CANNIBAL CORPSE y "Chaos Horrific" llevan su Death Metal a cotas extraordinarias

Los pilares del Death Metal ofrecen más de lo mismo pero sin fisuras

Me niego a que demos por sentado que cada disco nuevo de CANNIBAL CORPSE -como es el caso de “Chaos Horrific”- va a ser estupendo y, precisamente por eso, en lugar de celebrarlo lo etiquetemos de forma rutinaria, como quien masca chicle y con debates estomagantes sobre innovación y cambio, como si la música fuera una cuestión de I+D. Hay que tener cuidado con ciertos arrebatos snob por los que a algunos grupos les penaliza, de alguna manera que ves venir y a la vez no comprendes, su condición de leyenda. La lealtad a una historia y un sonido.

No quiero ni pensar que tenga que acabar mediando una separación de chirigota con regreso unos años después; o que se necesiten un par de discos de extravagancias experimentales y extravíos comerciales para que, después del bofetón, se valore otra vez cómo de importante es que haya grupos como CANNIBAL CORPSE. Pilares, emblemas. Que hacen lo que hacen y además consiguen que parezca sencillo. Para los que no fallar y no decepcionar es coser y cantar. Que nunca se olvidan de quiénes son y qué representan. A los que se les cae el talento de los bolsillos y jamás se dejan en casa la pasión y la furia.

Con la experiencia de 35 años de carrera, la seguridad de quién se sabe las normas porque básicamente ha creado las excepciones y una inspiración fresca y eternamente juvenil, “Chaos Horrific” es otro extraordinario disco de CANNIBAL CORPSE. Un logro, una celebración y un puñetazo en los dientes para los que solo valoran la cosas cuando las han perdido. Sí: “Chaos Horrific” es más de lo mismo. Y, en gran parte, por eso mismo es una maravilla.

Solo han pasado veintisiete meses desde que CANNIBAL CORPSE produjo aquella joya frenética y violenta llamada “Violence Unimagined”. Ahora, “Chaos Horrific” se eleva como su primo hermano, salido de las mismas sesiones de grabación en los ya infaltables Mana Studios de un Erik Rutan perfectamente integrado también como guitarrista en lo que ha acabado siendo, porque no podía ser de otra manera, una unión fabulosa. Una marcha extra en el momento oportuno, la entrada en la alineación de un músico fabuloso, para mantener a pleno rendimiento un motor que sigue sin dar señales de agotamiento después de (con este) dieciséis discos de estudio.

Otra gran pieza en la discografía portentosa de CANNIBAL CORPSE

Donde algunos ven complacencia acomodada, lo que hay realmente es una capacidad fascinante, verdaderamente única para recargar y disparar sin detenerse a darle demasiadas vueltas; para seguir extrayendo un sonido absolutamente genuino, fresco y violento. Y, claro, para transmitir que están recreándose en lo que más les gusta hacer en este mundo: conseguir que pasemos un rato excelente en la cámara de torturas. Es el cadáver caníbal. Es una puta leyenda del Death Metal y “Chaos Horrific” está perfectamente a la altura de la discografía portentosa de CANNIBAL CORPSE, que sigue haciendo cada poco tiempo lo que otros tardan toda la vida en hacer… si es que lo consiguen una sola y maldita vez.

"Chaos Horrific" muestra de nuevo el estado de gracia de la banda

Siempre entre lo notable y lo magistral en estudio y siempre en perfecto estado de revista en directo, una máquina de precisión salvaje, CANNIBAL CORPSE alarga en “Chaos Horrific” un momento de excelencia que es, en realidad, su estado natural. El negocio sigue en marcha en los sótanos de los que salen esos gritos tan raros, colega: sabes lo que vas a recibir y lo recibes. Salpicado de sangre y con olor a vísceras y gore macabro. Con otra portada marca de la casa de Vincent Locke (no de las mejores pero lo suficientemente buena) y con ese sonido que es exactamente el que mejor viste ahora al grupo. Oscuro pero expansivo, vibrante y trabajado pero sin pasar demasiado la fregona.

Durante casi 40 minutos, CANNIBAL CORPSE te asfalta con diez nuevas composiciones que son una barbarie saciante, brillantes con (si acaso) un par de ellas simplemente correctas. El estilo es del de “Violence Unimagined, continuista pero con más giros que recorren de arriba abajo la trayectoria del grupo. Y con un Rutan más presente, brillante y obviamente responsable de algunos patrones de guitarra que recuerdan a MORBID ANGEL. Éramos pocos y parió la abuela zombi. La aportación de Rutan, un personaje esencial en la historia del Death Metal estadounidense, es un abuso, dopaje musical para un grupo de la descomunal talla de CANNIBAL CORPSE. Como coger una bomba nuclear y dársela al monstruo final del juego.

Escuchar “Chaos Horrific” será una experiencia absolutamente placentera para lo que saben de qué va el asunto y estén como locos por ponerse el bañador, tirarse al agua infestada de tiburones y disfrutar mientras esta se vuelve roja en un remolino macabro de dientes. Es encajar golpes con una sonrisa sin ningún interés por convencer a quienes han llegado hasta aquí, tantos discos después, sin encontrar motivos para sumarse a la horda. No trae novedades que nadie ha pedido ni coquetea con cambios que la mayoría de fans tirarían por la ventana nada más verlos asomar.

Estamos en 2023 y los galones están para algo: hay cosas que se traen sabidas de casa. Con momentos de purísima diversión macabra, estas nuevas canciones intercalas ramalazos muy old school, thrashers, con riffs absolutamente viciosos, cabalgadas frenéticas y los grooves quebrantahuesos que son ya marca de la casa. Técnico pero conciso, clásico pero brutal y con esa facilidad que a estas alturas resulta asombrosa para seguir sacando un sonido tan vital, puro y vicioso. Después de casi cuatro décadas de vida… o más bien de pura muerte. Para cuándo termines de preguntarte qué está pasando, tus tripas estarán esparcidas por el salón. Pero volverás a por más; y volverás, y volverás…

A estas alturas, insisto, ya sabes lo que hay. Igual que sabes que CANNIBAL CORPSE es un lote de músicos cuyas interpretaciones individuales van a estar siempre entre lo intachable y lo espectacular. Ya todos, creo, con un reconocimiento que no siempre llegó de serie, y me parece muy claro el caso de un batería tan trascendental para el Death Metal como Paul Mazurkiewicz. Las paredes rítmicas que levanta con Alex Wesbter desde 1988 son, otra vez, los andamios sobre los que lanzan cuchillos Rob Barrett y Rutan, probablemente la mejor pareja de guitarristas de la historia del grupo. El resto lo pone un Corpsegrinder desatado, con (y es mucho decir) algunos de los gruñidos más amenazadores de su carrera.

Las canciones viciosas de "Chaos Horrific"

Ni siquiera quería citar canciones individuales, pero es obvio que “Blood Blind” apesta a nuevo himno del grupo, que el inicio con “Overlords Of Violence” y la básicamente perfecta “Summoned For Sacrifice” es un homenaje frenético a todo lo que hace grandioso a CANNIBAL CORPSE. Igual que un tema título que se cuela entre maravillas cargadas de detalles asombrosos como “Vengeful Invasion” y “Pitchfork Impalement”, que sacan brillo a la segunda parte del disco antes de “Drain You Empty”, un broche final bizarro y de melodías viscosas.

No quería citar canciones y he acabado nombrando siete que están listas para encajar como un guante en, una montaña de clásicos, el setlist del grupo; alguna (otra vez, “Blood Blind”…) destinada a quedarse en él durante años. “Chaos Horrific”, es probable que lo supieras antes de leer una sola letra de esta reseña, es uno de los discos de Death Metal del año. Una obra que mantiene en máximos el pulso de este impresionante tramo moderno de la carrera de CANNIBAL CORPSE. Ayer, hoy y ojalá que mañana. Siempre: una absoluta leyenda de puto Death Metal. A sus pies, caballeros. Una vez más.

Lista de temas

1. Overlods of Violence (03:07)
2. Frenzied Feeding (03:33)
3. Summoned for Sacrifice (04:05)
4. Blood Blind (04:34)
5. Vengeful Invasion (04:44)
6. Chaos Horrific (03:32)
7. Fracture and Refracture (03:36)
8. Pitchfork Impalement (03:16)
9. Pestilential Rictus (04:13)
10. Drain You Empty (04:35)

El disco está disponible en CD en Amazon.

Discográfica: Metal Blade

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