ELUVEITIE y AMORPHIS encabezan un triunfal recital de Death Metal Melódico

Crónica de los conciertos de ELUVEITIE, AMORPHIS, DARK TRANQUILLITY y NAILED TO OBSCURITY en Madrid (La Riviera, 16 de noviembre de 2022)

Menuda jornada de miércoles más atípica vivimos esta semana en Madrid. Ni más ni menos que la gira de AMORPHIS, ELUVEITIE, DARK TRANQUILLITY y NAILED TO OBSCURITY llegaba a la capital para amenizar un día gris y lluvioso. La Riviera fue el recinto que acogió este tour que, pese a comenzar a una hora excesivamente temprana, tuvo una entrada de público bastante decente, llegando a cubrir tres cuartas partes del aforo en sus momentos álgidos. Pero mejor nos ponemos manos a la obra, que hay mucho que contar.

NAILED TO OBSCURITY, a por todas

A las 18:05, con una puntualidad inglesa, saltaron al escenario de La Riviera los germanos NAILED TO OBSCURITY. Un centenar de aficionados recibían con sorpresa la intro de de la banda de Doom Metal Melódico, pues la sintonía no era otra que la famosa canción “Separate Ways” de JOURNEY.

Si algo caracterizó a los cuatro conciertos fue la efectividad de sus grupos. Sin pararse demasiado, sin perder el tiempo, fueron directas al grano. La atronadora batería de Jan Hillrichs servía de prólogo a la inicial "Black Frost" (tema homónimo de su último disco de estudio de 2019). En estos primeros compases el sonido de la banda fue algo desajustado, en especial el micro de Raimund Ennenga que tenía demasiado eco.

Continuaron con “Protean”, mucho más fuerte que su predecesora, dejándonos ver a un quinteto muy bien empastado, que aprovechó muy bien los escasos minutos que tuvo. La pesada y anticlimática “Liquid Mourning” fue la predecesora de “Clouded Frame”, último single publicado de los teutones que ha visto la luz este año y fue la pieza mejor ejecutada de su show con un Ennenga pletórico.

NAILED TO OBSCURITY finalizó por todo lo alto con “Desolated Ruin”, que le sirvió para recibir una sentida y merecida ovación por parte de un público creciente.

DARK TRANQUILLITY: un concierto corto pero aplastante

Se hacía raro ver a los suecos a una hora tan temprana. Personalmente tenía muchas ganas de ver a la banda, puesto que la última vez que fui a un concierto suyo fue en 2018 en su gira conjunta con EQUILIBRIUM. Tampoco pude ver a Michael Stanne con THE HALO EFFECT en su reciente visita a España en el tour de AMON AMARTH y MACHINE HEAD, y si a todo esto le sumamos que su reciente álbum “Moment” me parece un discazo, pues como que las expectativas estaban altas.

Ni que decir tiene que dichas expectativas fueron plenamente satisfechas. DARK TRANQUILLITY ofreció un gran show, excesivamente corto para lo que nos habría gustado y con un set un tanto mejorable, pero el sonido con el que contaron y su energía sobre las tablas compensaron este detalle.

El pistoletazo de salida lo dio “Identical To None”, de su mencionado “Moment”. En todo momento Michael Stanne fue un torbellino sobre el escenario, mostrándose muy enérgico con su característica sonrisa sempiterna. Su primera mirada al mítico LP “Fiction” fue con “Terminus (Where Death Is Most Alive)”, con la que los suecos tuvieron al público comiendo de la palma de su mano. “What Only You Know” fue otra demostración de contundencia y buen hacer que fue continuada por “Atoma”, uno de sus temas recientes que más me gustan.

Unas guitarras espectaculares dieron la bienvenida a “The Dark Unbroken” y “Cathode Ray Sunshine” (del disco “Damage One”). Esta última fue una pieza muy especial, pues no en vano este es el primer tour en el que la interpretan en vivo. Un detalle que fue muy agradecido por el respetable, que recibió el tema con alborozo.

Sin darnos cuenta, DARK TRANQUILLITY fue desplegando toda su artillería con cortes como “Hours Passed In Exile” o “Phantom Days”, llegando así al final con la mítica y habitual (pero no por ello menos deseada) “Misery's Crown”. Un colofón a la altura de un concierto breve, intenso y emocionante.

AMORPHIS: el concierto que para muchos debió haber cerrado la noche

Tras un rápido cambio de backline, tocaba cambiar de país para viajar hasta la gélida Finlandia con los primeros cabezas de la noche: AMORPHIS. Lo del grupo comandado por Tomi Joutsen es de otra galaxia. Sus últimos trabajos “Queen Of Time” y “Halo” son auténticas maravillas y su efectividad en directo está fuera de toda duda, lo que la convierte en una de las principales bandas de Death Metal Melódico en activo.

El pasado bolo de Madrid no fue una excepción, ofreciendo los finlandeses una adrenalínica descarga de temas que dejaron a todo sus fans con ganas de más. Joutsen demostró su brutal nivel vocal alternando las partes graves con las limpias con una naturalidad pasmosa. Bastaron los primeros acordes de “Northwards” para que las mil personas que había en La Riviera se vinieran arriba. Estado que no abandonaron ni un instante.

“On The Dark Waters” o “Death Of A King” (con esas melodías arábigas tan sugerentes) fueron las encargadas de continuar una fiesta cuyo techo parecía no tener fin. Y ello a juzgar por cómo se iba celebrando cada nuevo tema que AMORPHIS interpretaba. Un éxtasis musical que tuvo uno de sus mayores subidones cuando empezó a sonar “Silver Bride”, uno de los primeros súper hits que sonaron en la velada.

Pudimos recuperarnos un poco con la más lenta e intimista “Into Hiding”, que nos permitió coger algunas fuerzas para “The Moon”, de su último disco. Con “Seven Roads Come Together”, Joutsen se arrodilló en mitad del escenario rodeado por las guitarras de Esa Holopainen y Tomi Koivusaari, dando la sensación de que cada músico de AMORPHIS no era más que una parte de una maquinaria perfectamente  engrasada.

Cumplidos dos tercios de la actuación, solo faltaba disfrutar de la traca final, que comenzó con la maravillosa y evocadora “Black Winter Day” (mi preferida de todo el set). Sin un segundo de descanso sonó la icónica “My Kantele”, posiblemente la canción más celebrada de toda la noche.

El cierre lo formó la dupla “The Bee” y “House Of Sleep”. Una forma excelente de terminar el que para mucha gente fue el mejor concierto de la jornada. No en vano, seguro que algún sector del público hubiera preferido que AMORPHIS hubiese sido el grupo responsable de cerrar la cita madrileña.

La fiesta folclórica de ELUVEITIE

Tengo que ser sincero. No daba un duro por esta nueva formación de los suizos ELUVEITIE. Y es que las últimas veces que había visto a la banda de Folk Metal tras la espantada de buena parte de sus miembros, con Anna Murphy a la cabeza, no había sido lo que se dicen memorables.

Pero oigan, cómo me callaron la boca este miércoles pasado. La actuación de ELUVEITIE fue la que más disfruté. Dieron todo un recital con un setlist plagado de grandes clásicos y con un sonido muy superior al de sus predecesores (que ya fue bueno). Desde aquí mi enhorabuena al técnico que logró que cada instrumento fuera perfectamente distinguible.

ELUVEITIE comenzó con “Exile Of The Gods”. Durante el primer tema quedó clara la potencia de su vocalista Fabienne Erni, completamente exultante durante todo el bolo, tanto en los temas que cantó en solitario como en aquellos que compartió con Chrigel Glanzmann. Además, cuando no le tocaba cantar tocaba el arpa.

Y es que la incorporación de la zanfoña de Annie Riediger o el violín de Nicole Ansperger al directo de la banda en lugar de ser directamente lanzados desde la mesa de sonido es otro de los alicientes de la formación suiza.

“Nil” y “Deathwalker” fueron los siguientes cortes, entre los cuales Chrigel aprovechó para presentar a la formación y dar las gracias a sus acompañantes de gira. Me llamó la atención que ELUVEITIE no hizo gala de la sobriedad de las otras bandas y aprovechó para dirigirse al público en más de una ocasión.

Su particular fiesta Folk continúo con “Epona” y con “Anu”, pieza que fue interpretada exclusivamente a capella por Fabienne. Este corte fue un punto de inflexión en el show de ELUVEITIE, pues a partir de aquí todo fueron grandes hits, comenzando con la cautivadora “A Rose For Epona” (tras la que hubo el primer solo de guitarra de la noche) y continuada por “Thousandfold” y la festiva “Ambiranus”. Nuevamente un solo, esta vez del batería Alain Ackermann, sirvió para que el resto de miembros de ELUVEITIE cogiera aire.

“King”, con una preciosa melodía de violín y flauta, “Breathe” y la monumental “The Call Of The Mountains” sirvieron para el minúsculo parón antes de los bises. Por desgracia la limitación horaria de La Riviera provocó que el set se recortase en un tema, y “solamente” pudimos disfrutar de tres grandes canciones. Así, “Aidus”, “Ategnatos” e “Inis Mona” dieron carpetazo a casi cinco horas de buena música en directo.

La única pega que le encuentro a la actuación de ELUVEITIE es que no hiciera gala de la misma intensidad que AMORPHIS o DARK TRANQUILLITY. De haberlo hecho tal vez no hubiera hecho falta prescindir de ninguna pieza. Pese a todo, fue la mejor actuación de la noche y a buen seguro que más de uno (y de dos) se reconciliaron con el grupo tras el concierto.

En definitiva, cansados pero contentos salimos de un concierto que nos dejó con ganas de volver a ver a cualquiera de las bandas implicadas.

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Promotora: Resurrection Fest

Texto: Txema Sáez

Fotos: Laura Ruiz (edición digital David Aguilar)

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