Crítica de SOLUTION .45 - Nightmares In The Waking State Part I

Hay que dedicar tiempo y unas cuantas escuchas para profundizar en el entramado de “Nightmares In The Waking State Part I”, segundo trabajo discográfico de SOLUTION .45 (ya sabéis, el nombre hace referencia a un calibre…), la banda de los amigos Jani Stefanović y Christian Älvestam (ex SCAR SYMMETRY). El álbum mejora según avanzamos con él, sobre todo por la, como siempre, gran labor como vocalista de Älvestam, ya que con un cantante más limitado estaríamos hablando de otra cosa muy distinta.

Nightmares In The Waking State” no deja de ser un disco prescindible, aunque sus guitarras graves, entre el Death Metal y el Groove, con un ojo puesto en PANTERA, en contraposición a alguna estructura progresiva y al apartado melódico del álbum pueden llegar a entretener si bien, insisto, la voz es lo mejor de la obra.


El inicial “Wanderer From The Foldsuena groovie por el bajo (del que también se ocupa Jani), oscuro y denso, y si bien es un buen cañonazo para inaugurar el álbum por su enconado enfoque y los cambios en su estructura, se despide con un final no cerrado que resta rotundidad al tema. Hubiera sido preferible una despedida seca y cortante.

Perfecting The Void” es trepidante y machacón, de estribillo melódico atractivo made in Älvestam -también fino con las guturales-, lo mejor de la canción, pero nada del otro mundo, de nuevo con esos cambios en la estructura, en pos del dramatismo, que ralentizan el tema.

Bleed Heavens Dry” de nuevo trae oscuridad mientras que el cantante usa su voz más tranquilizadora, apaciguador, en contraste con el riff principal de uno de los temas más sugerentes y recomendables del trabajo. Así de entonada, la banda arremete con “Winning Where Losing Is All”, recorriendo el mismo camino que el corte anterior, de forma continuista, y gracias al estribillo la banda firma otro corte pegadizo si bien su espeso final se carga hasta cierto punto lo conseguido.


Para temas serenos, “In Moments Of Despair”, una balada al uso, sin mucha chicha ni limoná hasta que las guitarras se hacen con el control y todo se intensifica, para luego, tristemente, volver a perder fuelle. Sin duda, de nuevo lo mejor es un emotivo Älvestam. Por fortuna, llega el puñetazo “Second To None”, con guitarras atropelladas, un Christian gutural y desatado, incluso empleando alguna voz más cercana al Black Metal; sin embargo, el estribillo no es memorable y el tema acaba perdido en vericuetos, desaprovechando la oportunidad de destrozar el devenir del disco con un cañonazo.

Para el final nos quedan “Targeting Blade”, de matiz progresivo; la casi psicodélica “Alter”, veloz y robusta; “Wield The Scepter”, quizá más moderna, que da paso a la larga conclusión de “I, Nemesis”, canción algo cansina.

En definitiva “Nightmares In The Waking State Part I” no es mal disco pero tampoco es una obra excelsa. A veces el grupo da más vueltas de las necesarias a las canciones, o no las remata bien, y el encanto de su música se ve condensado en más o menos la mitad de la obra -teniendo que dedicarle unas cuantas escuchas para quedarse bien con algunos deliciosos matices-, siendo la otra un tanto trivial y prescindible. Lo cierto es que la aparentemente inextricable dupla Stefanović y Älvestam no acaba de cuajar, ¿puede ser porque cada uno tiene muchísimos proyectos en marcha y demasiadas ideas dispersas?


 

Enrique Herrero

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