Black Metal noruego: Los 25 grupos imprescindibles

Black Metal noruego

Las mejores bandas del Black Metal noruego y los discos que tienes que escuchar

El 27 de marzo de 1993 la sacrosanta portada de la edición británica de Kerrang amplificaba al mundo la ola de histeria que recorría Noruega por los ataques de lo que se consideraba “terrorismo satánico”. “¿Ha ido el Heavy Metal demasiado lejos?” planteaba una cubierta de título ya legendario: “Arson… Death… Satanic Ritual… The Ugly Truth About Black Metal”. Quema de iglesias, muerte, rituales satánicos… la fea verdad sobre el Black Metal. Y lo cierto es que, más allá de que la línea que separa la información del sensacionalismo nunca ha dejado de traspasarse en un tema con todos los ingredientes para que así sea, nunca un género del espectro metálico había, efectivamente, ido tan lejos. Nunca había generado una leyenda tan negra ni había saltado a la prensa generalista por, además, sus acciones y no sus creaciones musicales. El Black Metal noruego estaba, en cierto modo, haciendo realidad, una especie de extravagante distopía satánica, lo que en una inmensa mayoría de grupos de generaciones anteriores solo había sido pose, palabras, juego: estética.

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¿Qué demonios estaba pasando? Eran tiempos sin Internet, sin redes sociales, en los que el mundo todavía era gigantesco, las noticias viajaban a un ritmo como mínimo digerible y los secretos permanecían guardados el tiempo justo para convertirse en folclore. Con todas sus contradicciones, sus lugares oscuros y sus ramificaciones indeseables, el Black Metal sigue atrapando la atención de cualquiera que se cruza con su historia. Sigue siendo un momento extraordinariamente conflictivo y particular en la historia del Metal; sigue generando alianzas y disputas, conversos y enemigos. Sigue vigente. Con alma camaleónica, capaz de adaptarse a todo, aunque su esencia primitiva sigue sabiendo a noche y a invierno, a pesadilla, dimensiones oscuras y fuegos del infierno. El Black Metal es a la vez el estilo más ortodoxo, más cuidado de sus tradiciones y preceptos, y el que más se expande, el que más ha acabado absorbiendo mestizajes de lo más variado, con cualquier sonido o veta musical.


Black Metal noruego: Más allá del corpse paint

Y, creo que está claro, cuando hablo de Black Metal hablo de Black Metal noruego. El que nos ocupa en este artículo. Aunque la primera imagen mental de casi cualquiera es muy obvia (corpse paint, sobrenombres recargados, armas medievales, portadas en blanco y negro, fotos de tipos pelados de frío en parajes inhóspitos), el Black Metal es un estilo de evolución larguísima, historia compleja y extensión global. Pero su segunda ola, la irrupción moderna que acabó en la portada de Kerrang y todo lo demás, se gestó en Noruega y no se puede separar de su naturaleza retumbante y sus tradiciones paganas. Noruega, donde el 6 de junio de 1992 ardió la iglesia de Fantoft Stave, una capilla del siglo XII ubicaba en Bergen y cuyos restos calcinados acabaron en la portada de “Aske” (cenizas), el EP publicado por BURZUM el 10 de marzo de 1993.

Ese Black Metal de voces desgarradas, blastbeats sostenidos en compases eternos, tremolo picking y afinaciones que rompían la gravedad del Death Metal hasta un extremo hiriente, el Black Metal en el que todos pensamos nada más oír su nombre, surgió como la radicalización de un sonido que maridó con un carácter. Con la transformación de sus protagonistas, a la cabeza el inolvidable (en todos los sentidos), Oystein Aarseth, Euronymous, lo más parecido a un padre fundador y el motor primigenio de la gigantesca leyenda MAYHEM.

La primera ola del Black Metal

Pero antes estuvo la primera ola, un Black Metal de otro signo y muchos orígenes, una transformación del Heavy Metal en busca de sus propios límites. Un camino que comenzó en BLACK SABBATH y pasó por la NWOBHM, MOTÖRHEAD y la aparición de VENOM, primero, y BATHORY y HELLHAMMER (y CELTIC FROST, claro), después. Pero eso es (llegará, esperemos) material para otro artículo. Uno que no puede obviar a SODOM, DESTRUCTION, SLAYER, el Hardcore/Punk británico (el d-beat de DISCHARGE a la cabeza), la ética satánica y el corpse paint de MERCYFUL FATE… un sonido con muchas capas y muchas banderas: ROTTING CHRIST en Grecia, SAMAEL en Suiza, VULCANO y SARCOFAGO en Brasil, BLASPHEMY en Canadá, MASTER´S HAMMER en la República Checa


Brazos que apuntaban a Noruega, donde se gestaba una marca propia, su denominación de origen, un sello infernal que después conquistó el mundo. Y que reinterpretó las mismas influencias que muchos de los citados y traspasó los límites del Death Metal cuando Euronymous dejó de creer en él como fórmula más radical posible de la música. Y si bien “Black Metal” fue el título del emblemático disco de VENOM en 1982, seguramente la primera manifestación musical que se acercó realmente a lo que luego se gestaría en Noruega, un punto de evolución absolutamente esencial, llegó en la vecina Suecia con “Under The Sign Of The Black Mark”, el tercer disco (1987) de BATHORY. Leyenda entre leyendas, un grupo por encima de casi todo y de casi todos.

La segunda ola del Black Metal noruego

Regresemos a esa segunda ola y a esa escena noruega que tuvo como kilómetro cero Helvete (infierno), la tienda de discos de Euronymous en la calle Schweigaards de Oslo. Una corriente que cambió el Metal Extremo para siempre, que aterrorizó a las mentes biempensantes y tardó mucho en ser verdaderamente comprendida, aceptada de forma generalizada. Una que comprimió un momento y un lugar precisos, un punto de encuentro de caminos creativos diferentes que luego, es otra particularidad de esta escuela, se desarrollaron en mil formas distintas.

El Black Metal, con toda la ortodoxia que proclama, ha visto asombrosas mutaciones, evoluciones radicales, cambios de concepto total. Buscar sus originales obliga a pasar por sus nombres principales, pero no solo eso. También en muchos casos a seleccionar momentos puntuales, casi fugaces: a veces un disco, un tramo concreto, un punto de partida o una vía de paso… Eso, con todos sus debates y sus contradicciones, también forma parte de la entraña del Black Metal. Y eso es lo que este listado ha tratado de respetar. Sin desplazarse demasiado (es imposible no tocar algunas cuerdas algo discordantes) hacia otros subgéneros, sin salir de Noruega, con un pie siempre en las leyes y la norma de la segunda ola. Descartando algunos que podrían haber estado y a unos cuantos que seguramente deberían haber estado. Ya se sabe: son todos los que están, pero no están todos los que son.

Como rezaba el eslogan del sello del propio Euronymous, el mítico Deathsilence Productions (DSP): No Mosh, No Core, No Trends, No Fun. Desde el infierno nórdico al mundo, desde Noruega sin un solo ápice de amor, estos son (por orden rigurosamente alfabético) los principales grupos noruegos de Black Metal:


1349, brutalidad máxima

1349

Banda de segunda generación que hace del abrazo a la ortodoxia su razón de ser y, precisamente por eso, crea una división frontal entre quienes la consideran uno de los guardianes de las esencias, un grupo necesario en tiempos en los que el Black Metal ha sido asimilado por la cara comercial de la industria y diversificado hasta cualquier extremo que se pueda imaginar, y quienes creen que se trata de un artefacto fácil para repetir clichés y reciclar riffs en unos discos sin mucho peso específico y que añaden poco lustre a glorias ya pasadas. El caso es que 1349 es un grupo bien engrasado, que arrasa en directo y que cuenta con Frost, el excepcional batería que libera aquí toda la energía Black que cada vez le requiere menos su ocupación principal, SATYRICON. Y una banda a la que siempre le ha faltado una última zancada compositiva para crear discos verdaderamente trascendentes.

“Hellfire” es el disco de 1349 que tienes que escuchar

Sin un gran clásico en casi un cuarto de siglo de vida, este grupo que debe su nombre al año en el que la peste negra llegó a Noruega y se llevó a dos tercios de la población, saca pecho principalmente de “Hellfire”, su tercer disco (2005), que profundiza en lo expuesto en los bien recibidos “Liberation” y “Beyond The Apocalypse”. Pocas florituras, distancia respecto a las corrientes sinfónicas, brutalidad máxima, riffs afilados y los constantes blastbeats de Frost. Un muy buen trabajo al que siguieron una discreta etapa más experimental y un regreso a los preceptos básicos que ha dado buen resultado en “Massive Cauldron Of Chaos” y el último y notable “The Infernal Pathway”, que saca brillo a la raíz más Black/thrash del sonido de 1349.

ARCTURUS, Black Metal y Avantgarde

Arcturus La Masquerade Infernale


Su nombre viene de la estrella que más brilla en el cielo escandinavo, la cuarta en toda la bóveda celeste. Su formación acabó siendo una especie de supergrupo por los trabajos principales de los integrantes de sus distintas alineaciones (Garm de ULVER, Hellhammer de MAYHEM, ICS Vortex, Samoth, Marius Void…) y su origen está en MORTEM, una banda que comenzó más apegada al Death Metal y que editó disco en 2019, nada menos: el notable y blacker “Ravnsvart” con Marius Void y Hellhammer al frente.

ARCTURUS es la norma hecha trizas, la libertad creativa, el carnaval: un padrino del Black Metal Sinfónico que acabó siendo el gran bastión del Avantgarde nórdico, un grupo sin límites ni fronteras, que traspasó cualquier barrera de lo lógico en términos de teatralidad y subversión. Un reto para los más ortodoxos, desde luego, pero un grupo esencial en la evolución del Metal Extremo y con una reputación prácticamente intocable dentro de una esfera musical que tiene poco parangón. ARCTURUS es ARCTURUS, es cabaret demoníaco y viajes barrocos por las estrellas. Y es un grupo que, como mínimo, todo el mundo debería conocer.

El disco clásico de ARCTURUS, “La Masquerade Infernale”

“La Masquerade Infernale” es el gran clásico del Black Metal convertido en Avantgarde. Editado en 1997, rompe todas las fronteras, trasgrede todas las normas e introduce una música de un sofisticado intelectualismo satánico. De hecho, el disco se iba a llamar “The Satanist”. Instrumentos clásicos, voces mayoritariamente limpias, teatralidad, visitas a Poe, atmósferas góticas y circenses casi propias de Tim Burton, pasajes bombásticos, instrumentos clásicos, elementos de la ópera bufa, el cabaret, el jazz… y el Black Metal, claro. Un disco único. Un año antes apareció el también esencial “Aspera Hiems Symfonia”, que todavía no había soltado todas las amarras pero que trazaba ya un viaje único de Black Metal Sinfónico, Progresivo y de ecos Góticos. La continuación al señalado EP “Constellation”, que fue la primera versión sólida de ARCTURUS tras el extraño single “My Angel” en el que Marius Void recordaba a una exnovia hawaiana.

BURZUM, la leyenda negra del Black Metal noruego

Varg Vikerness de Burzum, leyenda negra del Black Metal noruego

La leyenda negra, uno de los grupos más trascendentales, influyentes y famosos de la historia del Black Metal. Esencial en lo musical… y un capítulo central de toda la controversia, el crimen y las miserias que acompañaron al género. Incluido el descenso a los fondos más profundos y repugnantes del supremacismo racial y el nacionalismo de inclinación nacionalsocialista del archiconocido Varg Vikernes, en tiempos Count Grishnackh. Un niño llamado (precisamente) Kristian, pasó una temporada en Iraq porque su padre trabajó para Saddam Hussein, al que él alabó después en los primeros tiempos de BURZUM, grupo unipersonal que nunca tocó en directo, que alguna vez trató de conformar como banda tradicional y que cogió prestado de Tolkien su nombre.

El primer Vikernes estaba fascinado por la fantasía, los juegos de rol y la guerra. El odinismo esotérico y la deplorable ideología ultraderechista llegaron después. Vikernes quemó iglesias, asesinó a Euronymous y acabó condenado a 21 años de cárcel. Pero por muy despreciable que a muchos nos pueda parecer casi todo de él, lo cierto es que BURZUM fue un grupo único, mágico, que publicó en cuatro años otros tantos discos inolvidables, clásicos esenciales que suponen uno de los puntos culminantes, y definitivamente más emocionantes, del Black Metal noruego.

Los discos de BURZUM que tienes que escuchar

Lo acabo de decir: los cuatro primeros discos de BURZUM, cuatro obras maestras, se pueden ordenar casi de cualquier forma y el resultado sería aceptable. Quizá el debut, “Burzum”, el primero disco de Black Metal editado por Deathlike Silence Productions (el sello de Euronymous) en 1992, esté algo por debajo porque todavía solo aboceta (aunque de forma apabullante) lo que estaba por venir. Después llegaron “Det Som Engang Var”, “Hvis Lyset Tar Oss” y ese trance sobrecogedor que fue “Filosofem”. Cuatro discos entre 1992 y 1996 que forman parte de la columna vertebral del Black Metal con sus riffs profundamente emocionales, sus largos desarrollos instrumentales, sus pasajes hipnóticos y sus atmósferas épicas y desgarradoras. Personalmente me quedo con “Hvis Lyset Tar Oss” ("si la luz nos lleva"), un disco con una esencia profundamente especial, absolutamente sobrecogedora.

DARKTHRONE, clásico del Black Metal noruego

Darkthrone

Otro clásico gigantesco, uno de los grupos más influyentes (y más copiados) y uno de los bastiones originales que ayudaron a edificar el edificio oscuro de lo que pasó a llamarse Black Metal. Su historia fue la de muchos, también arquetípica de ese tiempo y ese círculo: de unos inicios en el Death Metal a dejarse llevar por la ola Black despertada por Euronymous. El caso de DARKTHRONE es especialmente claro porque en 1991 había editado, ya con ese nombre, un disco de Death Metal a la escandinava, “Soulside Journey”, con un gran recibimiento y en un sello como Peaceville, que vivió con los pelos como escarpias la transformación de un grupo que editó después una trilogía esencial para desarrollar el Black Metal: “A Blaze In The Northern Sky”, “Under A Funeral Moon” y “Transilvanian Hunger”.

Con el paso de los años, DARKTHRONE (eternos Fenriz y Nocturno Culto) se ha convertido en una banda que se mueve feliz en los márgenes de su propia leyenda, no toca en directo y edita discos de Proto Metal Extremo con mucho Heavy/Speed Metal clásico ochentero.

“A Blaze In The Northern Sky”, uno de los álbumes básicos de DARKTHRONE

No fallarás con ninguno de los tres citados, pero el primero, “A Blaze In The Northern Sky” tiene un sabor genuino, especial, un momento de confluencia de caminos, de decisiones antes de entrar ya de lleno en el Black Metal de segunda ola con “Under A Funeral Moon”. Dedicado a Euronymous, fue editado el 26 de febrero de 1992, a la vanguardia del Black Metal noruego al que marcó con su sonido absolutamente destripado hasta lo más básico y su portada con foto supercontrastada y en blanco y negro (del guitarrista Zephyrous, que se fue en 1993).

Fenriz se había cansado de un Death Metal que había saturado la escena y que tendía hacia terrenos cada vez más técnicos y pulidos, y había entrado en el círculo de amistades de Euronymous. El resultado, un viaje que comenzó en HELLHAMMER / CELTIC FROST y en este “A Blaze…” en el que adaptan al nuevo sonido el núcleo de algunas ideas que tenían listas para su versión todavía Death Metal, que en realidad ya había muerto. Grabado en el Creative Studios de Kolbotn, donde MAYHEM grabó “Deathcrush”, este sigue siendo un disco esencial en la historia del Metal Extremo, con himnos como “Kathaarian Life Code” e “In The Shadow Of The Horns”. Un trabajo eterno, efectivamente un destello en el cielo del norte: we are a blaze in the northern sky, the next thousand years are ours…

DIMMU BORGIR, el camino sinfónico

Dimmu Borgir
Foto de DIMMU BORGIR de Per Heimly

Uno de los grupos de Black Metal más famosos para el gran público (seguramente el más famoso) y, por lo tanto, uno de los más repudiados por los seguidores puristas del estilo, que pasaron a hacerse cruces (invertidas, con perdón) con la evolución sonora de una banda que saltó al hiperespacio en la escudería de Nuclear Blast y abrazó sin complejos el paso al mainstream y la entrada en una máquina de generar música masiva, una estética ultracuidada... y mucho dinero. Uno de los primeros grupos que se adentró con verdadero éxito en los terrenos del Black Metal Melódico, pasó pronto a la evolución sinfónica y bombástica que le dio fama. Cuanta más fama, mejores producciones, un estilo más orquestal, videoclips más currados (y muy caros), grandes giras... y el desprecio de quienes creen que, al final y al cabo, el Black Metal es otra cosa.

Pero DIMMU BORGIR se forjó en Oslo, en 1993, con muchas horas pasadas comprando discos en Helvete y con un guitarrista, Shagrath, que había pasado por FIMBULWINTER. En sus inicios, cuesta creerlo, sus miembros no se maquillaban y apostaban por un sonido más cercano a CELTIC FROST y la herencia de los ochenta y la primera ola de Black Metal. Después descubrieron lo que estaban haciendo con las atmósferas y las melodías grupos como EMPEROR y GEHENNA y decidieron situarse ahí para ir, finalmente, más allá. Mucho, mucho más allá. Demasiado para lo que aquí nos toca, desde luego.

"Entrhone Darkness Triumphant", el mejor disco de DIMMU BORGIR

"Entrhone Darkness Triumphant" tiene un notable valor histórico. Ya en Nuclear Blast y con grabación en el Abyss Studio de Peter Tägtgren, ya en las grandes Ligas, este trabajo fundió la barrera entre el underground y el mainstream y lanzó a DIMMU BORGIR (vendió más de 150.000 copias) hacia unos niveles asombrosos de éxito. Pero es, a diferencia de muchos de los que vinieron después, un gran disco. Épico, oscuro y bombástico. Con un espíritu más orquestal y menos lánguido que los que lo precedieron ("For All Tid" y "Stormblast") y grandes canciones como "Mourning Palace", "Spellbound (By The Devil)", "Tormentor Of Christian Souls"...

DODHEIMSGARD, verso suelto del Black Metal

Dodheimsgard

Un patrón muy repetido: grupo de Oslo, formado en el calor de la crecida de la segunda ola y con mucho movimiento de miembros, incluido el encuentro de varios grandes de la escena: Vicotnik (cuya fama también proviene de la reputada joya Avantgarde VED BUENS ENDE) es el elemento estable de un grupo por el que han pasado Fenriz, Aldrahn, Apollyon, Galder... Y otro de los que decidió partir de un sonido ortodoxo pero apenas se mantuvo en él y evolucionó hasta separarse por completo de su raíz. De hecho, pocos grupos han sido más importantes e influyentes en la caída de barreras en el Metal Extremo que este, una máquina infernal de combinar Black Metal con sonidos industriales, experimentales, Avantgarde... Un verso suelto, DHG es un grupo que todo el mundo debería conocer, desde sus origines más primitivos a sus visiones más expansivas y futuristas. Una marca musical única.

"Kronet Til Konge", el álbum que tienes que escuchar de DODHEIMSGARD

Para el artículo que nos ocupa, sin duda "Kronet Til Konge", el debut de 1995. Un trabajo que no escapaba de la ortodoxia, con una convención casi ya nostálgica y un sonido desgarrador en el que Fenriz pone un bajo mucho más reconocible de lo normal en el género, y Aldrahn firma una de las interpretaciones vocales más dramáticas, personales y carismáticas de la época. Para entender la transformación posterior y la irrupción de sonidos industriales y electrónicos en un Black Metal reconvertido en vanguardia, "International 666" (1999) es una escucha difícil, algo irregular pero importante. El paso a una nueva época de experimentación e individualismo cuyo último capítulo es el excelente "A Umbra Omega" (2015): Black Metal, Jazz Fusión, Electrónico, Ambient, Industrial, Rock Progresivo...

EMPEROR, pionero del Black Metal Sinfónico

emperor

El gigante hecho de hielo y estrellas. El grupo que creció hasta dejar una estela infinita sin ser, algo francamente difícil de conseguir, castigado por ello por su legión primitiva de seguidores. El gran pionero del Black Metal Sinfónico, el grupo que bebió de MASTER’S HAMMER y que cosió los años de CELTIC FROST y BATHORY con la irrupción de MAYHEM y DARKTHRONE. También otro formado por músicos muy jóvenes que llevaban poco en la escena Death Metal cuando cambiaron de bando, y que maduraron casi sobre la marcha con una formación que llegó a tener a tres de sus cuatro miembros en la cárcel, del asunto de las iglesias quemadas y el terrorismo satánico a la condena por asesinato al batería Faust. El retoño de Samoth (Tomas escrito al revés, básicamente) e Ihsahn, EMPEROR firmó con un sello extranjero, recorrió el mundo… y llevó el Black Metal a una nueva dimensión dramática, progresiva, sinfónica, enroscada en la naturaleza salvaje y las leyendas paganas de Noruega. Uno de los grupos más grandes del estilo. Para muchos, de hecho, el más grande.

Dos obras maestras de EMPEROR

Realmente es casi imposible elegir entre “In The Nightside Eclipse” y “Anthems To The Welkin At Dusk”, los dos primeros discos, dos obras maestras editadas en 1994 y 1997. Pero recomiendo sobre todo el primero, “In The Nightside Eclipse”, con un sonido todavía más primitivo y caótico y una producción destructiva pero ya con el manto de sinfonismo que separó a EMPEROR del resto. La marca que “Anthems…” llevó más allá: más furia, más elevación sinfónica y estructuras más complejas. “In The Nighside…” muestra a unos músicos llenos de ideas pero todavía muy jóvenes. Es un disco legendario con una portada legendaria creada por Necrolord y en la que orcos camino de Minas Morgul dejan un lugar, junto al carismático logo del grupo, a la muerte sobre un caballo pálido de Gustavo Doré. El embrujo de la naturaleza oscura y despiadada, los rincones más oscuros de la historia, Tolkien, los mitos paganos, un satanismo menos frontal, un dramatismo sobrecargado y arrollador… y canciones legendarias, maravillosas, como “I Am The Black Wizards”, “Inno a Satana”, Towards The Pantheons”, “Cosmic Keys To My Creation & Times”

ENSLAVED, del Black al Viking Metal

Enslaved

Todavía en marcha y convertido, de hecho, en uno de los grupos más importantes de los últimos años, ENSLAVED fue evolucionando del Black al Viking Metal y de ahí a una especie de Viking Progresivo y Psicodélico, un estilo personal y que ha dejado discos estupendos (otros no tantos) en los últimos veinte años. Pero en sus inicios, ENSLAVED adoptó el espíritu de la escena Black Metal aunque sin meterse de lleno en el inner circle de Euronymous y sin compartir la fascinación satánica de la mayoría de bandas durante esa primera explosión. ENSLAVED cantó siempre a la tradición pagana, a las raíces vikingas, a la historia perdida de su tierra, a la religión politeísta que el yugo de la cristiandad redujo a folclore. Atmósferas misteriosas, un sentido épico y casi orquestal de las composiciones, melodías muy especiales… es un grupo con una esencia férrea pero mil caras, casi tantas como discos, y un vínculo con los sonidos que nos ocupan en este artículo muy adscrito a sus primeros años, cuando (también ellos) se bajaron del barco del Death Metal en el que hacía sus pinitos.

“Eld”, álbum clásico de Viking/Pagan/Black Metal

Hay muchos discos extraordinarios de ENSLAVED. Y es imposible no nombrar “Eld” como obra maestra de Viking/Pagan/Black Metal. Pero la esencia más primitiva y de segunda ola está en los inicios: el legendario EP “Hordanes Land” y el primer disco, “Vikingligr Veldi”. Con letras en islandés y noruego antiguo, su icónica portada con los cascos anglosajones desenterrados en los cementerios medievales de Sutton Hoo y un sonido ambicioso pero todavía primitivo, con esencia misteriosa y una atmósfera que lo hacen diferente de “Frost”, una continuación increíble que llegó apenas meses después con un enfoque más gélido y brutal. Ivar Borjnson y Grutle Kjellson, que siguen al pie del cañón, solo tenían 15 y 17 años cuando (resulta asombroso) grabaron ese inolvidable disco debut.

FIMBULWINTER, una banda efímera

Fimbulwinter Servants Of Sorcery

Un disco y adiós: FIMBULWINTER apenas duró y quedó como el grupo del que zarparon Shagrath (DIMMU BORGIR) y Skoll (ARCTURUS, ULVER, VED BUENS ENDE). Formado en Oslo, adoptó todas las formas de la corriente que ya arrollaba (1992-94) y dejó un disco que tiene valor como pieza primitiva que muestra el océano que se movía por debajo de los grandes nombres, los que todo el mundo identifica en un primer vistazo.

“Servants Of Sorcery”, el único disco de FIMBULWINTER

Solo hay uno, así que es obvio: “Servants Of Sorcery” tiene la estética (nombre extraído de la mitología nórdica, sobrenombres de los músicos, portada en blanco y negro) y la ética de la segunda ola, defectos de principiantes (la batería y la voz podrían ser mejores) y una enorme energía primitiva y cruda con un estilo que es interesante porque muestra el puente que se tendió desde los precursores (BATHORY, CELTIC FROST) hasta un estilo más canónico de segunda ola y no muy distinto al de los discos clásicos de GORGOROTH, por ejemplo.

FLEURETY

Fleurety, grupo de Black Metal noruego

Casi unos parias en su momento, unos outsiders en una escena outsider. Un grupo que llegó un poco tarde, cuyos miembros eran muy jóvenes y vivían algo aislados (a unos 30 kilómetros de Oslo) cuando explotó la segunda ola de Black Metal, que en todo caso tuvo un enorme efecto en ellos. Formado ya en 1991, FLEURETY (el nombre de un ente demoníaco) fue un grupo a contracorriente, que desde sus primeras grabaciones llamó más la atención cuanto más se alejaba del epicentro del Inner Circle: más valorado fuera de Noruega que en su casa, acabó siendo un grupo esencial para entender la evolución del Black Metal hacia terrenos más progresivos, Avantagarde y con esos toques Post Rock y Post Metal que lustros después son usados de forma masiva.

El disco que tienes que escuchar de FLEURETY

El EP “A Darker Shade Of Evil” y el primer disco, “Min Tid Skal Komme” son joyas olvidadas de un Black Metal evolucionado, cada vez más refinado y separado de la norma general. Desde unos inicios atmosféricos y de tendencia Folk que recordaban a los primeros SATYRICON hacia un estilo cada vez más experimental, con melodías más pronunciadas, pasajes acústicos más trascendentales, apoyo de voces femeninas, toques cada vez más psicodélicos… Atmósferas hipnóticas e introspectivas y todavía el suficiente Black Metal para hacer de “Min Tid Skal Komme” una recomendación para cualquiera que quiera escuchar un disco distinto, vanguardista, en algunas cosas adelantado a su tiempo (fue editado en 1995). Después, FLEURETY se fue alejando cada vez más del Black Metal.

GEHENNA

Gehenna, grupo de Black Metal noruego

Otro de esos secretos que no escaparon del círculo más cerrado de seguidores del Black Metal nórdico y un grupo que, como tantos otros de esta lista, no se detuvo mucho tiempo en esos cánones y evolucionó, en su caso hacia terrenos más futuristas y finalmente más metidos en el Death Metal. Sin embargo, GEHENNA no era un grupo salido de las sesiones de cervezas por Oslo y las reuniones en Helvete alrededor de Euronymous. Aislado en Stavanger, en el suroeste de Noruega, creció por su cuenta con BATHORY como gran influencia. Y pilló a casi todos por sorpresa con su célebre demo "Black Seared Heart". GEHENNA desarrolló un estilo que partía del Black más tradicional y se metía en terrenos sinfónicos hasta ser una de las referencias de esa veta del género.

"Seen Through the Veils of Darkness (The Second Spell)", el gran trabajo de GEHENNA

Después de la citada demo, GEHENNA publicó dos EPs, el segundo también con estatus legendario: "First Spell", editado por Head Not Found, el sello de Metallion (padre de Slayer Magazine y un personaje clave en la escena), y con su icónica portada de las figuras a caballo recortadas sobre un cielo en blanco y negro. Después llegó su gran trabajo, el disco debut: "Seen Through the Veils of Darkness (The Second Spell)", editado en 1995 y que es una de las grandes obras del Black Metal Sinfónico, con elementos en el tratamiento de los sintetizadores que le acercan a EMPEROR y la frialdad y malicia originales del estilo. Intactas, pero rodeadas de unas atmósferas sobrecogedoras y un aura de misterio que le sigue dando, todavía, impronta de disco especial. Lo es.

GORGOROTH, otro grupo mítico del Black Metal noruego

Gorgoroth, banda noruega de Black Metal

Otro de los bastiones, de los grupos que, además, personificaron el peligro, la esencia malsana de un movimiento que fue más allá de las palabras y pasó a una acción que dejó perpleja a la biempensante y conservadora sociedad noruega. Nombre de la faceta más oscura de Tolkien, actos desquiciados, controversia constante, un estatus de culto que zozobró con su fichaje por Nuclear Blast (anatema para los puristas) y las condenas criminales para casi todos los miembros, de la habitual quema de iglesias en los noventa a acusaciones de violación, tortura, secuestro, posesión de armas…

GORGOROTH acabó, antes de unos años de confusión decadente, metido en una tremenda bronca por los derechos del grupo. Episodios desgraciados de un nombre mítico del primer Black Metal, un grupo que creó en sus primeros años de vida, entre 1994 y 1997, una trilogía excepcional que se encuentra entre lo más reverenciado de la veta más podrida y venenosa género.

Los mejores discos de GORGOROTH

La citada trilogía la conforman “Pentagram”, “Antichrist” y “Under The Sign Of Hell”. Con referencias obvias a BATHORY en líneas temáticas que jamás enseñan las letras de las canciones (ni en los libretos ni en un formato online), GORGOROTH pasó de la crudeza más áspera y directa del demoledor “Pentagram”, media hora de barbarie rítmica y ritmos memorables, a la atmósfera más emocional y evocadora de “Antichrist”, que expandía lo que en el debut eran solo unos trazos de un aura más sobrecogedora. “Under The Sign Of Hell” combina lo mejor de ambos discos en unas composiciones maduras y equilibradas que conforman, para muchos, lo mejor de GORGOROTH. Pero es fácil quedarse, aunque solo por un palmo, con el salvaje furor que desata “Pentagram”.

HADES, grupo olvidado del Black Metal noruego

Hades, grupo olvidado del Black Metal noruego

Un clásico olvidado, enterrado por la trascendencia masiva de algunos de sus contemporáneos y al que parece que las arenas del tiempo han sepultado de forma absolutamente injusta. Tal vez influye que HADES, que arranca en 1992 y editó sus dos discos en 1994 y 1997, fue uno de los grupos que llegó un poquito después, tras la explosión inicial. Pero fue uno de los mejores, con una inclinación épica y Black/Viking que convertía su sonido en muy especial, majestuoso. Después pasaron a ser HADES ALMIGHTY por la coincidencia con el grupo norteamericano del mismo nombre. Salieron de la zona de Bergen, excelente cuna para el Black Metal, y del entorno OLD FUNERAL/IMMORTAL, donde se curtió su líder, un Jorn Inge Tunsberg que fue uno de los encarcelados por la quema de iglesias. HADES es uno de los grupos más infravalorados de la escena clásica del Black Metal noruego de los años 90.

Las obras relevantes de HADES

Aunque llegaron un poco tarde, cuando las cartas ya se habían repartido, HADES irrumpió arrasando con la excelente demo “Alone Walking” y editó después dos discos que son dos clásicos absolutos: “…Again Shall Be” y “The Dawn Of A Dying Sun”. Ecos de BATHORY, un sonido monumental y majestuoso que no se basaba en la velocidad sino que la usaba como recurso, teclados bien introducidos, riffs gélidos y arcaicos y una atmósfera absolutamente épica para un bastión de la expresión original del Black/Viking Metal. Los dos discos son excelentes, pero recomiendo empezar por el primero, “…Again Shall Be”.

IMMORTAL, épica en el Black Metal

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Una leyenda que es, también, uno de los grupos que más éxito comercial ha tenido en toda la historia del Metal Extremo. Años de reconocimiento y lanzamientos masivos a través de Nuclear Blast, la primera división de la que años antes huía un inner circle al que IMMORTAL nunca perteneció del todo. Euronymous introdujo a Abbath, el carismático frontman, en los caminos del Black Metal y este, a su vez, atrajo a Varg Vikernes. Pero el propio Euronymous rechazó a IMMORTAL en su núcleo porque el grupo no era lo suficientemente satánico. Más inclinado por la fantasía, las leyendas, los relatos bélicos, el poder de la naturaleza y el bosque oscuro imaginario donde sitúan buena parte de su narrativa, el Blashyrkh. IMMORTAL evolucionó hacia un sonido cada vez más épico (con más influencias de BATHORY) y accesible, con producciones poderosas y suficientes elementos de Metal tradicional. Ahora, sin un Abbath que lucha contra los demonios del alcohol y sostiene una exitosa carrera en solitario, Demonaz y Horgh pelean por los derechos de IMMORTAL.

Los álbumes imprescindibles de IMMORTAL

El gran éxito comercial llegó con “Damned In Black” y, sobre todo, el expansivo “Sons Of Northern Darkness”. Pero hay dos trabajos anteriores que, sin duda, marcan los hitos de la monumental carrera de IMMORTAL: “Pure Holocaust” es la versión más ortodoxa, más apegada a los preceptos clásicos del Black Metal noruego. Y “At The Heart Of Winter” es un logro colosal, épico y mucho más atmosférico. Un disco extraordinario pero, por lo que respecta a este artículo, quizá sea una recomendación más apropiada ese “Pure Holocaust” que descarga clásicos como “The Sun No Longer Raises”, “Unsilent Storms In The North Abyss”, “Eternal Years on the Path to the Cemetary Gates”…

MAYHEM, pilar de la segunda ola del Black Metal noruego

Mayhem

La gran leyenda, el gran demonio, el gran insulto a la moral judeocristiana, a los valores que occidente quiso convertir en tradicionales. La importancia de MAYHEM en la gestación y expansión de la segunda ola de Black Metal no se puede exagerar por mucha trascendencia que se le quiera dar: es tanta como se pueda y se quiera imaginar. Helvete y Euronymous, la filosofía y la música, los preceptos básicos de un movimiento que creció en paralelo a este grupo, formado en realidad en 1984 pero que no editó el seminal “De Mysteriis Dom Sathanas” hasta diez años después. Ese tramo ochentero de MAYHEM personifica la gestación y evolución del Black Metal noruego, desde unos inicios ruidosos, de confusión adolescente, hacia la radicalización conceptual y la mística musical, una cacofonía épica que suponía una revolución.

“De Mysteriis Dom Sathanas”, un disco básico del Black Metal

Este caso es fácil: “De Mysteriis Dom Sathanas”. Uno de los discos esenciales, de los que hay que escuchar para saber qué es el Black Metal, que significa esta música capaz de evocar inviernos demoníacos y tumbas en las que nadie puede descansar. Con himnos legendarios del género (“Freezing Moon”, “Pagan Fears”…) y un sonido todavía hoy aterrador, incómodo y bizarro, “De Mysteriis Dom Sathanas” fue más un enclave en el tiempo que un disco; una conjunción de músicos y circunstancias, con la muerte muy presente, que acabó derivando en un trabajo que vomitaba todo lo que había agitado esa escena recién despertada. Por él pasan Euronymous, Hellhammer y Attila Csihar, Varg Vikernes (por entonces Count Grishnackh), el malogrado Dead (su recuerdo vive en las letras), Blackthorn

MYSTICUM, Black Metal Industrial

Mysticum, banda noruega de Black Metal Industrial

La gran leyenda, olvidada por muchos, del Black Metal Industrial. MYSTICUM personificó la transformación de un género que había nacido obsesionado con el pasado, la naturaleza y la mitología oscura. Era el abrazo de la gran ciudad, de los paisajes industriales y los ritmos maquinales sin perder ni un ápice de la esencia original. Las baterías programadas ya estaban ahí cuando el grupo todavía se llamaba SABAZIOS y editó la recordada demo "Wintermass" (1993). Ya como MYSTICUM, y con un breve paso de Hellhammer por la formación, desarrollaron un sonido absolutamente radical, blacker por instinto y maquinal por elaboración.

"In The Streams Of Inferno" (1996) es una salvajada crucial, un clásico del underground extremo y la esencia misma de su subgénero: el Black Metal Industrial. Relacionados con el Inner Circle, su relación con Euronymous se basó en su afición compartida por las serpientes. Y en una escena en la que casi todos bebían cerveza hasta caer redondos, ellos introdujeron las drogas duras, los excesos definidos por su lema: sexo, drogas y satán.

"In The Streams Of Inferno", llevando el género al extremo

"In The Streams Of Inferno", el debut de MYSTICUM, es una de las piezas más extremas que ha dado el Black Metal. Riffs asesinos, baterías programadas en ritmo maquinales y voces demenciales, torturadas incluso para lo habitual en el género. Un disco abrasivo, con unos niveles de agresión difíciles de encajar y que todavía hoy resulta obscenamente salvaje, una tortura industrial que tardó mucho en tener continuación. "Planet Satan" se pasó años anunciado, pero no vio la luz hasta 2014. Un muy buen disco que no estaba a la altura de su mítico predecesor pero que mantenía la vigencia de un grupo que pagó sus excesos y se apagó muy rápido, decepcionado también por la domesticación de la escena Black. Después, regresó y sigue en marcha todavía.

SATYRICON

Satyricon en la época de Nemesis Divina

Se sumó a la ola de Black Metal que arrasaba Noruega, con miembros una vez más procedentes de otros sonidos extremos, y acabó siendo uno de los grupos más importantes y conflictivos de una escena a la que no le faltan, precisamente, conflictos. Satyr, un prodigio creativo que difícilmente echa raíces en un nicho musical, y el extraordinario batería Frost (una institución en el Metal Extremo) mantienen en constante movimiento a un grupo que acabó accediendo a un notable éxito comercial… para un notable disgusto de muchos de sus seguidores tradicionales, que no encajaron su evolución hacia sonidos más expansivos y cercanos al Black’n’Roll (en una paleta estilística amplia).

Pero SATYRICON, esa es la realidad guste más o menos, nunca ha dejado de moverse: dos discos de Black nórdico más primitivo, una obra maestra como “Nemesis Divina” y un salto al postapocalipsis con “Rebel Extravaganza”. Eso solo en su primera etapa. A partir de ahí no hubo marcha atrás pero antes, en la primera década de vida del grupo, SATYRICON dejó un rastro de Black Metal mucho más ortodoxo… aunque también muy personal.

“Nemesis Divina”, el disco que tienes que escuchar de SATYRICON

satyricon-nemesis-divina

Es fácil: “Nemesis Divina”, editado en 1996, es una de las obras maestras del Black Metal. Y “Mother North” uno de los himnos más emblemáticos del género. A partir de ahí, la experimentación soltó amarras y Satyr fue mutando en cada disco, dando a SATYRICON mil formas y a bastantes de sus antiguos seguidos unos cuantos dolores de cabeza. Antes, habían llegado dos discos más tradicionales y de esencial medieval. El tercero, “Nemesis Divina”, era una ya obra más avanzada, sofisticada y refinada, sin dejar de ser fría, atormentada y genuinamente salvaje. En ese puente entre dos momentos muy diferentes de su carrera (de las sombras de "Dark Medieval Times" a un futuro de pesadilla), SATYRICON creó su gran obra, un disco esencial para comprender en su totalidad el Black Metal noruego.

STRID, predecesor del Suicidal Black Metal

Strid Suicidal Black Metal

Como sucede al final de esta lista con ZYKLON-B, algunos nombres merecen un hueco aunque su producción fuera mínima. En este caso, una demo editada en 1993 y un EP que apareció un año después. Esto bastó a STRID para dejar una impronta legendaria como predecesor de un subgénero, el Suicidal Black Metal, en el que luego crecieron nombres tan importantes como XASTHUR, SHINING, ABYSSIC HATE, FORGOTTEN TOMB... Un enfoque distinto pero que no rompe con las reglas del Black Metal y un grupo mítico que vio como Storm, su cantante y bajista, se suicidaba en 2001. Ahora, la máquina de STRID vuelve a estar en la marcha con la presencia de grandes de la escena como Vicotnik (DODHEIMSGARD, VED BUENS ENDE) y Svein Egil Hatlevik (FLEURETY, DODHEIMSGARD).

"Strid", EP seminal del Suicidal Black Metal

El EP "Strid" solo tiene dos canciones y no llega a 14 minutos. Pero es la semilla, terrible y maldita, del Black Metal suicida, una de las facetas más radicales (en este caso por la desesperación emocional que acarrea) del género. La velocidad y la brutalidad desatada daban paso a un misterio insondable, unas atmósferas sobrecogedoras y una tristeza que se desbordaba entre ritmos lentos y ambientaciones hipnóticas, voces torturadas, patrones excelentes de batería y un tono en las guitarras que hacía pensar en, por ejemplo, el "Filosofem" de BURZUM. Muy especial.

TAAKE

Taake - Resurrection Fest 2017

Superada la explosión de la segunda ola, cuando parecía que había grupos de Black Metal en cada esquina de Noruega y el estilo iba tomando mil formas y dejando atrás (demasiado para algunos) la rigidez de sus convenciones iniciales, TAAKE fue uno de los grupos que surgió para mantener viva la llama. Con casi todos los elementos más puros del género, una tremenda pasión... y también un enfoque patriótico que acabó derivando en problemas por la ideología de su fundador y único miembro estable, Hoest. Esvásticas en el pecho y otras desgraciadas pistas que acabaron provocando giras canceladas y muchas críticas. Pero en este artículo aparece Varg Vikernes, así que no se podía obviar a TAAKE a pesar de esas últimas polémicas (y de lo que parecen rastros obvios de una ideología despreciable). El nombre del grupo (que comenzó como THULE) es el noruego para niebla, y hace referencia a la bruma que casi siempre cubre las siete montañas de su Bergen natal.

"Nattestid Ser Porten Vid", el mejor disco de TAAKE

El debut "Nattestid Ser Porten Vid" es una obra maestra de segunda generación del Black Metal noruego. Un disco editado en 1999 que recoge la esencia de la ola noruega e introduce una fuerte esencia Folk, ecos paganos y épicos que refuerzas unos riffs melódicos y unas atmósferas en las que se puede encontrar a ULVER o EMPEROR. Una pátina de naturaleza grandiosa, misterio y oscuridad que hacen de este disco una obra muy especial, una de las más importantes de lo que ya era la siguiente hornada, músicos que siguieron a los originales en un tiempo en el que unos cuantos estaban extraviando el camino.

THORNS, la banda de Snorre

La portada del disco de Thorns, disco tardío del Black Metal noruego

Una leyenda oscura en un universo de leyendas oscuras. Snorre W. Ruch se sumó a la explosión del Black Metal desde Trondheim, viajando a Oslo para acercarse de forma decisiva a Euronymous y el entorno de MAYHEM. Su estilo como guitarrista es considerado uno de los pilares en la génesis del Black Metal noruego como estilo de personalidad propia. Primero como STIGMA DIABOLICUM, la conversión a THORNS fue una forma de rechazar la masificación de nombres de bandas en latín. Con el sobrenombre de Blackthorn formó parte de MAYHEM y aportó a “De Mysteriis Dom Sathanas” algunos riffs que originalmente había creado para THORNS. Fue condenado a ocho años de cárcel como cómplice del asesinato de Euronymous y después de editar un solo disco perdió casi por completo el interés por el Black Metal. Pero en el inicio, en la formación del sonido y la cultura, fue un personaje esencial.

“Thorns”, el álbum que nació tarde

Solo hay uno, “Thorns”. Editado tarde, en 2001, después de la cárcel y de una desilusión de Snorre que dejó casi sentenciado al grupo. Satyr, de SATYRICON y el sello Moonfog, contactó con él para reeditar sus legendarias demos y le planteó grabar nuevo material. Snorre quería recibir un ordenador en la cárcel y dedicarse a sus inquietudes electrónicas, pero Satyr le pidió que le diera una oportunidad más al Metal, una que él apoyaría discográficamente.

“Thorns” es un excelente disco que conecta el pasado más tradicional del grupo con un nuevo enfoque industrial, electrónico. Una renovación que merece mucho la pena. Pero el material absolutamente legendario, el que ayudó a definir y expandir el Black Metal, está en las demos: “Grymyr”, de 1991, tiene estatus de culto aunque no tiene voz ni batería. Son solo pistas de guitarra y bajo porque era material que se iba a enviar a quienes tenían que grabar las partes que completarían la demo. Sin embargo, sus originales y maliciosos riffs anticipan toda una escuela, un universo creativo que siguió después con “Trondertun”, en 1992, y las revisiones de su EP con EMPEROR, que no vio la luz hasta 1999.

TRELLDOM, el primer grupo de Gaahl

GAAHL

Un grupo extraordinario, infravalorado, de los ocultos más allá de la vanguardia del Black Metal noruego. Muchas veces reconocido solo como la nave nodriza, la primera banda de Gaahl, después emblemático cantante de GORGOROTH. TRELLDOM estuvo mucho antes de sus enfrentamientos legales con GORGOROTH, sus acusaciones de tortura, las polémicas que rodearon a la confesión de su homosexualidad, su intervención breve pero inolvidable en el documental "Metal: A Headbanger's Journey"... un personaje esencial de la escena, en fin, para lo bueno y para lo malo. TRELLDOM, su primer vehículo de expresión (ahora está haciendo un trabajo brillante con GAAHLS WYRD) fue además un grupo excelente de Black Metal primitivo pero con pequeñas concesiones más allá de la norma, al principio muy adscritos a un sonido monocromático y purista, muy cercano a DARKTHRONE, BURZUM y GORGOROTH (compartieron más miembros además del cantante) y con un Gaahl desatado, que parece poseído, sin el control afilado al que somete a su voz en GORGOROTH.

Los discos de TRELLDOM

Gaahl prometió al menos nueve trabajos de TRELLDOM, para culminar la visión odinista y espiritual que siempre rodea a su trabajo. Van tres, el último ("Til Minne...") publicado en 2007 tras seis años de idas y venidas. Los dos anteriores vieron la luz en 1995 ("Til Evighet...") y 1999 ("Til Et Annet..."). Los tres merecen la pena. El primero fue un debut con muchas influencias de DARKTHRONE, muy cercano a la ortodoxia y publicado en el sello Head Not Found de Metalion, mítico fundador de Slayer Magazine y gran cronista del Black Metal nórdico. Pero mi recomendación es el segundo, "Til Et Annet..."; más complejo, más trabajado, todavía brutal y básico pero con más desarrollo compositivo y un Gaahl atormentado y sin ataduras. Un tipo que movía TRELLDOM en una difusa línea entre el proyecto personal y el grupo y que empezaba a ganarse el lugar en la escena que antes solo había tenido entre bastidores, ayudando a otras bandas en tareas compositivas y creativas.

TSJUDER, recogiendo las esencias del Black Metal

Tsjuder

Músicos veteranos de la escena (formado en 1993 como ICHOR), TSJUDER reventó a lo grande con su tercer disco, "Desert Northern Hell", en 2004. En un momento en el que muchos bastiones habían dejado atrás las reglas clásicas del Black Metal y el estilo estaba saturado de grupos y metido de lleno en los cauces comerciales, TSJUDER, cuyo nombre deriva de una tribu ficticia del norte de Rusia, se convirtió en uno de los herederos más destacados de las esencias Black Metal, con un lema claro: "sin sintetizadores, sin voces femeninas, sin putos compromisos". Con todos los elementos necesarios para satisfacer a los puristas, saltó al primer plano con un disco que la revista Decibel metió en su lista de los 100 mejores de la historia del Black Metal.

"Desert Northern Hell", el clásico de TSJUDER

Después de dos trabajos notables pero no excepcionales, TSJUDER firmó un clásico de nuevo cuño con "Desert Northern Hell". Tiene, con su infaltable portada en blanco y negro, la temática y la música tradicionales y una producción menos transparente de lo habitual. Con un buen sonido (aunque no demasiado pulcro), este disco es como una mezcla frenética de los primeros IMMORTAL y la esencia (sin la misma cota de misticismo) del "De Mysteriis Dom Sathanas" de MAYHEM. Frenético en las partes rápidas, vibrante en las más rítmicas y con una versión de "Sacrifice", de BATHORY. Un disco excelente que tardó siete años en tener continuación: "Legion Helvete", un muy buen pero no tan redondo trabajo.

ULVER, del Black a la experimentación total

Ulver

De miembros algo más jóvenes, ULVER nace en 1992 al calor del estallido de la segunda ola de Black Metal en Noruega. El vocalista Garm (Kristoffer Rygg) fue uno de los que salía embelesado tras sus visitas a Helvete, la tienda de discos de Euronymous, en el verano de 1991. De ahí surgió la semilla, el tramo inicial y primordial de ULVER, un grupo por lo demás de una imparable inquietud creativa que en 1998, para su cuarto disco en cuatro años ("Themes from William Blake's The Marriage Of Heaven and Hell") ya estaba fusionando Black Metal y electrónica y después despegó hacia terrenos ya totalmente experimentales, tocando todos los palos (incluidos Jazz, Swing…) y convertido en un nombre absolutamente respetado en la industria… pero alejado de ese viejo Black Metal del que Rygg no habla demasiado bien. Sin embargo, los primeros años del grupo trajeron una de las formas musicales más particulares y devastadoras de toda la escuela noruega. Y dos discos absolutamente esenciales.

Los discos de Black Metal de ULVER

La demo “Vargnatt” de estos lobos (es el significado de su nombre) de Oslo ya mostró a un grupo sorprendentemente maduro y capaz de introducir variaciones radicales entre tramos de Black Metal ortodoxo y salvaje. Después, a golpe de discos conceptuales, publicó los extraordinarios “Bergtatt” y “Nattens Madrigal” en 1995 y 1997. Y, entre ambos, un viaje acústico y Folk llamado “Kveldssanger”. Muchos prefieren la mezcla de Black salvaje y pasajes puramente evocadores de “Bergtatt”, un disco de una emotividad maravillosa. Pero yo me quedo con “Nattens Madrigal”, uno de mis discos fetiche. Tras fichar por Century Media, ULVER huyó de cualquier inclinación comercial con una obra que recorre cuánto de lobo hay en la esencia del hombre y que deja atrás casi todos los adornos del debut para lanzarse en un viaje primitivo, gélido y salvaje, un ritual hipnótico de producción totalmente desnuda que se permitía rivalizar con el mismísimo “Transilvanian Hunger” de DARKTHRONE. Y, seguramente, superarlo.

VED BUENS ENDE, Black Metal sin límites

Ved Buens Ende

Una reunión para crear Metal de pensamiento avanzado, diferente a todo, sin barreras. Vicotnik (DODHEIMSGARD), Skoll (ARCTURUS, FIMBULWINTER, ULVER) y Aggressor (AURA NOIR y un largo etcétera) se juntaron en Oslo en 1994, crearon "Written In Waters" (editado en 1995) y se separaron porque sus intereses para ese proyecto ya no convergían. Después se reunieron durante unos meses en 2006 y otra vez, de forma por ahora definitiva (aunque sin más lanzamientos) en 2019. Su propuesta se separa del Black Metal sin alejarse del todo (sus miembros estaban muy curtidos en la escena), va más allá de casi todo lo que se había por entonces en el Metal, fuera cual fuera su forma, y lanza puentes hacia, por ejemplo, lo que luego ha facturado DEATHSPELL OMEGA.

"Written In Waters", el disco de VED BUENS ENDE

El único álbum de la banda es "Written In Waters". Desde un punto de vista puramente ortodoxo, quizá no debería estar en esta lista. Pero sus miembros forman parte de la escena (algunos aparecen varias veces en este artículo) y supuso una propuesta tan rompedora y tan trascendente que conviene nombrarla, como mínimo. Los ingredientes del Black Metal no se pierden, pero se juega con ellos hasta crear una distorsión que genera sombras chinescas, pesadillas malsanas y ritmos que se aferran al estómago. Profundamente contradictorios. Voces limpias teatrales, Jazz (muy notable en la batería), Folk, Prog Rock, algo de lo que luego sería el muy generalizado Post Metal, disonancias, tempos complejos, un bajo muy presente y elementos en los que, aunque transformado, se reconoce ese Black Metal que por entonces ya había marcado todas sus cartas. Un disco distinto a todos, a su manera una obra maestra absolutamente épica.

ZYKLON-B, misantrópico Black Metal con una gran reunión de músicos

Zyklon B Blood Must Be Shed

Hay que citar a ZYKLON-B aunque su producción se reduce a un EP de tres canciones y menos de once minutos. Una especie de all star de su generación en un momento (1995) crítico: Euronymous ya había sido asesinado, Vikernes estaba en la cárcel y el género desbordaba el underground y se masificaba de forma imparable. En ese clima, ZYKLON-B reunió a Samoth e Ihsahn (EMPEROR), Frost (SATYRICON) y Aldrahn (DODHEIMSGARD) sin ningún tipo de ánimo constructivo o estable. Se trata de crear una oda a la muerte, a la violencia, al más absoluto nihilismo. El extremo de lo extremo, la nada. Dos matices: aunque debería ser algo de sobra sabido, el nombre (el principal gas usado por los nazis en las cámaras de gas durante el holocausto) sigue llamando a confusión por mucho que ZYKLON-B se desmarcara desde el principio de cualquier ideología política y de cualquier filosofía relacionada con el supremacismo racial. Por otro lado, ZYKLON no fue una extensión de ZYKLON-B como tal, sino un proyecto de Samoth que arrancó de la experiencia de "Blood Must Be Shed" para desarrollar un sonido mucho más controlado dentro de un marco de Death/Black Industrial.

"Blood Must Be Shed", la guerra de ZYKLON-B

"Blood Must Be Shed" tiene seguidores que lo adoran y detractores que lo consideran superficial, apenas una nota a pie de página que tiene más relevancia de la cuenta por el peso específico de sus creadores. En todo caso, por su gestación, esos protagonistas y su significado en el torbellino que fue la expansión del Black Metal noruego, se trata de una pieza de coleccionista que supone un ejercicio de extremismo sin control, un Black Metal salvaje con toques de Death y Grindcore en el que sobresalen las guitarras de Samoth, con riffs legendarios como el inicial de "Mental Orgasm", y la aplastante labor del extraordinario Frost en la batería. Ihsahn teje con sus teclados, desde un espíritu minimalista y atmosférico, las aristas de una música que parece constantemente a punto de desbordarse, de explotar, y que termina con el recordado sermón que cierra la final "Warfare": "La guerra es buena, el SIDA es bueno, los asesinatos en masa son buenos, la violencia de las bandas es buena, el crack y la cocaína son buenos... todo lo que contribuye a reducir la población de la Tierra es bueno".

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De la vieja guardia a base de cumplir años, y ya van suficientes como para que cumplirlos sea una putada. Me gano la vida escribiendo y llevo más de un cuarto de siglo escuchando Metal. La gran constante de una vida que me paso intentando cumplir aquello de que hay que ser de los buenos porque ya hay demasiados de los malos en el mundo.

4 COMENTARIOS

  1. Tremenda recopilación que, incluso para un seguidor de este estilo tan puro, puede descubrirle alguna banda de las desconocidas que aparecen en el reportaje.
    ¡Volveré a ella de vez en cuando!

  2. Interesantísimo artículo.

    Sólo echo en falta un par de bandas, KVIST (imperdible su “For kunsten maa vi evig vike” del ´96) y OLD MAN´S CHILD. Aunque obviamente no hay sitio para todos, y como cita el autor del artículo, son todos los que están, pero no están todos los que son.

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