Ser un virtuoso no es garantía de nada. Así el polaco Jakub Żytecki puede saber tocar muy bien pero si no sabe plasmar sus ideas sobre el pentagrama y ofrecer algo más que sus muchas formas de interpretar la guitarra, mal vamos. Afortunadamente no es el caso de DISPERSE. Ya con "Living Mirrors", su anterior plástico, llamó mi atención pero ahora con "Foreword", su tercer trabajo, se termina de confirmar en mi lista de bandas a tener en cuenta. Y encima vendrá a España junto a PLINI en abril. Una buena oportunidad de ver si tanta música contenida en "Foreword" se plasma con igual magia sobre las tablas.
La música de DISPERSE gira entorno a Jakub pero gracias a la precisa rítmica de sus compañeros Bartosz Wilk -siempre presente con su preciso pulso en el bajo- y sobre todo Mike Malyan -muy inventivo en sus ritmos- la música del cuarteto tiene una base sólida sobre la que asentarse. El otro protagonista, no menos importante en la música de DISPERSE es Rafał Biernacki. El vocalista y teclista recuerda mucho con su voz a la de CYNIC en los últimos tiempos y aporta la cara melosa, amable y nunca sobrante en DISPERSE. Eso hace que la banda no solo sea interesante musicalmente sino también pueda evocar e ir más allá hacia terrenos de accesibilidad, sin por ello perder la personalidad. Una personalidad que recae totalmente en Jakub, que al fin y al cabo es el creador de todo esto.
Ya sea mediante punteos de inspiración Jazz, atmósferas etéreas a lo PINK FLOYD o estructuras pesadas de ascendencia Djent, DISPERSE recorre una paleta infinita de texturas y colores en "Foreword". De hecho es el típico disco que en una primera escucha no ofrece todo lo que da de sí; cada vez que lo pongamos en el reproductor nos ofrecerá una visión diferente o nos hará fijarnos en detalles que pasaban desapercibidos en otras ocasiones. La riqueza instrumental de Jakub y las atmósferas que Biernacki desarrolla con sus sutiles teclados y efectos hace que "Foreword" sea un disco con mucho que ofrecer, más que los 53 minutos que dura en total. Unas escaleras mecánicas que nos conducen aparentemente a lo cotidiano pero que nos transportan a otra dimensión.
Atmósferas australes y ritmos tribales nos dan la bienvenida con "Stay", un corte muy delicado y envolvente. Es ideal para irnos poniendo en situación de cara a "Surrender" y "Bubbles" que son temas más de contrastes, especialmente el segundo que tiene alguno de los riffs más metálicos y al mismo tiempo punteos sutiles llenos de belleza.
Los temas no son excesivos, no se regocijan en su propio ombligo, moderando la duración para que ni sean demasiado cortos ni se pasen de la raya. Hay una excepción, "Does It Matter How Far?" que se deja llevar y nos plantea una jam entre todos que a veces es exuberante y otras veces es minimalista, a medio camino entre el Post Rock y la fusión jazzista. Precisamente, pese a durar casi diez minutos, acaba convirtiéndose en el tema más llamativo del disco porque Jakub se crece y muestra todo lo que da de sí.
La influencia de PINK FLOYD de la que antes hablaba se hace muy evidente en "Kites", en forma de punteos y síncopas, poniendo el cierre al trabajo de una forma también muy minimalista y con Biernacki brillando con su voz susurrada. Previamente otra joya como es "Tether" nos presenta unos juegos armónicos vocales que se quedan grabados a la primera y que encajan a la perfección en el aire Jazz del corte. Aquí es donde el sonido de los últimos CYNIC y bandas afines como EXIVIOUS se hace más evidente, además estamos ante el corte más llamativo y potencialmente vendible del disco (y no en vano fue el primer single escogido por DISPERSE).
"Foreword" es un trabajo de DISPERSE para paladear poco, para dejarse llevar, para dispersarse con él. No se buscan prisas, ni exhibicionismos baratos, sólo buena música. De esta que crece con el tiempo y que no deja de sorprenderte aunque lo escuches cien veces. Todo ello dentro de un concepto claro y conciso para que llegue a todo el mundo.