Crítica de "Men Gu​ð​s Hond Er Sterk", nuevo disco de HAMFERD

Men Guðs Hond Er Sterk, disco de Hamferd
Men Guðs Hond Er Sterk, disco de Hamferð

Las ruedas creativas de la banda feroesa siguen, lentamente, girando

La isla, en nuestra imaginación colectiva, puede representar el paraíso: cocos, aguas turquesas y arena fina. En nuestra tradición cultural, ha sido también una metáfora de protección y seguridad, incluso la imagen de la firmeza de la voluntad frente a los vaivenes del inconsciente si atendemos a Jung. Pero también es símbolo de aislamiento, soledad y muerte. Cuna de deidades terribles e impredecibles como Calipso. Tierras inhóspitas y hostiles, separadas del mundo por algo más que distancia geográfica. Cuanto más profundizamos en estas últimas ideas, las que se alejan del mojito y las guirnaldas de flores, más nos acercamos a las Islas Feroe. Y al universo de HAMFERD y "Men Gu​ð​s Hond Er Sterk". El grupo, arrancado de esa tierra suya dura, escarpada; dedos que parecen emerger de las terribles profundidades del Atlántico Norte, una ninguna parte situada entre Noruega, Islandia y Escocia.

Nación constituyente dentro del Reino de Dinamarca, las Islas Feroe escupen niebla y rugen desde los crespones grises de las olas gigantescas que las moldean: los fiordos, una geografía improbable y un carácter profundamente nórdico. Un lugar garabateado por un mar furioso, cruel, oscuro. Donde el sol apenas calienta y las familias de los marineros que fallecen trabajando aseguran que los siguen viendo más allá de su muerte, de visita entre mundos; una epifanía que allí se llama hamferd y que da nombre a uno e los grupos más importantes de la actual escena Doom/Death europea. Un fascinante embalaje en el que viajan SWALLOW THE SUN, MY DYING BRINDE, MOURNING BELOVETH, SHAPE OF DESPAIR, AHAB… todos y ninguno de ellos. Un grupo que edita su tercer disco (cuarto para los que cuentan el Ep “Vilst er sí ðsta fet), “Men Gu​ð​s Hond Er Sterk”, seis años después del trascendental “Tamsins Likam”. Las ruedas creativas de HAMFERD giran lentas. Pero giran.

Hasta ahora, toda la producción del grupo giraba en torno a la historia de una familia perseguida por unas calamidades vinculadas con las más oscuras tradiciones nórdicas, el folclore sobrenatural usado como vehículo para la introspección emocional. Un viejo juego que en este nuevo trabajo vira hacia un formato de storytelling, una obra conceptual y profundamente narrativa que recorre, siempre en feroés, la tragedia que rompió el corazón de las islas en 1915. Frente a la costa de Sandvik, y con los lugareños mirando desde los cascotes de la playa, dos barcos volcaron cuando trataban de conducir a las ballenas a la zona ideal de pesca. Murieron, ante los ojos de sus seres queridos, catorce de los quince tripulantes. El que siguió con vida hace de contrapunto entre la tragedia y la supervivencia, entre la pérdida más profunda y las vetas de esperanza más improbables.


La frase con la que explicó que saliera de aquello vivo -“pero la mano de Dios es fuerte”- da título a un disco cerrado con la narración de su propia voz, una outro de más de cinco minutos que usa una entrevista de los años 50 en radio. Y lo hace con permiso de la hija de ese superviviente que genera la tensión sobre la que HAMFERD conforma un disco más cambiante y vivaz que su predecesor, en el que rayos de luz se filtran entre la niebla y el granito de unas costas que se hacen música, rugosas y lejanas, en otra excepcional pieza de orfebrería feroesa. Esculpida en el mármol del Doom/Death Melódico y con destellos de Post Metal y Doom tradicional, texturas que se columpian entre lo extremo y lo gótico. Una historia, un viaje: unas islas.

La tragedia que encierra "Men Gu​ð​s Hond Er Sterk"

Como testamento al enorme poder de la música como vehículo, a las conexiones invisibles de ese ruido que piensa, queda el hecho de que la historia se vive y se siente; las emociones golpean y desgarran aunque las letras son en feroés. No importa: la tragedia sobrevuela el disco, la tristeza lo empapa y la posibilidad de que un pequeño milagro se abra paso es percibida en unas tonalidades profundamente atmosféricas. El lienzo, un salto del artwork a los oídos, es el viaje, este disco se percibe como una unidad que acaba atravesando el alma: deja sus pedazos, como una semilla, dentro de ti. Con un sonido fascinante, orgánico, primoroso. Diría que perfecto gracias a que está extraído prácticamente en directo, con el grupo reunido y tocando, sin apenas trucos de laboratorio. Esa vibración es esencial, el corazón de este excepcional “Men Gu​ð​s Hond Er Sterk” que requiere tiempo, escuchas, paciencia. Pero que acaba devolviendo con creces cada segundo que se invierte en él.

Theodor Kapnas -guitarrista, compositor principal, productor- juega con las cadencias y las atmósferas, dibuja melodías inesperadamente cálidas, comparte esa épica que nace del dolor de una manera profundamente íntima aunque los paisajes de HAMFERD son vastos y desolados. Jon Aldara (también en BARREN EARTH y IOTUNN) vuelve a ejercer de maestro de ceremonias con sus guturales sobrecogedoras y sus voces limpias que mutan de las más operísticas y efectistas a las más calmadas y reflexivas.


La música recorre picos y valles, crescendos dramáticos y delicados trances minimalistas. Una oda que mezcla colores y obtiene el suyo propio, uno profundo, siempre a partir de ese Doom/Death melódico que golpea en “Ábær” y la maravillosa “Í Hamferð”. Y que amenaza con desbocarse en “Rikin” hasta que lo hace en uno de los escasos destellos de blastbeats y furia extrema de un disco cuyas aguas se calman, solo en apariencia, en “Marrusorg” (con un corazón muy británico) y “Fendreygar”, una misteriosa garra que se aferra a las vísceras y que funciona a la perfección, en unas dinámicas que son como mareas arrebatadoras, como acceso a la roca hostil que bruñe “Hvølja”, una maravilla Doom descarnada y reptante en la que Kapnas sumerge su guitarra en los efectos del pedal Gamechanger.

No sé si “Men Gu​ð​s Hond Er Sterk” es mejor que “Tamsins Likam”. La verdad es que ni me he parado a pensarlo todavía. Son dos discos que comparten estilo y principios, dos discos de HAMFERD con santo y seña. Pero a la vez son diferentes en su entraña, islas en el archipiélago de un grupo con una personalidad idiosincrática que es geográfica pero también emocional. Y que con esta nueva obra se afianza en la vanguardia del Doom/Death Melódico. Exquisita, brutal y desgarradora pero también sanadora. Absolutamente emocional


Discográfica: Metal Blade Records

Más información sobre HAMFERD y su "Men Gu​ð​s Hond Er Sterk" en su página de Facebook.

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