junto a la estrella del asunto, el propio Plini, ya que ni Simon Grove, con su bajo Strandberg sin clavijero (misma opción elegida por el guitarrista australiano), ni Aaron tuvieron espacio solista salvo un par de excepciones. Todo el peso instrumental recayó en Plini y en el apoyo rítmico de Troy Wright que contrastaba con la delicadeza jazzy del guitarrista y las muchas melodías a lo SATRIANI, mezcladas con la sutileza de PAT METHENY y escalas por doquier que interpretó.
A sus espaldas Plini tiene tres EPs que ha reunido en un solo disco llamado “Trilogy” y en breve sacará su primer trabajo, así que el guitarrista optó por interpretar temas de sus tres primeras obras, (especialmente de “Other Things”) y adelantar un corte de su nuevo disco, “Electric Sunrise”. Sin embargo, y aunque este bagaje sea interesante y el músico tenga mimbre, se le notó bastante parado en directo, por no decir directamente soso. No dejó de agradecer la acogida y tan contento debería estar de lo que estaba sucediendo que varias veces grabó en video su actuación, pero apenas se dirigía al público y permaneció como una estatua con su guitarra, acaparando más el escenario Aaron y eso que no era su banda.
Aún así, en el plano estrictamente musical, fue un concierto muy notable, con un sonido perfecto desde el principio y un juego de luces muy acorde a la música. Empezaron con “Heart”, sin los efectos electroacústicos de su inicio, y ya desde el primer minuto Plini obtuvo una ovación. Siguió con los característicos punteos de “Away” y se dirigió por primera (y casi única vez) al público antes de “Atlas”, siendo muy celebrada su parte central más metálica.
La segunda mitad del concierto recorrió la sutileza de “Moonflower”, la aplaudida (antes y durante su interpretación, mandando el ritmo al carajo…) “Selenium Forest”, que PLINI nos dedicó, la nueva “Electric Sunrise”, donde aprovechó a presentar a los músicos y acabó con la extensa “Paper Moon”, vehículo de lucimiento para todos tras casi 40 minutos de melodías y complejas estructuras. Para mi gusto PLINI tiene que mejorar un poco su carisma y no dedicarse solo a tocar por muy bien que lo haga, pero dejando este detalle a un lado, perdonable por su juventud, su primera vez en España fue algo digno de recuerdo.
INTERVALS
Los segundos de la noche no eran una novedad, aunque sí la forma en que se presentaban pues en la época en que los canadienses INTERVALS vinieron a España, el disco que traían tras de sí tenía voces. Ahora venían con “The Shape Of Colour” editado hace poco más de un año y Aaron Marshall ha decidido olvidarse de las voces y centrarse sólo en su cara instrumental. Quizás este hecho o que ya habíamos visto a Aaron y Simon Grove con PLINI, que además es el segundo guitarrista de INTERVALS en directo, creo que la respuesta hacia el cuarteto canadiense (con Nathan Bulla como último miembro detrás de los parches, lo que generó que hubiese un cambio de escenario entre PLINI y ellos) fue menos efusiva que con el guitarrista australiano. Sin embargo, y para mi gusto, el nivel sobre el escenario y la maduración musical de INTERVALS es mayor. Aaron tiene mucha presencia escénica, pero además sus composiciones son más dinámicas, perfecta mezcla de melodía, estructura basada en el riff con los cambios y retorcimiento justos (rítmicamente hablando) para generar interés y contundencia sonora.
Comenzaron a falta de cinco minutos para las nueve de la noche y en los casi 40 minutos que estuvieron en escena se centraron en “The Shape Of Colour”, tocándolo prácticamente entero. Aaron y Simon habían cambiado sus instrumentos respecto a su interpretación con PLINI, pasándose Simon a un bajo clásico fretless frente al Strandberg que sacó con PLINI. Por su parte el guitarrista australiano se mantuvo con su misma herramienta de trabajo y al igual que cuando él era el protagonista, estuvo bastante ausente a lo largo del concierto de INTERVALS.
Comenzaron con “I’m Awake” y “Sure Shot” que arrancó palmas del público (esta vez sí acompasadas) haciendo que Simon sacase su móvil para grabar el momento. Siguieron con “Fable” que, afortunadamente, adaptaron al formato cuarteto en el que venían y no metieron las partes de saxo que tiene el tema pregragadas. Y para acabar este inicio de presentación del último disco, tocaron “Black Box”, aprovechando Aaron a presentar, de nuevo, a los músicos.
Una duda que tenía se iba a resolver en este instante, pues en el breve repaso que INTERVALS hizo a su pasado (momento en que Aaron y Simon volvieron a los instrumentos de tonalidad más etérea que habían sacado con PLINI), tocarían “Momento” del EP “In Time” y un tema de “A Voice Within”, en concreto “Moment Marauder”. La duda era si iban a interpretar el tema en formato instrumental o como está en el disco, con voz. Nuevamente optaron por adaptar el corte a su formato de directo y lo interpretaron sin voz, aunque sonó un poco vacía en las partes punteadas si no fuera por los intercambios solistas. Para acabar volvieron a su último trabajo con “Libra”, volviendo también a los instrumentos iniciales y dejando muy buen sabor de boca, como demostró el hecho de que ya no quedaban discos físicos en el merchandising.
ANIMALS AS LEADERS
Cuando a Tosin Abasi le propusieron grabar un álbum en solitario después de romperse REFLUX, el guitarrista de origen nigeriano pensó que iba a ser algo un poco egocéntrico. La sorpresa se la llevó cuando ANIMALS AS LEADERS, que fue como llamó al proyecto, y bajo la batuta de Misha Mansoor de PERIPHERY, se colocó bastante arriba en la lista de ventas, lo cual para un trabajo instrumental era decir mucho. La base rítmica se entroncaba con la contundencia del Djent, pero Abasi se dejaba llevar en solos y tecnicismos que distaban mucho de lo que habitualmente entra por el oído medio. ¿Música para músicos? No cabe duda de que alguien que sepa tocar un instrumento le sacará todo el jugo a ANIMALS AS LEADERS pero Abasi sabe componer basándose en estructuras bien definidas y no divagar más que lo justo y necesario. Además, desde que entraron en el proyecto primero Javier Reyes como segundo guitarrista y después Matt Garstka detrás de los parches, el proyecto tiene el color de grupo con todas las de la ley. Después de tres discos, desde el homónimo y sorprendente debut con Abasi y Mansoor como únicos artífices, pasando por el maduro “Weightless” y acabando con la culminación de “The Joy Of Motion”, ANIMALS AS LEADERS se establece como la banda instrumental del momento.
Cuando anunciaron las fechas de Abasi y compañía en España, la primera vez que se dejaban caer por aquí, lo recibí con alegría y escepticismo, pues no había ninguna noticia de nuevo lanzamiento a la vista (y sigue sin haberla) y “The Joy Of Motion” ya va para más de dos años de vida. El escepticismo desapareció antes de entrar en la sala But y sobre todo cuando a las diez menos diez de la noche salieron a escena, igual de sobrios y sin aditivos como PLINI e INTERVALS, con Javier Reyes en su tropical camisa blanca y acometiendo la guitarra desde muy arriba, Garstka dispuesto a aprovechar al máximo su set de batería con lo justo y necesario y el propio Abasi con su eterno chaleco que deja al descubierto su poderío muscular y no solo instrumental. El público debía de tener muchas ganas porque desde que los primeros acordes de “Tooth And Claw” empezaron a sonar, aquello se vino abajo, no tanto por movimiento del público sino por la atención plena que todos ponían a los desarrollos que salían del escenario.
Muchos guitarristas y músicos afines debía haber entre el público como el propio Abasi preguntó ya en la parte final del concierto, pero ya fueras conocedor o profano en la materia, ANIMALS AS LEADERS se metió a todos en el bolsillo desde el principio. Los infinitos sonidos que salían de las guitarras de ocho cuerdas de Reyes y Abasi (ellos solos acometían el trabajo rítmico de riffs, punteos, solos, partes de bajo, efectos de sintetizador…) y que se combinan con estructuras de temas muy definidas que hacen que puedas reconocer cada corte y no eches en falta las voces (para mi gusto la clave de ANIMALS AS LEADERS), llenaron But con un sonido que inicialmente y resultándome extraño, pues con INTERVALS y PLINI fue perfecto, era un poco caótico. Pero pronto se solucionó el tema merced del ingeniero de sonido que traían consigo (y que vivía cada tema como un fan más), porque al atacar “Wave Of Babies” que fue celebradísima por todos, el sonido ya era perfecto, más alto que con los teloneros, pero nítido y bien ecualizado.
Escénicamente la banda no usó más recursos que los propios de la sala But, con algo de humo puntual y los efectos de luces que los técnicos de la sala les proporcionaron y que dicho sea de paso eran excesivamente oscuros. El resto del encanto de la noche era la música y, como Abasi dijo en castellano las pocas veces que abrió la boca, tenían “muchas músicas para nosotros esa noche”.
Para seguir con el pasado atacaron “Tempting Time”, coreada por todos y donde creo que algún efecto iba pregrabado, pero pronto volvieron a “The Joy Of Motion” (quizás la única pega, el excesivo peso que se le da a este disco, tocando solo un corte por ejemplo de “Weightless” que aunque sea un trabajo más estándar también es muy bueno). Enlazaron así “Lippincott”, con una tonalidad menos Djent y más delicada, en la que un miembro del equipo técnico aprovechó para grabar vídeo; “Ka$cade”, dirigiéndose por primera vez al público y agradeciendo la acogida en su primera vez en nuestro país, siendo una de las mejores interpretaciones y de las más técnicas en el apartado solista con sus punteos jazzy; y finalmente “Nephele”, volviendo a la contundencia rítmica.
Hasta aquí Garstka no había tenido más protagonismo que el propio de la complejidad de los temas, pero al interpretar el medley entre “The Price Of Everything And The Value Of Nothing” con “Behaving Badly”, del debut de ANIMALS AS LEADERS, el batería tuvo oportunidad por primera vez de lucirse con un solo que sin embargo no llegó a impactar tanto como más adelante sí haría con otros momentos solistas. La única referencia a “Weightless” fue el tema título y aquí Garstka volvió a tener espacio para la improvisación esta vez sí, arrancando la euforia de los allí presentes con un solo más contundente y efectista. El momento divertido vino al atacar “Physical Education”, uno de los temas más conocidos por ser single de “The Joy Of Motion”, y cuya melodía principal fue coreada por todos para sorpresa de Abasi que incluso se atrevió a dirigir a los presentes como si fuera una orquesta cada vez que repetían el fraseo consabido. Para acabar otros dos cortes del citado disco, “Mind-Spun” y “The Woven Web”, casi el único tema que presentaron como tal y que les sirvió para despedirse brevemente con efectos sintetizados y una lección de taping en toda regla.
Pronto volverían para atacar el tema más reconocido de ANIMALS AS LEADERS, “CAFO”, que sin embargo quedó muy deslucido para mi gusto porque los únicos problemas de sonido que tuvieron en toda la noche les sobrevinieron en este corte con algún que otro acople y yo creo que más volumen de la cuenta. Aún así la gente salió encantada y Abasi prometió volver a España. A mi me resultó un concierto muy corto, de escasos 70 minutos a piñón fijo sí, pero lograron tal grado de enchufe y abstracción que se hicieron más cortos aún. Hoy por hoy si tuviese que poner un ejemplo de banda instrumental que llama la atención técnicamente pero también es visceral y llena un escenario, esa sería ANIMALS AS LEADERS. Se hizo esperar su paso por España pero mereció la pena.
Crónica: Raúl Ureña Salgado
Fotos: Laura Ruiz García