Crónica de Vagos Metal Fest 2023 (jueves 3 de agosto de 2023): SEPULTURA, ALESTORM, BE’LAKOR, DIETH, CORPUS CHRISTII...
Otra vez más, HELLPRESS volvía a la Quinta do Ega, a las orillas de la desembocadura del río Boco, cerca de Aveiro, para la edición de Vagos Metal Fest 2023. Este emplazamiento, ideal para aquellos que disfruten de la fauna y la flora por su alto valor ecológico, volvía a acoger el evento. Este suponía nuestro tercer paso por el festival, y poco han cambiado las cosas allí desde mi primera visita en este evento, pero desde luego esta edición, a pesar de sus debes, tuvo más aciertos que fallos.
El primero y principal, fue la eliminación del injusto y abusivo sistema de pago con pulseras, una incomodidad que en 2022 fue lo más criticado, de lejos, por todos los asistentes. Este 2023 se podía pagar en metálico y, no sé si en algún caso, con tarjeta, tanto las bebidas como el merchandising. Fue un acierto total de la organización, chapó, y esperemos que así sigan de ahora en adelante. Tomen nota el resto de promotores.
Por otro lado, se mejoró aún más el sistema de sonido de ambos escenarios, con una calidad excepcional por la nitidez y potencia, no sé si por cuestiones meramente de equipamiento o de la mejor preparación del personal que se hacía cargo de esos fundamentales menesteres. Si acaso, se podría argumentar que había un exceso de potencia. Lamentablemente, pude comprobar que la iluminación del escenario pequeño (este año con el patrocinio de Hidromiel Lucitanea) sigue sin mejorar y, aunque el público no lo perciba, dificulta la tarea para obtener fotografías, especialmente teniendo en cuenta que solamente se dispone de las tres primeras canciones (salvo excepciones) para tomarlas. No es nada que una mejor o mayor colocación de los focos, especialmente los frontales de luz blanca fijos, no pueda conseguir.
Como nota negativa, se volvió a repetir la situación de poca variedad de puestos para poder hacer cosas habituales que un fan del Heavy Metal hace en un festival al aire libre: comprar música y merchandising. A la venta había escasísimo material musical, ni en CD ni en vinilo, y tampoco abundaban las prendas de ropa oficiales, incluso en el puesto de merchandising oficial. Con decir que lo único que me llevé de allí fue una promo gratuita del grupo de Thrash Crossover de Aveiro BOOBY TRAP al que no conocía de nada (bastante bueno y en activo desde el año 1993) creo que lo resumo todo.
En otro plano ya secundario y más propio de festivales grandes, hay quien echaría en falta otro tipo de entretenimientos. Aunque la mayoría vayamos por la música y esto sea un aspecto adicional y prescincible, hay gente que disfruta de esos momentos paralelos a los conciertos como exhibiciones de lucha medieval o vaya usted a saber qué. En este apartado sí volvió a haber, en un emplazamiento fuera pero justo al lado del recinto, actividades acuáticas gratuitas para los que habían comprado el abono del festival.
Respecto a la comida, tampoco habría estado de más una mayor oferta gastronómica en el interior del recinto, pero bien es cierto que a la salida de la Quinta do Ega hay bares y un supermercado. Lo mejor es que en el festival los precios eran más que razonables, por ocho o diez euros se comía bastante bien. Eso sí, la distribución de los puestos de comida era mejorable, porque los del fondo recibían menos visitas, mientras que en los próximos al escenario se formaban colas, no muy largas, pero poco deseables y además con cierta proximidad a la zona de conciertos, lo que dificultaba el trasiego del público.
Respecto al número de asistentes, volvió a resultar extraordinariamente cómodo. La poca masificación de este festival, que podría contar con 1.000 o 2.000 personas más por día sin notarse demasiado, es otro de sus puntos fuertes, por lo que animo encarecidamente a todos los españoles a asistir al festival, especialmente a aquellos que vivan relativamente cerca de Portugal, para vivir esta experiencia que propone Vagos Metal Fest.
La experiencia vivida en Vagos Metal Fest 2023, que volvió a ser fantástica, se disfrutó de un modo distinto al año anterior por la climatología, esta vez con corrientes de aire fresco provenientes del tan próximo océano Atlántico, a penas a 7 kilómetros en línea recta, y sensación de frío al caer la noche. Supongo que las bajas temperaturas ayudaron para que los repelentes de mosquitos, de imperativo uso en 2022, volvieran en esta ocasión enteros a la maleta.
BESTA
Tras llegar justos de hora y perdernos alguna de las primeras bandas, como la rareza de DRAGON'S KISS que, si no me equivoco, llevaban años sin tocar en directo, entramos para ver la actuación de los grinders lusitanos. “¡Bienvenidos al ritual de BESTA!”, espetó Paulo Rui de la banda lisboteta de Death Grind nada más salir.
Con “Terra Em Desapego” fresquísimo, a un día de ponerse a la venta, la formación se desató sobre el escenario centrándose en trabajos previos. Dada su dilatada carrera colmada de splits, EPs y, hasta ahora, cuatro discos, tenían donde elegir sin recurrir a lo nuevo. Rodeados por un aire levantado un tanto violento, les costó disfrutar de una buena sonorización que arrastraba el sonido para un lado y para otro, pero ni a ellos, ni a la violencia de sus canciones y textos de protesta (y homenajes al cine de terror ochentero de John Carpenter) les importaba un pimiento.
Tampoco importó a sus seguidores reunidos en Vagos Metal Fest 2023, y los primeros corros levantapolvos no se hicieron esperar: “Cravado Em Lume Negro”, “Apostolo Do Terror”, “Dissector” o “A Coisa” fueron ráfagas cortas, propias del género. Todo un derroche energético. Con decir que en el setlist que nos cedieron se incluyeron 19 canciones para 40 minutos de actuación, se resume todo.
Esto es algo que aparentemente cambia de manera radical en el nuevo disco, con minutajes más extensos, pero eso ya os lo diremos cuando pueda comentar el trabajo en las próximas semanas. Anticlericalismo, antifascismo y terror… la de BESTA fue una buena actuación, que, debo decir, fue lo que me animó finalmente a solicitar una promo del nuevo disco, que nos habían ofrecido una semana antes del festival, para comentarlo.
BE'LAKOR
De las antípodas llegó a la península uno de los grupos más deseados del festival. BE'LAKOR se hizo un poco de rogar, retrasando su actuación mientras intentaban corregir un problema técnico que tenía el batería Elliott Sansom, que parecía no recibir alguna señal en sus cascos. Mientras, por la amplificación se amenizaba la espera a ritmo de material del controvertido en su época (y ahora respetado) “Reinkaos”, aquel tercer álbum de DISSECTION.
Con o sin la música del añorado Nodveidt, todo ese breve retraso de tiempo dio lo mismo. Como si no hubiera sucedido nada, el conjunto de Melbourne encauzó rápidamente las emociones a un público ávido de su música, gentes que buscaban sumergirse en la belleza de sus melodías, recreadas a la perfección gracias a la nitidez del sonido y a una gran ejecución.
La preponderancia de sus teclados en directo, tan propios del Death Melódico, fue algo digno de remarcar. Dado el aparente abandono que sufre este instrumento en muchas formaciones en este y otros estilos del Metal, parece fácil prescindir de él para las actuaciones (¿alguien imagina un concierto digno sin batería o sin guitarras en vivo?) y por eso es de agradecer el protagonismo que le dan a Steve Merry.
“Venimos del invierno, así que esto se ve precioso” bromeaban los australianos BE’LAKOR, dejando atrás el ahora frío hemisferio sur, gozando a pleno sol y fresca brisa marina. Fue un lujo ver como desgranaban “Venator”, “Abeyance”, “Valence” o “The Smoke Of Many Fires” de una manera tan fiel, y dejando una relajante calma espiritual, y ganas de más.
La fama que ha adquirido este grupo en los círculos del Death Melódico quedó muy bien sustentada, y les deja por encima de otros importantes nombres del género de su generación que no prestan atención a los detalles. Gran sabor de boca.
DIETH
A río revuelto, ganancia de pescadores. Y eso debió pensar Guilherme Miranda tras la expulsión de Dave Ellefson de MEGADETH en 2021 y juntarse con él poco tiempo después. Formado en 2022, el trío compuesto entre el vocalista y guitarrista portugués, junto al batería polaco Michał Łysejko y el propio Ellefson me parece un grupo singular: es difícil establecer un vínculo aparente entre ellos para que hayan concebido DIETH. Junto a ellos se acopla como guitarrista Hubert E. Więcek, para sus apariciones en vivo.
¿Y cuál es el resultado de su unión? Mucha potencia, y ya. Su propuesta es un Death Thrash muy contundente y seco, de concepción moderna, pero con más intenciones que música. En la tarde de Vagos Metal Fest 2023, encontré una vez más poco espíritu en sus composiciones, carentes de alma. No puedo decir que su concierto fuera malo, en absoluto, pero sus canciones, que no me transmitían nada en estudio, tampoco me hicieron cambiar de opinión en directo.
La presencia de David Ellefson al menos no es para nada testimonial en este grupo, pasándolo en grande en el escenario, como un salvaje y sin mesura, tocando su bajo con todas las ataduras rotas, y aunque parezca que no le va nada el estilo, ha sabido amoldarse a la dureza de la música de DIETH.
Su actuación estuvo, evidentemente, centrada en el hasta ahora único disco de la formación, “To Hell And Back”, que tocó íntegramente. Además de este material, el grupo puso la guinda con la aportación de “Walk With Me Forever”, cierre del concierto, y canción que ponía título a su EP previo.
Su música, tan poderosa como plana, sin matices ni ideas frescas, más allá de los momentos en los que bajan el pistón e introducen elementos progresivos o experimentales, me resultó decepcionante. Incluso en esos momentos de variedad, no hay mucho donde rascar a pesar de su ímpetu y fuerza.
Con un directo así de contundente, su preocupación debe ser claramente la de afrontar el estudio con más ideas. Hay un amplio espacio para la mejora en este sentido para DIETH, pero algo me dice que, como no se pongan las pilas, no acabarán por conectar y acabará como un supergrupo más, para la estantería.
ALESTORM
Tras el tedio de DIETH, saltó a escena el combo de origen escocés (ahora ya sin escoceses en sus filas) más pirata de los últimos años. Cuatro años después de su anterior paso por Vagos Metal Fest, en la que fuera una actuación memorable, ALESTORM volvió a alcanzar las mismas cuotas de fiesta en su desembarco de 2023.
El público acompañó con sus bailes, risas e hinchables volando: flamenco, unicornio y previamente una tortuga (que acabó pinchada) hicieron acto de presencia sobre las cabezas de los asistentes para celebrar pogos polvorientos a ritmo de Folk Metal. Menudo jolgorio. Aún recuerdo cómo temblaba, literalmente, el suelo en 2019 durante su actuación. Esta vez quizá fuera menos notorio, pero sí sucedió en algún momento con los saltos del público. Su pato de ducha hinchable, que reinaba el escenario, así lo atestigua.
Además de interpretar canciones de su más reciente disco como “Under Blackned Banners”, la loca y bailable “P.A.R.T.Y.” o la lección de historia portuguesa “Magellan’s Expedition” (que evidentemente dedicaron todos los portugueses allí presentes) hubo mucho espacio para sus temas habituales de anteriores trabajos. “Keelhauled”, “No Grave But The Sea”, “Mexico” (con la iluminación recreando los colores de la bandera nacional mexicana), “Zombies Ate My Pirate Ship”, “Alestorm” o la inevitable “Captain's Morgan Revenge” son temas que han estado en sus sets, y por ahí seguirán un tiempo.
Tampoco faltó “Hangover”, una canción en la que Bowes bromeaba sobre despertar borracho en los pantanos que rodean el festival. Durante su interpretación, un roadie saltó a escena enfundado en una cabeza de tiburón de peluche para rapear unas estrofas. El final lo puso “Fucked With An Anchor”, arrancando una vez más una sonrisa pirata en las caras de todos tras su despedida.
ALESTORM demostró por qué tiene un nombre en la escena, llegando donde han llegado a base de sencillez, diversión en las composiciones y en sus grandes conciertos, con divertidos montajes escénicos y una actitud que encandila a cualquiera.
SACRED SIN
Un clásico del otro lado del Duero se presentaba ante los suyos. Los de Sintra son una institución en Portugal dentro del Metal Extremo, escupiendo Thrash Death desde 1991 hasta nuestros días sin apenas interrupción. Su estatus de banda de culto dentro de la vieja escuela parece haber creado un cierto desapego en las nuevas generaciones, y el público de Vagos Metal Fest 2023, atento a su actuación, tampoco mostró demasiado entusiasmo. O quizá es que les han visto ya demasiadas veces en directo.
Con las pocas referencias que tenía de SACRED SIN, puedo decir que mantienen el espíritu de una época en el que había aún caminos por definirse o separarse, un momento de la música en la que ellos empezaban sus andanzas. Un poderoso sonido, gran actitud y tan solo un breve problema del guitarrista Tó Pica me permitieron conectar con su propuesta, a pesar de no haber sido nunca seguidor del grupo, más por falta de tiempo para abarcar toda la oferta que por falta de interés sobre su estilo.
La voz de José Costa, que junto a Pica es otro de los fundadores del grupo, se mostró grave y sin fisuras, uno de los puntos más fuertes de la banda. A estos dos pilares se les unen otros dos acompañantes de reciente incorporación (2019 y 2022) que son Luis Coelho y Ricardo Oliveira, como guitarrista y batería, completando una formación que sacó un sonido como el del resto de bandas, muy contundente, en el escenario Hidromiel Lusitania.
Los cuatro son ahora mismo una banda con empaque, y dejan funcionar a las canciones más allá de la mera velocidad, bajando el pistón para dejar respirar a la oscuridad en las fases más tranquilas y sombrías como sucedía en “Skull Crushing Darkness” de su más reciente trabajo, o degustando la exquisitez de sus reliquias como “Chapel Of Lost Souls” o “Eye M God”.
Aquello fue un buen repaso a su ya extensa carrera, en un horario que hizo justicia al estatus legendario que ostenta SACRED SIN dentro del Metal de Portugal. Una buena actuación que hizo honor a la trayectoria del grupo.
SEPULTURA
Los brasileños SEPULTURA encabezaban la primera jornada del festival en el escenario principal Sublimevilla. Una banda que ha recibido mi desprecio por empezar a experimentar con su sonido allá por el “Chaos A.D.”, y hablamos de 1993, no me causaba la mayor de las simpatías como cabeza de cartel del primer día.
No solamente a mi me desilusionaba en principio saber de su confirmación para el evento, pues ha sido una banda que ha generado más rechazo que adhesiones entre el público del sonido clásico, aunque no así entre aquellos que gustaban de las tendencias más modernas. Sin embargo, quién me iba a decir que SEPULTURA, treinta años después, volverían a engancharme gracias a un concierto… pues así fue, y sucedió en Vagos Metal Fest 2023.
Algo tendrá que ver “Quadra”, su más reciente álbum, un muy buen trabajo que ha cosechado buenas críticas y es, en parte, por recuperar un poco aquel sonido que les hizo grandes. El otro componente para dar un concierto tan soberbio, estoy seguro, ha sido apretarse a si mismos las tuercas para “combatir” a los hermanos Cavalera, en una especie de competencia, sana o no, de ver quién es el que mejor hace gala de su legado.
Aunque creo que ninguno de los dos bandos puede darse golpes en el pecho tras el abandono deliberado del sonido Thrash clásico hace ya tres décadas, desde luego SEPULTURA solamente hay uno, y es porque han sabido a pesar de los giros estilísticos, mantenerse en la pomada. Los hermanos han seguido otros caminos, también dignos y respetables, y también de éxito, eso se lo tengo que reconocer, pero en los últimos tiempos se les ha visto el plumero al aprovecharse de las regrabaciones de “Morbid Visions” y “Bestial Devastation” para intentar llenarse los bolsillos.
El concierto de Vagos Metal Fest 2023 era el primero que ofrecía SEPULTURA en su gira de agosto, y se centró especialmente en los temas de “Quadra” y sus himnos tradicionales. Tras dos temas introductorios “Warpigs” de BLACK SABBATH y “Policia” de TITAS, que resumen una parte de las influencias del grupo, calentaban el ambiente antes de que empezarn a atronar “Isolation”, “Territory” y “Kairos”, un trío inicial que desató la locura de sus seguidores.
Derrick Green se mostraba tan ganso como siempre, enorme en tamaño y actitud, y mejor vocalmente que en otras ocasiones. Andreas Kisser se mostró igualmente enérgico, pero también delicado cuando tuvo que utilizar su hueca guitarra acústica en “Guardians Of Earth”. Además tampoco perdió la ocasión para alzar la voz en favor de un amigo: mandó un saludo a David Ellefson (que había actuado horas antes y aún se encontraba en el festival) y pidió todo el apoyo del público para este, y cito literalmente, “dentro de su tour de force”. ¿Recadito para Mustaine? Paulo Junior y Eloy Casagrande lo dieron todo también, desde un plano más reservado y concentrado en la música, dejando el peso escénico a los otros dos monstruos.
La munición más reciente como “Means To An End”, “Capital Enslavement” o “Ali”, que dedicaron de nuevo sobre el escenario al mito del boxeo Muhamed Ali, no desentonó entre cositas como “Cutthroat”, “Dead Embrionic Cells”, “Infected Voice” o pesos pesados como “Arise” y “Refuse/Resist”. También tuvo espacio su anterior trabajo “Machine Messiah”, en una interpretación brillante.
Es bueno que los brasileños sigan confiando en sus trabajos de la travesía en el desierto, y no vivir una y otra vez de lo mismo, aunque el final lo pusieron “Ratamahatta” y el inevitable “Roots Bloody Roots”, como era de esperar.
Y es que los clásicos son los clásicos, pero SEPULTURA me temo que seguirá haciendo bien en cuidar su legado no tan evidente, y pueda seguir educando a los cerrados de mente como el que escribe esta crónica, para que vean vida más allá de los discos pre “Roots”. El cuarteto firmó una de las mejores actuaciones del festival.
CORPUS CHRISTII
El broche al primer día de Vagos Metal Fest 2023, con el cuerpo bastante encogido por el frío reinante a esas horas, lo puso un icono del Black Metal portugués, CORPUS CHRISTII. Cuero, paintcorpse, pinchos, blasfemia en las letras y la crudeza del sonido son la carta de presentación del combo de Lisboa. Su gélida propuesta se vio adornada no solo por una magnífica y tradicional propuesta visual, si no por habilidades musicales, especialmente por parte de Nocturnus Horrendus, que se mostró como un vocalista versátil capaz de manejar tres registros distintos a base de voces rasgadas, limpias y aullidos, y que además es el alma del grupo, único miembro original a día de hoy, y el único algo comunicativo con su público.
Junto a él, el espeluznante J. Goat, guitarrista, es actualmente su compañero de penas y oscuridad den CORPUS CHRISTII. Les acompañan para completar la formación en directo dos músicos que aparentemente no colaboran en más aspectos de la banda. Por un lado, el desafiante batería Andrecadente, que ha pasado por formaciones relevantes del Metal Extremo lusitano como DESIRE o los propios SACRED SIN. Fue el primero a salir a escena con mirada altiva, retador y sonriente, creando una imagen realmente diabólica y haciendo notar su presencia un buen rato antes de sonar el primer acorde.
Del bajista Koraxid diría que se pasó buena parte del concierto en una penumbra notoria, disfrutando como poseído del concierto, y del que también puedo añadir que portaba una muñequera de clavos tremenda y que hablaba por sí misma.
Sabiendo que CORPUS CHRISTII iba a tocar en el festival de Vagos, me hice un par de meses antes con el álbum “Luciferian Frequencies”, pero curiosamente en su set no apareció ningún tema del mismo, a pesar de ser un buen trabajo. Con un sonido roto y sucio, en su concierto sonaron canciones como “The Fire God” o “I See, I Become”, acabando con “For I Am All”, “Behind The Shadow” y “Stabbed”, que me pareció la mejor interpretación de todas.
Al término del mismo, se despidieron sin despedirse… simplemente se retiraron a un lateral del escenario y debatieron entre ellos sobre el show, pudiendo observar las quejas de Andrecadente sobre algo que le pasaba con el lado derecho de su kit de batería. Una actuación impactante de puro Black Metal y llena de actitud, que fue lo más destacable sobre un sonido mejorable, aunque quizá también intencionado.
Fotografías: Carolina Cebrián y Carlos Herrero
Más información sobre Vagos Metal Fest en su web oficial.
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