MERCENARY y "Soundtrack For The End Times" conquistan la fatalidad con belleza

Los daneses ponen de nuevo los pelos de punta en uno de los mejores álbumes de su carrera

"Everblack", "The Hours That Remain" y especialmente el maravilloso "11 Dreams" son palabras mayores cuando hablamos de la banda danesa de Death Metal Melódico MERCENARY. Tras una larga espera -son diez años, que se dice pronto, sin sacar material nuevo, desde "Through Our Darkest Days"-, el grupo ha aprovechado el tiempo para forjar cuidadosamente "Soundtrack For The End Times", un álbum que, aunque no pueda alcanzar a algunos de sus mejores discos, no los mira desde demasiada distancia.

Con una producción exquisita de Jacob Hansen en sus Hansen Studios y portada del ex DARK TRANQUILLITY Niklas Sundin, la agrupación vuelve a apelar a los sentimientos del oyente gracias a su clásica combinación de elementos: guturales enfrentados a delicadas líneas vocales, el tañido triste -y a veces esperanzador- de sus melodías, la pura agresión sonora de sus guitarras y ritmos, y la fatalidad que planea sobre sus canciones.

Las sentidas canciones de "Soundtrack For The End Times"

Todo se inicia con "Burning In Reverse" y su exhuberante potencia, atemperada por los teclados. No falta la alternancia de voces a cargo de René Pedersen y un emotivo final que se arranca la piel al final con guturales.

"Heart Of The Numb" pisa el acelerador sin miramientos con la colaboración de Matt Heafy de TRIVIUM, artista que se apunta a un bombardeo, como ya es costumbre en él, para después calmarse los ánimos en una bella y reposada "Where Darkened Souls Belong", en la que Pedersen reina de nuevo en una canción melancólica y pegadiza en su estribillo, con arreglos de teclados muy efectivos y un fantástico solo de guitarra de Martin Buus que nos lleva a una parte final en la que MERCENARY insiste en proporcionar un giro final de lo más intenso para cerrar el tema en lo más álgido.

Vemos cómo los daneses juegan sin parar dando el relevo a composiciones más relajadas y posteriormente a otras de lo más aplastante con "Through This Blackened Hatred", que incluso recuerda a canciones de los industriales PAIN en sus furiosas secciones. Pedersen se desata una vez más a las voces, muy acordes al título de la canción.

Hay más aparente delicadeza en "Anthem Of The Anxious", si bien se lleva la palma en este aspecto la sobresaliente "A Darker Path", que pasa de la delicadeza a los ritmos marciales impuestos con diligencia por el batería Martin Nielsen. A pesar de esta rotundidad que expele la canción nos encontramos con el que sea, posiblemente, con el estribillo más hermoso -y al mismo tiempo más simple y efectivo- de toda la obra. Cómo se expresa con su canto Pedersen -"we are the last"- pone los pelos de punta, y el giro que le da en la segunda parte del tema es magistral. Un corte al que seguro que los oyentes regresarán varias veces y que brillará en directo.

"Become The Flame" parece despuntar con elementos progresivos en su arranque y da escalofríos de nuevo en su estribillo, apuntalando el tema otro solo de Buus, delicioso también el casi funerario "From The Ashes Of The Fallen", que también se vuelve trepidante cuando lo necesita. "Black Heart, Dead Tissue", atrapa otra vez con su emotivo coro, y el atropellado y cañero "Black Blood Soil" nos mantiene alerta en el tramo final del disco.

El cierre de "Soundtrack For The End Times" lo pone "Beyond The Waves", que prosigue con el abatimiento en sus más de siete minutos. Un tema duro pero a medio tiempo con el que MERCENARY se despide por ahora con algo más de tranquilidad pero sin quitarse de encima el halo de tenebrosidad que reina pesaroso durante todo el álbum.

"Soundtrack For The End Times" es un motivo de celebración para los fans del grupo

Es un placer tener de vuelta a MERCENARY, maestros en lo que mejor saben hacer, el juego de seducción entre melodía y agresión. Los daneses mantienen el listón y lo ponen bien alto, algo que satisfará a sus seguidores. "Soundtrack For The End Times" no es, ni lo pretende, "11 Dreams", pero, me atrevería a decir, es su mejor trabajo desde la marcha de Mikkel Sandager y, desde luego, va directo a mi lista de mejores discos del año.

Discográfica: NoiseArt Records. CD disponible en Amazon.

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