SÔBER celebra sus 30 años a lo grande con un épico concierto en Madrid

Crónica del concierto 30º aniversario de SÔBER con SKIZOO y SAVIA en Madrid (8 de marzo de 2024, Live Las Ventas)

Hay momentos en la vida que, de forma inesperada, se quedan en tu recuerdo como una mancha indeleble, que jamás se borra. Curiosamente, son esos que no te esperas, pero que recordarás durante toda tu vida. Algo así pasó el pasado 8 de marzo en Madrid, en el recinto Live Las Ventas, donde más de tres mil aficionados se dieron cita para celebrar los treinta años en la música de la banda madrileña SÔBER, a quienes, en esta ocasión tan especial, acompañaban SKIZOO y SAVIA.

Y es que la una no se puede entender sin los otros, pues las tres bandas forman parte de un todo, una unión que se ha forjado a base de años, constituyendo una gran familia, como bien nos dijo hace poco el propio Carlos Escobedo en la entrevista que le hicimos.

Dado que la expectación era máxima, pues con este concierto se estrenaba la gira del treinta aniversario, se optó por dejar el recinto de Las Ventas abierto desde las 19:30 de la tarde. Si bien aquellos que habían adquirido el pase VIP ya habían entrado una hora antes, lo cierto es que abrir puertas con hora y media de margen fue un acierto, puesto que de esta forma la gente se iba distribuyendo por horas y se evitaba los agobios que, en un evento de esta envergadura, podían ocurrir.

Igualmente, el tiempo respetaba, y lo cierto es que hasta bien entrado el show no empezó a llover. Asimismo, antes de entrar a la carpa se ubicaba el puesto de merchandising (con unos precios muy asequibles) y otro puesto de comida, que, desde luego, más de una cola tuvo para pedir.

Pero dejémonos de pormenores y pasemos a lo que realmente nos importa, que es cómo se presentaron ante su público SÔBER, SAVIA y SKIZOO.

SÔBER no defrauda

Sobre las ocho llegamos al recinto y nos aposentamos en un lateral de la mesa de mezclas. Y menos mal, porque, no sé si habrían vendido mas entradas de las permitidas, pero la gente se salía de las puertas de la carpa. Es decir, había gente que estaba viendo el concierto en el espacio entre el tendido y lo que es propiamente dicho el Live Las Ventas. Era desde luego abrumadora la acogida que había tenido el show entre el público. Había ganas de ver a las bandas.

Al fondo, un escenario enorme con dos pantallas a los lados, donde se iban a proyectar imágenes en directo de la banda y que, al inicio, cuando empezó la actuación, se veían un poco retrasadas.

A las nueve de la noche, con puntualidad inglesa, comenzó a sonar a todo trapo el “Back In Black” de AC/DC, lo que fue altamente coreado por el respetable, pues sabía lo que se avecinaba. Y es que al acabar el tema, las luces se apagaron y comenzó a sonar “Amosis”, la intro del primer disco de SÔBER, “Torcidos”, si bien en la versión regrabada que lanzó al mercado el pasado 1 de marzo. Seguido y sin descanso la banda apareció en escena e interpretó “La Prisión Del Placer”, que sonó a la perfección, aunque igual al principio se apreció un poco alta.

Para seguir el concierto, los madrileños nos ofrecieron un medley que incluyó “Abstinencia”, “Caída Libre”, “Condenado” y “Qué Hice Mal”, para después ofrecernos un “Loco” que levantó al público en un éxtasis descomunal, del que no bajó en toda la actuación.

Tras el pertinente saludo por parte de Carlos Escobedo, llegó el turno de “Vacío”, interpretada magistralmente. Y para cerrar esta primera y breve parte, asomaron en escena “Sombras”, tras una felicitación del propio Carlos a todas las mujeres por el 8M; y “La Araña”, muy celebrada y coreada por el público. Se notaba que la estaban esperando, porque en cuanto se anunció, un “ohhh” de admiración, satisfacción y ganas inundó el recinto.

SKIZOO y SAVIA, recuerdos aún en forma

Un fundido a negro dio paso a la aparición en escena de Jesús Pulido al bajo, y a Morti, que, ataviado con chaleco de pelo negro cual Yeti, nos deleitó de nuevo con su voz con “Solo Estás Tú”, canción que inauguraba el bloque musical de SKIZOO y SAVIA, que iban a irse alternando para ofrecernos doce temas, durante los cuales, como anécdota, hubo algún que otro olvido de letra.

El tándem comenzó, como decimos, con “Solo Estás Tú”, de SKIZOO, y siguió con “Derrotado”, de SAVIA, en la que Carlos Escobedo se había quitado su jersey y se había puesto de tirantes y el gorro de paja de cowboy tan característico durante esta etapa de su carrera.

Sin descanso se sucedieron “Habrá Que Olvidar” (SKIZOO), tras la cual Morti hizo cantar al público asistente; “Insensible” (SAVIA), que cerró con un solo de Manu Reyes a la batería; “Dame Aire” (SKIZOO), “Fragile” (SAVIA), “Algún Día” (SKIZOO), que nos puso a todos los pelos de punta; “Inmortal” (SAVIA), dedicada, cómo no, a Alberto Madrid (bonito homenaje, por cierto); “Renuncia Al Sol” (SKIZOO), “Sólido” (SAVIA), y como cierre y ligero descanso al batería Manu Reyes (que también se lo merecía), Morti y Jorge Escobedo interpretaron en acústico “No Todo Está Perdido” (SKIZOO); y Jesús Pulido, Antonio Bernardini y Carlos Escobedo nos deleitaron con “Agua Para Tu Sed” (SAVIA).

La verdad es que este momento de intercambio entre bandas fue totalmente memorable. Los que fuimos y somos fans de ellas, y con las que cubrimos un poquito ese hueco que nos dejó la disolución de SÔBER en su momento, disfrutamos enormemente y nos emocionamos de nuevo viendo interpretar esas canciones que, durante unos años, formaron parte de nuestra banda sonora día sí y día también. Por desgracia ya no van a volver a repetirse esos conciertos en salas de SKIZOO y SAVIA, pero tener la ocasión de volver a verles en estos momentos, nos da un pellizquito en el corazón que nos encoje y emociona al mismo tiempo.

No obstante, no es momento de ponernos sentimentales, porque el concierto siguió, ¡y de qué manera!. Al final de “Agua Para Tu Sed” se incorporaron Manu Reyes y Jorge Escobedo y enlazaron, medio en acústico, con “Eclipse”, ya sí, de SÔBER, y en concreto de su último CD de estudio: “Elegía”. Tras una pausa llegó “Vulcano”, y seguido “El Día de la Liberación”, con los coros pregrabados (como en el resto de canciones en las que intervenían, vamos).

La traca final de SÔBER en un concierto memorable

En medio del aguacero que estaba cayendo en Madrid, y que nosotros no notábamos (más bien al contrario, el Live Las Ventas estaba impregnado de calor y confort), sonaron “Tic Tac” y “La Nube”. Se notaba que el público esperaba grandes clásicos, puesto que este último tema levantó a todos y los puso a saltar y a brincar como locos. Tras un preludio musical llegó “El Hombre De Hielo”, de nuevo con algún que otro pregrabado, y a continuación hizo su aparición en escena Charlie López, de BON VIVANT, para acompañar con su violín la interpretación de “Brazos Altos, Caras Bajas”, que sonó impecable.

El ritmo bajó un poco con “Verona”, pero volvió a subir con “Hijos Del Miedo” (en el que también hubo un momento instrumental) y “10 Años”, donde la gente enloqueció directamente. Para este momento ya llevábamos 29 temas, y sin duda queríamos más… Aunque, por “desgracia” para nosotros, llegó el momento de los tan temidos “solos”. Y digo temidos porque, sí, es un lucimiento personal del músico, y en este caso estábamos ante músicos muy buenos; pero corta el ritmo del show tajantemente. No en vano, se notó que del subidón de “10 Años”, la gente se “apoltronó” un poco oyendo el solo de batería de Manu Reyes y Carlos Escobedo y los solos de guitarra modo reto de Antonio Bernardini y Jorge Escobedo. Chicos, sois unos artistas, pero esto de los solos baja un poco el subidón.

Menos mal que después llegó otro de esos momentos especiales: “Estrella Polar” que, si ya de por sí es preciosa, imaginaos con Carlos Escobedo cantándola entre el público. Y es que se paseó entre los asistentes, recibiendo abrazos y muestras de agradecimiento continuas. Era impresionante ver en las pantallas el brillo en los ojos del público, una emoción contenida que seguro no olvidarán en la vida.

Pero como todo lo bueno tiene un final, y ha de cerrarse de forma adecuada para conseguir ser inmortales, llegó el momento en el que Morti de nuevo salió a escena para interpretar junto a SÔBER “Arrepentido”, “Tiempo” (en la que también intervino Jesús Pulido) y cerrando con “Náufrago”.

Al final, un show de más de tres horas que, desde luego, supo a poco. Y es que la carrera de SÔBER es tan dilatada que es inevitable echar en falta temas como “Cubos” o, el que para mí fue el gran olvidado, el disco de “Letargo”. No os imagináis cómo añoré no poder escuchar cortes como “Insecto”, “Blancanieve” o el propio “Letargo”. Pero soy consciente de que todo no puede entrar en escena, y, desde luego, siempre está bien poder dejarse algo en el tintero para futuras ocasiones. Al final, el público, independientemente de si se interpretan o no, no olvida nunca esos temas que tanto supusieron y suponen para ellos.

Treinta años que, desde luego, nos saben a poco, porque queremos muchos más años y muchos más discos de SÔBER. Si además nos los muestran en directo con tan buena forma y tan buen sonido como el que disfrutamos el pasado viernes 8 de marzo en Las Ventas, ¿qué más se puede pedir?. Gracias, chicos, por habernos dado tanto y por seguir ofreciéndonos con el paso de los años un trocito de vuestra historia que, juntos, podemos compartir.

Crónica de Laura Ruiz y fotos de Txema Sáez

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