La tercera entrega discográfica de Olve Eikemo
"Dread Reaver" es el tercer trabajo de ABBATH, o lo que es lo mismo, el tercer intento de convencer a quien no quiere convencerse de que hay vida en el Black Metal después de IMMORTAL, aunque sea otra vida. Para algunos, aún con la venda en los ojos, es un desastre, pero para muchos otros aún hay mucho que disfrutar en el camino emprendido por ABBATH y este trabajo lo deja claro.
Para esos detractores, Abbath Doom Occulta, también conocido como Olve Eikemo por el cartero que le entrega la correspondencia en Bergen, vivía del trabajo de Demonaz y era un descarriado. De lo segundo no podemos decir que no estuviera cerca de acabar muy mal a nivel personal, y seguro que aún sigue combatiendo contra sus adiciones, pero de momento la batalla musical y moral la está ganando con creces. Como decía antes, “Dread Reaver” confirma ese triunfo personal.
Seis años después de su debut, ya tenemos tres discos de ABBATH bastante buenos y apariciones en directo poderosas (otras no tanto). Por el lado de lo que quedó de IMMORTAL no solo seguimos esperando algún concierto, si no que encima hay un conflicto legal activo, ahora entre Demonaz y Horgh. Al menos dejaron un disco excelente como “Northern Chaos Gods”, pero en lo demás el ridículo está siendo espantoso por su parte. Con tanto vericueto judicial, la ansiada reunión entre Demonaz y Abbath está aún más lejana si cabe.
"Dread Reaver", música áspera e historia antigua
Las letras de la tercera reivindicación musical de ABBATH, "Dread Reaver", se basan en la figura histórica de Otríades (Othryades, el último superviviente de la Batalla de los 300 Campeones que enfrentó a Esparta y Argos).
Esta idea se traslada a la música en un álbum que empieza con un crudísimo dúo de canciones, veloces e intensas a más no poder, con la garganta de Abbath al límite de su particular carraspera: “Acid Haze” y “Scarred Core”. Luego bajan las revoluciones con el siguiente tema, “Dream Cull”, con unas melodías más acogedoras, para luego ofrecer una de las mejores canciones del disco: “Myrmidon”. Es una pieza que empieza con un regustillo a los viejos VENOM cuando se contenían y parían medios tiempos, pero que acaba remontando hacia el salvajismo de los primeros BATHORY.
“The Deep Unbound” mantiene el tipo y el estilo, lo que confirma que el camino está claro y nadie se va a atrever a moverlo ni un milímetro, al menos de momento. Quizá de un perfil más próximo al Black noruego tendríamos a “Septentrion”, aunque los devaneos hacia el Heavy Metal hacen acto de presencia, especialmente en el manejo de los solos de guitarra.
Después viene la versión de METALLICA de “Trapped Under Ice”, que despista bastante y personalmente yo la habría dejado como un mero bonus track. Aún así está bien llevada al terreno extremo y refuerza la recurrente aparición del frío nórdico en la trayectoria letrística del músico noruego, en la que encaja conceptualmente. Para el final han quedado “The Book Of Breath” y “Dread Reaver”, que dejan buen sabor de boca, dejando esa sensación de aspereza sonora por todo lo alto.
Si eres de los que perdió el interés en todo aquello que no lleve la firma de Demonaz, es mejor que abandones la idea. Para todos los demás, aquí hay material grueso que paladear: ABBATH sigue en la lucha y parece que le queda cuerda para rato.
Canciones de "Dread Reaver"
1. Acid Haze (04:51)
2. Scarred Core (03:29)
3. Dream Cull (04:15)
4. Myrmidon (04:33)
5. The Deep Unbound (04:05)
6. Septentrion (04:30)
7. Trapped Under Ice (03:59)
8. The Book of Breath (04:35)
9. Dread Reaver (04:43)
10. Make my day (04:16)
Discográfica: Season Of Mist
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