Crónica del concierto de NAPALM DEATH y ESCUELA GRIND en Madrid (sala Copérnico, 19 de noviembre de 2023)
Los británicos NAPALM DEATH no necesitan presentación. Su autenticidad, compromiso, lealtad a sus principios e influencia dentro de la música extrema les ha convertido en una institución. Desde hace más de cuarenta años se han ido labrando un camino que, a tenor de lo vivido en Madrid (y seguro que será igual en otras ciudades españolas), parece no tener fin, al menos en el corto plazo visto lo visto. Pioneros de los sonidos más extremos, y en pugna por el título de “creadores del Grindcore” con REPULSION, han sabido mantenerse a lo largo del tiempo atreviéndose a incorporar distintas influencias en sus trabajos durante su carrera, sin seguir otras directrices más que las que ellos mismos dictan.
La madrileña era la primera de las cinco fechas programadas en nuestro país y se colgó el cartel de “no hay entradas” (Barcelona también y tal vez no sea la última ciudad en hacerlo) dando muestra del tirón que tiene ver, a pesar de que se prodigan con frecuencia por estos lares, a una leyenda como ellos. No en vano entre el público podías ver a gente muy, muy joven mezclada con otra que peinaba canas y los lleva siguiendo toda la vida. Varias generaciones reunidas en Copérnico para rendir pleitesía a Barney Greenway y los suyos. No me viene a la cabeza ningún grupo ahora mismo que sin tener ningún miembro original desde 1987 haya conseguido convertirse en leyenda como ellos.
Un conciertazo de ESCUELA GRIND para dejar muy caliente el escenario
Los encargados de abrir para los de Birmingham eran unos desconocidos para mí, ESCUELA GRIND. Con semejante nombre ya se podía intuir que AOR no es el estilo que practican precisamente, por lo que la noche iba de Grindcore tanto por los jóvenes americanos como por los veteranos ingleses. La verdad es que fueron toda una sorpresa y convencieron con una actuación sólida y muy enérgica en la que lo dieron todo. No se les puede pedir más y creo que recibieron una respuesta más que positiva (luego hablaré de la excepción en forma de personaje maleducado) de una sala que mostró un gran ambiente ya incluso desde el inicio de su concierto.
La primera parte de los cuarenta minutos que estuvieron en escena la dedicaron a desgranar su último disco editado hasta la fecha, “Memory Theater”, con cortes como la inicial “Endowed With Windows”, “My Heart, My Hands”, “Forced Collective Introspection”, “All Is Forgiven” o “Cliffhanger”, demostrando que venían con ganas de “liarla” bien gorda desplegando todo su potencial. Aquí, sin desmerecer la labor de la base rítmica con un sonriente Jesse Fuentes muy protagonista a las baquetas, he de reconocer que se llevaron el gato al agua la menuda vocalista Katerina Economou y la guitarrista Kris Morash porque la actuación de ambas fue sobresaliente, tanto a nivel técnico como escénico.
La primera no paró ni un solo instante de ir de un lado al otro del escenario, hacer headbanging, bailar (estilo hardcoreta, eso sí), animar a los asistentes a hacer pogos y hasta pidió un wall of death (y lo consiguió) hacía la mitad de su concierto mientras se desgañitaba como si estuviera poseída. Me pareció una frontwoman muy completa y vocalmente pues parecía imposible que de ese cuerpo saliera esa voz. Por su parte Kris (cuyo calzado me dejó loco) tampoco le fue a la zaga desde su lado del escenario con movimientos imposibles mientras no fallaba una nota con su guitarra o hacía molinillos que el mismísimo Corpsegrinder Fisher aprobaría. Visualmente aportaron muchísimo y así les fue reconocido con numerosos aplausos.
La parte final de su recital la dedicaron, para mi sorpresa, a dar cancha a su próximo EP titulado "DDEEAATTHHMMEETTAALL" del que ejecutaron el primer sencillo “Ball And Chain”, que ya está en la calle, junto con “Punishment Ritual” y “Meat Magnet” que fueron igual de bien recibidos por la ya concurrida audiencia a golpe de pogo.
Y aquí es dónde se torcieron las cosas ya que un energúmeno que había estado increpando a la vocalista en varios momentos del concierto volvió a hacerlo con insistencia recibiendo la respuesta de varios asistentes y de la propia Katerina que le enseñó su dedo corazón y le dedicó unas 'bonitas' palabras. Incluso Jesse abandonó su puesto en la batería instándole desde el borde del escenario con actitud desafiante a que subiera y seguro que no para darle un abrazo.
Al impresentable y a su acompañante les terminaron echando de la sala (hacía muchos años que no veía algo así) pero aprecié visiblemente contrariada por este incidente a la vocalista que, pese a ello, agradeció las muestras de cariño de la mayoría de la audiencia y presentó el último tema de su descarga que corrió a cargo de la versión del “Filth” de HATEBREED dejando muy buenas sensaciones y, como dijo Katerina, el escenario caliente para NAPALM DEATH. A pesar del lamentable incidente me quedo con la parte positiva y es que ESCUELA GRIND dio un conciertazo.
Otra actuación arrolladora de NAPALM DEATH
El espíritu Punk de los ingleses NAPALM DEATH les sale en cualquier gesto porque, al más puro estilo DIY (hazlo tú mismo), los propios miembros del grupo fueron los encargados de poner a punto y realizar los últimos ajustes a sus instrumentos. No es algo raro de ver pero, normalmente, los grupos consagrados (y ellos para mí lo son aunque no llenen grandes recintos) llevan personal que se encarga de estos menesteres. El único que no probó su micrófono, si mal no recuerdo se encargó John Cooke de ello, fue Mark Greenway aunque supongo que ya lo habría hecho antes de todos modos porque se le escuchó a la perfección de principio a fin.
Su nueva gira se debe a la edición del EP, “Resentment Is Always Seismic - A Final Throw of Throes”, y con el tema que lo abre, “Narcissus”, arrancaron una actuación tan predecible en líneas generales como brutal. No faltó ningún elemento característico de sus descargas. Barney moviéndose como un animal enjaulado de esa forma tan peculiar, mientras se dejaba el alma en cada estrofa y nos lanzaba sus habituales discursos entre canción y canción; el pluriempleado Shane Embury, machacándonos con su bajo y apoyando en tareas vocales como siempre de forma notable; Danny Herrera con su perilla siempre tan perfecta como sus dotes tras su kit; y John Cooke, sustituto en directo desde hace muchos años de Mitch Harris (que sin embargo sigue perteneciendo a la banda aunque no gire con ellos), que cumple con corrección su cometido sin demasiados alardes. Juntos son una maquina bien engrasada que arrasa todo a su paso.
Aunque la primera mitad de su actuación la dedicaron a quitarse de encima los temas de su último disco “Throes Of Joy In The Jaws Of Defeatism”, con permiso de la añeja “Lucid Fairytale” y de “Everyday Pox” de “Utilitarian”, enlazando prácticamente sin respiro “Backlast Just Because”, “Fuck The Factoid”, “Contagion”, “Invigorating Clutch”, “Amoral” y el tema que le da título. Sin embargo, lo cierto es que fueron recibidos casi con el mismo entusiasmo que clásicos inmortales del combo como “Unchallenged Hate” o la salva perteneciente al primer disco del grupo “Scum”, formada por el tema que le da nombre y “The Kill”. Pogos constantes, gente tirándose del escenario… lo habitual aunque he de decir que desde que la gente se empeña en dar puñetazos y codazos en el pit, los pogos son bastante más peligrosos y menos divertidos.
Hay quien critica que sus conciertos duren poco más de una hora (en este caso fueron 70 minutos) pero es que me parece inhumano el esfuerzo a nivel físico y vocal al que se somete Mark durante las actuaciones. Dudo que ese ritmo se pueda mantener durante 90 minutos, por poner un ejemplo de duración aceptable para otros estilos y mínimo exigible para la gran mayoría. Además, fueron veintitrés temas los que tocaron repasando la mayor parte de sus discos, que no son pocos precisamente. Por supuesto no faltó el homenaje habitual a bandas que les han influido de algún modo en forma de versión y que, a la fija “Nazi Punks Fuck Off” de DEAD KENNEDYS en la recta final del concierto, sumaron para la ocasión “Don't Need It” de BAD BRAINS incluida en su último EP.
No faltaron tampoco a la cita las brutales “Suffer The Children”, “Mass Appeal Madness”, “Deceiver”, o esa genialidad llamada “You Suffer” que, como diría Lobato, “si parpadeas te la pierdes” comentada socarronamente por el vocalista diciendo que debíamos estar más atentos para anticipar esas cosas porque siempre la cuelan cuando menos te lo esperas y sólo te queda aplaudir y reírte cuando la escuchas.
Junto a ellas “Breed To Breathe”, que siempre me gustó aunque no tuviera el sonido de los inicios del grupo y que sonó menos “moderna” que en disco, “Smash A Single Digit” o “The Infiltrator”, que dieron muestra de que la banda no se ha cerrado a nada compositivamente hablando si eso lo que le pedía el cuerpo en ese momento.
Estábamos llegando al final del bolo y la fugaz “Dead” dio paso a la citada versión de DEAD KENNEDYS siendo otro clásico indiscutible de “Scum”, tan protagonista como siempre en las actuaciones del cuarteto, como “Siege Of Power” la que cerró otra lección de brutalidad por parte de los ingleses dejando un gran sabor de boca. De hecho, a mí me pareció un concierto fantástico, tan fantástico que hasta vi un unicornio rosa haciendo pompas de jabón desde el escenario antes de lanzarse a la multitud. Y juro que no me tomé más que una cerveza…
Promotora: Madness Live!
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Pues no va el energumeno y se ha explicado en un comentario RafaBasa y se le ve todavia mas lerdo de lo que parecia? jajaja