Crónica del concierto de PARADISE LOST y OBSIDIAN KINGDOM en Barcelona (18 de octubre de 2022, sala Apolo)
Hemos tenido que atravesar una horrible pandemia para poder ver, al fin, a PARADISE LOST presentando los temas de “Obsidian” en vivo. Algo más de dos interminables años han tenido que aguardar las huestes de Nick Holmes para poder salir de nuevo a la carretera y volver a sentir el calor de un público español que había tenido tiempo de sobras de aprenderse las nuevas composiciones. La formación de Halifax estuvo muy bien acompañada por OBSIDIAN KINGDOM, el combo de Metal Experimental de Barcelona que abrió sus conciertos en la península.
La angustiosa propuesta de OBSIDIAN KINGDOM
OBSIDIAN KINGDOM tuvo la complicada misión de caldear el ambiente para una formación del calibre de PARADISE LOST. La propuesta del combo barcelonés es tan valiente como arriesgada, ya que practica un Metal Experimental que no es apto para todos los públicos. Los miembros de la banda saltaron al escenario bajo un escenario en penumbra al ritmo de “Meat Star” y ahí dio comienzo un viaje sin retorno a través de estilos musicales tan dispares como el Rock Progresivo o el Metal de corte más extremo.
La banda barcelonesa supo crear una angustiosa atmósfera a la vez que iba fusilando composiciones como la desgarradora “Last Of The Light” o las inquietantes a la vez que atormentadas “Mr Pan” y “Haunts Of The Underworld”, que arrancaron los primeros aplausos de la noche. Siguieron su vertiginosa actuación de la mano de “Endless Wall”, que sirvió como interludio de una “Fingers In Anguish”, en la que la tensión musical en el ambiente podía haber sido cortada con un cuchillo.
La oscura “Ball-Room” caldeó los ánimos de unos asistentes que parecían haber conseguido entrar de una vez por todas en una propuesta que no es sencilla, pero que te atrapa una vez estás dentro.
En la recta final le sacaron el polvo a su vena más progresiva de la mano de una “Black Swan” que rebajo la intensidad vivida en los temas anteriores. Fue la sofocante “The Pump” la que puso el punto final a una actuación marcada por el gran derroche instrumental de OBSIDIAN KINGDOM, así como el gran ambiente que creó desgranando su repertorio. Una banda que no deja indiferente a nadie.
La actuación directa y sin parafernalia de PARADISE LOST
PARADISE LOST no se la jugó y salió a por todas arrancando su concierto de la mano de un golpe seguro como fue “Enchantment”, la pieza que abre su clásico inmortal “Draconian Times”. La banda británica subió al escenario sin ningún tipo de escenografía, tan solo los músicos y unos pocos focos para dejarles bajo la penumbra de la sala Apolo, consiguiendo el entorno ideal para ejecutar composiciones oscuras del calibre de “Forsaken”, que se convirtió en la primera de las cinco en total que interpretó de “Obsidian”.
El siguiente tema en sonar fue una desgarradora “Blood And Chaos”, que pasó un tanto desapercibida frente a clásicos de PARADISE LOST como la melancólica “Faith Divides Us - Death Unites Us”, una "Eternal" coreadísima a lo largo de sus solos, o una celebrada “One Second”, que arrancó una de las primeras ovaciones de la noche.
Aaron Aedy fue, como viene siendo costumbre, el más movido sobre las tablas, en contraposición con un Nick Holmes que apenas se despegó de su pie de micro. Reservado como siempre, tan solo se vino un poco arriba cuando le robó el móvil a un seguidor durante la interpretación de “Serenity” para grabar a sus compañeros desde el escenario. Llegó hasta a bromear haciendo ver que se lo metía en el bolsillo antes de devolvérselo.
La inquietante melodía inicial de “The Enemy” fue coreada a pleno pulmón por el público, que propició una buena entrada en la sala Apolo. Tras este gran momento de fraternidad metálica llegó el turno de una de las canciones que recibió una de las acogidas más cálidas de la velada como fue el caso de la ruda “As I Die”, mientras que “The Devil Embraced” enfrió un tanto la temperatura del recinto durante unos pocos minutos. Fue en el inicio de “The Last Time” donde el respetable se arrancó a dar palmas mientras cantaba el repetitivo mientras agitaban sus cervicales con el riff machacón del estribillo de uno de los clásicos más emblemáticos de PARADISE LOST.
Las guitarras de Greg Mackintosh y Aaron Aedy sonaron tan gruesas durante la ejecución de “No Hope in Sight” que parecía que nos iban a reventar los tímpanos. Acto seguido los ingleses se despidieron momentáneamente con una “Say Just Words” que fue entró directamente a la lista de las más vitoreadas de la noche.
Tras unos minutos de descanso apareció Nick Holmes en el escenario, bajo unos lúgubres focos verdes, para interpretar el inicio de “Darker Thoughts” a solas sobre el escenario. La banda se unió al vocalista para terminar la canción y ejecutar una ovacionada “Embers Fire”, a la que le siguió “Ghosts”, que sorprendentemente cerró el repertorio de los ingleses.
PARADISE LOST convenció una vez más ante el público barcelonés. Sin grandes adornos y bajo una atmósfera puramente oscura dio un buen repaso a su discografía en un concierto sin trampa ni cartón en el que, como viene siendo habitual en el grupo, no alargó demasiado. Aun así, encandiló una vez más a sus fieles seguidores, dejándolos satisfechos como bien pudimos comprobar en el fervoroso aplauso que los presentes les brindaron una vez terminada su actuación. Nos queda PARADISE LOST para rato.
Promotora: Madness Live!
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ME GUSTA EL CONCEPTO DE LA BANDA, QUE SEAN OSCUROS